Vecinos de la calle Sadar pidieron al Ayuntamiento de Pamplona en el foro de barrio de la Milagrosa y Azpilagaña que derribe las ruinas de la antigua Fundición Aranguren y que retire el amianto que se acumula en los tejados de fibrocemento. “Los materiales se están pudriendo mientras contaminan el ambiente y nos afectan a nuestra salud. El amianto no desaparece ni se diluye y provoca cáncer. Hay 2.000 metros cuadrados de un elemento contaminante que no retira nadie”, alertó un vecino de la calle Sadar.

Los residentes que viven en las inmediaciones del edificio, ubicado entre la Universidad Pública de Navarra y el estadio de fútbol El Sadar, recordaron que hace ocho años interpusieron una denuncia y que en 2022 realizaron una reclamación ante el Ayuntamiento de Pamplona.

El por entonces alcalde, Enrique Maya, se comprometió con los vecinos a que, si los propietarios de la fábrica no retiraba el material cancerígeno en un plazo de dos meses, el Consistorio ejecutaría la medida subsidariamente. “No fue así. Han pasado dos años y estamos en la misma situación”, lamentaron. 

Este grupo de vecinos, que ya se ha reunido con el actual alcalde Joseba Asiron, pidieron al concejal de barrio, Joxe Abaurrea, que el Consistorio derribe la antigua Fundición Aranguren y que cumpla con la directiva de la Unión Europea que establece que se debe retirar el amianto de todos los edificios públicos antes del 2028 y de todo el territorio antes del año 2032.

El edil Joxe Abaurrea aseguró que el Ayuntamiento era “consciente” de esta “situación muy delicada que genera riesgos para la salud ” y señaló que era una zona muy transitada por la ciudadanía que acude a El Sadar a ver los partidos de Osasuna o al Navarra Arena a disfrutar de conciertos, espectáculos o partidos de pelota. 

Abaurrea explicó que el solar donde se sitúa la Fundición Aranguren forma parte del PSIS del Campus de la UPNA, “que está atascado desde hace 10 años”.

El Consistorio está “intensificando los esfuerzos y las relaciones” con el Gobierno de Navarra –los PSIS son competencia del Ejecutivo foral– para “encontrar una solución” y desarrollar el proyecto. “Vamos a darnos un plazo de unos meses, no más allá de final de año, para ver si ponemos en marcha el PSIS. Sería la mejor fórmula”, defendió Abaurrea.

Si las negociaciones no llegan a buen puerto, avanzó, el Ayuntamiento actuaría contra los propietarios de Fundición Aranguren, les exigiría el derribo del edificio y la retirada del amianto. Si no cumplen con la orden, “se hará de manera subsidaria porque es una situación muy delicada que genera riesgos para la salud. Nuestra intención es actuar”, insistió. 

En mayo de 2023, el Gobierno de Navarra modificó el PSIS de la UPNA y anunció el desarrollo de un centro sobre la edificación sostenible y el proceso de industrialización de la construcción que se levantará en las naves de Transportes Iruña, ubicadas en la esquina de la calle Tajonar y la avenida Cataluña. El proyecto asciende a 7,5 millones de euros.