La pasarela del Labrit en Pamplona seguirá cerrada sin fecha fija y con la incógnita de saber si será necesario inyectar más dinero, como ha sucedido este verano con las dos nuevas partidas aprobadas por el equipo de Gobierno, que elevan el gasto de reparación por encima del millón de euros, cuando su construcción en 2010 costó 680.000 euros.

El arreglo de la pasarela amenaza seriamente con complicar el final de la legislatura del alcalde Maya, que ha pasado de asegurar que se abriría en poco tiempo a comprobar que se están cumpliendo los peores presagios sobre el estado que presenta la estructura, que permanece cerrada desde julio de 2016.

De momento, le ha costado al alcalde su cuarta reprobación en lo que va de legislatura (las anteriores fueron por una encuesta en escuelas infantiles, por la reiterada falta de información los grupos de la oposición y por unas declaraciones sobre los menas).

Ha sido durante la Comisión de Presidencia celebrada este miércoles, donde se han debatido dos iniciativas de EH Bildu y PSN criticando la gestión del alcalde Maya y exigiendo una visita a la pasarela para conocer lo que está ocurriendo debajo de las lonas que protegen la estructura durante los trabajos de reparación que se llevan a cabo.

Detalle del dinero invertido en arreglar la pasarela. Redacción DNN

Las dos propuestas han sido aprobadas con el voto añadido de Geroa Bai, mientras que Navarra Suma ha votado en contra.

Dos declaraciones aprobadas

La declaración de Bildu consta de 4 puntos en la que se denuncia “el altísimo coste económico y el enorme retraso que se está produciendo en la pasarela de Labrit, tras más de tres años desde que Maya llegase a la Alcaldía”.

Se denuncia, asimismo, “la opacidad y la irregularidad permanente con la que se está llevando a cabo este expediente” y se exige una visita oficial de la Comisión de Urbanismo “para conocer de primera mano lo que está ocurriendo en la pasarela y que permanentemente se trata de ocultar”.

Además, se exige a Maya y Navarra Suma, “ya que todo el dinero gastado hasta ahora ha salido de las arcas municipales, que asumen todo el coste económico de la pasarela que no sean capaces de recuperar”.

Por su parte, en la declaración del PSN se reprueba la gestión del alcalde y las decisiones hechas de “manera unilateral, de espaldas a la mayoría municipal y con un coste estimado, de momento, de más de un millón de euros para la ciudadanía de Pamplona, superando ampliamente tanto los 670.000 euros que la pasarela costó en su día como los 450.000 euros que el equipo de gobierno dijo que el arreglo costaría”.

Lona instalada en la pasarela desde que comenzaron los trabajos de arreglo. Jon Urriza Guillen

Durante el debate, el concejal de EH Bildu Borja Izaguirre ha empleado un tono muy duro con el concejal delegado de Proyectos Estratégicos, Fermín Alonso, por el cúmulo de malas decisiones; y con el alcalde, al que ha responsabilizado de la situación actual.

Partidas veraniegas

“El hecho cierto es que las previsiones de coste de los trabajos de refuerzo y acondicionamiento han pasado de los 390.000 anunciados inicialmente a más de un millón después”.

Izaguirre ha considerado que la aprobación de los últimos sobrecostes en víspera de los Sanfermines fue “para esconder las vergüenzas” y un “indicativo del nivel de mala gestión después de numerosas rectificaciones fruto de un mal trabajo de análisis”.

La socialista Maite Esporrín ha comenzado su intervención recordando que el empeño del alcalde en la reparación de la pasarela fue el motivo de la ruptura del acuerdo presupuestario entre Navarra Suma y PSN y le ha acusado de querer mantener la pasarela tal y como fue concebida cueste lo que cueste.

“Ha sido su icono, pero se ha convertido un icono de mala gestión, de un engaño continuo y un gasto que sigue sin detenerse, sin tener garantías de nada. Estamos pagando más de lo que costó” ha señalado la edil socialista. 

Por parte de Geroa Bai ha intervenido Javier Leoz, que ha reprochado al equipo de Gobierno que haya ocultado los problemas encontrados pese a haber preguntado por la cuestión en repetidas ocasiones. “Espero que sea la última partida presupuestaria que destinan a la pasarela. Vamos a pagar mucho dinero por arreglar una pasarela vieja en vez de haber construido una nueva”.

Alonso, por su parte, ha reconocido durante el debate que los daños encontrados son más importantes de lo previsto, pero ha asegurado que su arreglo era la mejor opción, frente la posibilidad de hacer una nueva y reclamar a los responsables de la obra la indemnización correspondiente por las deficiencias de diseño, construcción y cimentación encontradas.

Gráfico con las responsabilidades sobre los autores de la obra. Redaccion DNN

Era algo sabido. Así lo indicó el primer informe que encargó el Ayuntamiento tras el desprendimiento de varias placas a principios de 2016. Fue realizado por una ingeniería de Madrid, IDEAM, y su conclusión era clara: aconsejaba el derribo ante los fallos detectados y la inviabilidad económica de su reparación.

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A partir de ese momento, el proyecto pasó al ámbito político y se convirtió en instrumento de la disputa partidista de UPN, entonces en la oposición, que acusó al cuatripartito de tener especial interés en el derribo de la pasarela por haber sido construida durante el último mandato de Yolanda Barcina.

Tres años después de que Maya recuperara la Alcaldía, la pasarela sigue cerrada y es posible que sea necesario destinar más dinero público para su reparación.