Pamplona - Autores de renombre, tanto contemporáneos como anacrónicos, como Tom Wolfe, Jorge Luis Borges, Vázquez Figueroa, Alfred Hitchcock, J.R.R. Tolkien, Fernando de Rojas y Rudyard Kipling conviven entre los puestos de carne y pescado en el Mercado de Ermitagaña.
Este establecimiento cuenta desde hace unas semanas con un punto de intercambio de libros con el que pretenden fomentar la lectura y las compras entre las personas que acuden al mercado.
Elena Ustarroz, representante del Mercado de Ermitagaña, es una de las coordinadoras de esta iniciativa y explica su origen: “Nació en base a que el día 23 de abril, día del libro, tuvimos aquí en el mercado a integrantes de París 365 que vinieron con unos libros para hacer intercambios y les ponían un precio muy simbólico para recaudar fondos. Nos pareció muy buena idea y a partir de entonces, y aprovechando que tenemos aquí un espacio de un antiguo puesto, decidimos establecer este punto de intercambio de libros y donaciones durante todo el año”.
solidaridad librera Colocados de manera visible y perfectamente integrados entre los puestos del mercado, estos libros existen gracias a las donaciones de particulares. “De partida está teniendo muy buena acogida, están trayendo muchos libros y esperamos que sigan haciéndolo”, comenta Ustarroz. Esta iniciativa, tal y como expresa la coordinadora, es algo que se va a hacer en los tres mercados de Pamplona, siendo el del Ensanche pionero desde hace meses.
Este punto de intercambio de libros ha contado con la colaboración de la Asociación Navarra de Escritores, donde algunos de sus integrantes han aportado sus propios libros para que las personas los puedan leer una vez hayan dejado otro en su lugar. Varios de estos socios y escritores navarros son: Manuel Martorell, Miguel Izu, Susana Rodríguez, Carlos Bassas, Maika Molina e Iñigo Pimoulier.
“Nos parece muy bien todo aquello que fomente la lectura, porque uno de los fines de la asociación es ese y también el de acercar la literatura, sobre todo la Navarra”, señala Miguel Izu, secretario de la asociación. Para estos escritores, que la iniciativa de donaciones se realice en un mercado es una idea “muy buena”.
Según Susana Rodríguez, vocal de la asociación, la cultura y los mercados son dos sectores que están necesitados de atención y por tanto tienen que aunar fuerzas para “hacernos un hueco en el panorama”: “Ambos tienen que competir no solo con las grandes superficies, sino también con las ventas on line. Igual que nosotros competimos contra Amazon, Youtube y Netflix, ellos tiene su propia guerra”.
juntar placeres Los escritores de la Asociación Navarra de Escritores ven en esta espacio una oportunidad para poder llegar a más gente con sus obras. Maika Molina, escritora y socia de la asociación, confiesa que lleva tiempo donando libros: “Siempre hay personas que, ya sea por espacio o por economía, no se pueden permitir adquirir los libros, entonces me gusta hacerlo para que tengan la posibilidad”. Para ella el donar obras no le supone ningún esfuerzo ya que “los libros que me gustan los suelo tener por duplicado para regalar” y es por ello que siempre acude a espacios similares al del Mercado de Ermitagaña para entregarlos.
El vicepresidente de la Asociación Navarra de Escritores, Carlos Bassas, admite que: “Hemos venido hoy aquí porque en este espacio se juntan dos de los tres mayores placeres de la vida: la gastronomía, la lectura y el tercero que lo elija cada uno”.