“Esto era un pedregal”, recuerda Enrique Sánchez, integrante de Loraldea, el huerto comunitario de Ermitagaña-Mendebaldea. En la actualidad, el solar anexo a la Biblioteca de Navarra está repleto de bancales, cuidados con mimo por una veintena de voluntarios, donde crecen una gran variedad de hortalizas.

Era un espacio desaprovechado al que le hemos dado vida. Es una alegría inmensa celebrar el quinto aniversario porque detrás hay un trabajo constante de muchas personas. Estamos muy orgullosos del huerto del barrio”, reconoce. 

En la actualidad, los bancales –construidos con palets que iban a terminar en el contenedor– están repletos de lechugas, cebollas, cogollos de Tudela, ajos, acelgas, calabacines blancos, pimientos, tomates, alubias, pepinos, patatas, remolachas... “Siempre ofrecemos producto de temporada. En otoño/invierno plantaremos escarolas, habas, guisantes o espinacas”, detalla.

Las hortalizas son para consumo propio, aunque Loraldea también las reparte entre familias del barrio con problemas económicos , el Banco de Alimentos y París 365. “Tenemos una pequeña red con la que colaboramos puntualmente”, apunta. 

Al final de año, Loraldea programa la plantación de la temporada siguiente y rota los cultivos que crecen en los bancales, una técnica que se utiliza para mejorar la salud del suelo y optimizar los nutrientes en la tierra.

En la misma línea, el huerto comunitario combate la presión de las plagas plantando flores o plantas cerca de las hortalizas. Por ejemplo, los girasoles protegen a los calabacines y ayudan a aumentar su producción. “No utilizamos abonos químicos ni productos tóxicos como insecticidas”, defiende Enrique. 

 Loraldea también convierte en compost la materia orgánica que generan e intenta que la mayor parte de las semillas procedan de su semillero, construido con marcos de ventanas. “De muchas plantas –tomate, lechuga, borrajas o acelga– extraemos la semilla y las cuidamos”, señala.

Si no es posible, las compran en Agro Arga –una tienda del barrio especialista en huerta y jardín– o reciben del Ayuntamiento de Pamplona. 

Además de hortalizas, el huerto comunitario cuenta con plantas o hierbas aromáticas –hierbabuena, tomillo, romero, melisa, albahaca o curry– y una amplia variedad de flores y arbustos –violetas, jazmines, lirios, consueldas– que embellecen y protegen el huerto, como el tanaceto, colocado al lado de la compostera “para que no entren bichos malos”, comenta. 

Colegios y asociaciones

Loraldea colabora con los colegios públicos de Ermitagaña-Mendebaldea y los alumnos visitan el huerto comunitario y plantan semillas con la ayuda de los voluntarios. “Realizamos una labor educativa con los txikis del barrio porque queremos que sepan de dónde vienen los productos y que conozcan, por ejemplo, cómo crecen las patatas”, explica. 

Loraldea también coopera con colectivos de personas con discapacidad y Hazialdea, la asociación juvenil y comunitaria de Ermitagaña-Mendebaldea. “Las monitoras nos comentaron que el consumo de verduras estaba poco asentado entre los chavales, así que nos visitan cuando están de campamento.

En carnaval les enseñan el semillero, en Semana Santa realizan la plantación y en agosto recolectan los productos y elaboran un almuerzo. “Es una manera lúdica de que conozcan todo el proceso, desde que se siembra hasta que se recoge, y que se habitúen a una alimentación más saludable”, comenta. 

El 8 de junio, pincho-pote

Con motivo del aniversario, Loraldea ha organizado distintas actividades. El martes 21 de mayo, a las 19.00 horas, la nutricionista Iratxe Etxaleku –vecina de Ermitagaña– impartirá una charla sobre alimentación saludable y sostenible en la sala de proyecciones de la biblioteca. 

El 28 de mayo, a las 19.00 horas, Rubén Flamarique, ingeniero Técnico Agrícola, hablará sobre la importancia de la regeneración del suelo y, hasta el 5 de junio, la planta baja de la biblioteca acogerá la exposición fotográfica 5 años construyendo un rincón verde en el barrio. Historia del huerto.

El sábado 8 de junio, como colofón, Loraldea celebrará una fiesta en el huerto con pincho-pote, juegos para los niños y niñas y se expondrán hortalizas. 

Las personas que quieran participar en el proyecto deben escribir a loraldeaherribaratza@gmail.com. “El huerto comunitario está abierto a todo el mundo, no hace falta ser vecino de Pamplona”, finaliza