El Ayuntamiento de Pamplona concluirá antes de que termine el año la actualización del arbolado existente en la ciudad y va a recuperar un sistema informático para mejorar la gestión del inventario que resulte de la puesta al día del número de árboles.

La aplicación, denominada Arbomap, estuvo a disposición del servicio de Zonas Verdes hasta que en la legislatura anterior se decidió eliminarla, dejando al personal municipal sin un sistema de control de riesgo que abarca aproximadamente a 60.000 árboles de la ciudad.

Arbomap permite, entre otras cosas, registrar el nivel de peligrosidad de los ejemplares en fichas que remiten a una escala de 0 a 10, siendo 10 el valor de máxima peligrosidad.

Recoge además el historial de todas las labores realizadas en cada ejemplar para mantener un seguimiento constante del estado del arbolado, lo que permite reducir en gran medida el riesgo de accidentes.

El concejal de Ciudad Habitable, Borja Izaguirre, confirmó en el Pleno de la semana pasada que Arbomap estará de nuevo a disposición del personal municipal en cuanto se reajuste la aplicación e informó de la existencia de dos estudios sobre el estado de varios árboles en el barrio de Ermitagaña.

Colapso del árbol tras una tormenta

La inspección se originó tras el colapso de un cedro el sábado 27 de abril de 2024, a la altura del número 6 de la calle Bartolomé de Carranza.

El informe indicó que el viento, de 72,3 kilómetros por hora según el registro oficial, provocó una fuerza de empuje sobre el ejemplar, que “debido a la combinación de dicha fuerza y su coeficiente de esbeltez, no pudo soportar y se produjo el vuelco súbito”.

Varios ejemplares de distintas especies en una zona ajardinada. Javier Bergasa

El punto inicial de rotura del cuello del tronco se ubicó en su parte interna, a la altura de cota cero de unión del sistema radical con el comienzo del tronco aéreo.

Al producirse la caída se observó internamente un grado medio de afección y pudrición en la zona contraria a la dirección de la caída, que no era visible ni detectable externamente por la ausencia de cuerpos fructíferos significativos ni podredumbre en la corteza. Fue este punto de debilidad estructural lo que partió el árbol, según el informe, donde se asegura que la podredumbre de la raíz puede tener su origen en las heridas provocadas por las obras alrededor del ejemplar.

El citado ejemplar se plantó en la década de los 70 y entre los años 2009 y 2014 se reurbanizó el entorno pavimentado, lo que provocó un cambio en las de las condiciones radicales del cedro, que pudieron sufrir daños por efecto de la ejecución de las obras.

El método de plantación, muy ligado a las plantaciones forestales de la época que se empezaban a trasladar a los barrios periféricos de la ciudad. Esto provocaba dificultades en algunos ejemplares para el desarrollo inicial del sistema radicular y hoy en día siguen apareciendo restos radicales en ejemplares coetáneos que sufren este tipo de vuelcos repentinos.

Las conclusiones del informe obligaron al Ayuntamiento a ampliar el estudio a los cedros de la zona ante la dificultad en la predicción de este tipo de colapsos, debido a la inexistencia de síntomas de debilidad visualmente perceptibles.

Segundo informe: los 10 cedros de la zona

El segundo informe analiza el estado de los diez Cedrus atlantica y Cedrus deodora del entorno del árbol abatido para evaluar su estado de conservación, reconocimiento visual de efectos que puedan tener influencia significativa en la estática del árbol o en partes del mismo, diana, categorización del nivel de riesgo y gestión del mismo.

En el momento de la inspección, según los técnicos, no se apreciaron visualmente defectos estructurales, madera muerta, grietas, uniones débiles de ramas, pudriciones o cancros que puedan suponer un fallo de todo o parte del árbol ocasionando un daño.

El informe concluye que el estado actual de los ejemplares analizados en la misma zona no muestra signos que hagan prever accidentes, pero aconseja que debido a la “gran envergadura y ubicación es necesario tenerlos vigilados”, llegando incluso a establecer una frecuencia de revisión de seis meses en algunos casos.

El informe recoge una ficha detallada de cada ejemplar, en la que se recoge su ubicación y una propuesta de actuación según el riesgo detectado.

En cuatro de los casos, los técnicos han detectado una “probabilidad de impacto elevado”, por lo que aconsejan revisiones y un seguimiento con periodicidad semestral.

En este grupo se incluyen un ejemplar ubicado en la calle Jerónimo de Arbolache, otro en la calle Ermitagaña a la altura del número 1; dos en la calle Malón de Echaide.

Hay cuatro cedros que presentan una probabilidad de impacto media-elevada, para los que se proponen revisiones anuales, y otros dos con probabilidad media-baja, con las mismas revisiones anuales.

Caído de un pino en el parque del Mundo

Un pino de gran envergadura se vino abajo a primera hora de la mañana del jueves en el parque del Mundo, ubicado en el barrio de la Txantrea. El suceso no causó heridas a ninguna persona, aunque una mujer pudo evitar de forma casi milagrosa que le golpeara el tronco, puesto que paseaba muy cerca de la zona de la caída. Finalmente, sufrió algún rasguño sin importancia por causa de las ramas del ejemplar.

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Imagen del pino que cayó este martes en el parque del Mundo en la Txantrea. Redacción DNN

El servicio municipal ya había emitido la orden de apeo, pero el pino colapsó antes de que actuara la brigada.