La operación contra el alcalde Maya para que no repita como candidato en las próximas elecciones municipales ha abierto antes de tiempo la batalla interna en UPN para liderar la futura lista del Ayuntamiento de Pamplona.

Tras lo sucedido esta semana, con el anuncio de que Maya no iba a repetir y el posterior desmentido del alcalde asegurando que la decisión no está tomada, pocos son los que dudan que su continuidad resulta imposible dada la envergadura de la maniobra interna que se ha montado contra él.

Mientras el alcalde elige el momento de hacerlo público (ha señalado que será antes de fin de año) ya han empezado los movimientos internos para situarse en una buena posición de salida ante la confección de la candidatura de UPN en la capital.

Los primeros nombres que aparecen son los de 4 mujeres, de perfiles diferentes, tres de ellas pertenecientes al grupo municipal de Navarra Suma y la cuarta, parlamentaria en la Cámara foral.

Los cuatro nombres

María Caballero y Ana Elizalde, concejalas delegadas de Cultura y Gobierno Estratégico, respectivamente, son las que más experiencia tienen y las que cuentan con mayor peso en la organización local.

Cada una a su estilo, representan al perfil más duro de la coalición, un factor nada desdeñable ante la lucha abierta en la derecha para ganarse a los votantes de Vox.

En el otro lado se sitúa María Echávarri, concejala delegada de Servicios Generales, la abogada de Estella que Maya llevó como su número 2 en las últimas elecciones.

Presenta un perfil moderado, más centrada en la gestión económica del Ayuntamiento que en los enfrentamientos dialécticos con la oposición, lo que ha reducido su margen de actuación en su primera legislatura en Pamplona.

La cuarta es la parlamentaria de Navarra Suma Cristina Ibarrola, considerada próxima al presidente del partido Javier Esparza. Fue directora gerente del SNS, pero carece de experiencia en la política municipal.

La fiesta del partido, el domingo en Baluarte

Ellas y ellos se verán las caras este domingo en el Baluarte, donde UPN celebrará el día del partido tras dos años de suspensión con la idea de que fuera una fiesta para poner en tensión a la organización mirando a los comicios del año que viene.

Habrá que ver cómo lo sucedido esta semana afecta a la estructura interna y si la maniobra para mostrarle la puerta de salida al alcalde de Pamplona y vicepresidente de UPN tiene consecuencias, más allá de las sonrisas y palmaditas en la espalda que se verán el domingo.

Aunque no es previsible que haya movimientos hasta que Maya comunique su decisión, los que se ven como candidatos y los que confían en serlo van a comenzar a perfilarse ante las decisiones que estén por decidir, si es que no se han adoptado ya en las altas esferas.

Apariencia de normalidad

Lo que resulta evidente es que la gestión interna del grupo municipal de Navarra Suma en el consistorio pamplonés va a ser delicada en los 6 meses que restan de legislatura.

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En la reunión de la Junta de Portavoces celebrada este viernes el alcalde ha aparentado normalidad, con alguna broma incluso con los concejales de la oposición sobre las iniciativas que se debatirán en el Pleno de la semana próxima.

La oposición ya ha advertido del riesgo de parálisis en la gestión municipal ante el calibre del terremoto que está viviendo UPN. Y esto no ha hecho más que empezar, porque el pistoletazo de salida para la candidatura de Pamplona, la joya de la corona, ha sonado para disgusto de Maya, desconcertado ante el fuego amigo dirigido contra él.