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Trabajadoras familiares en los apartamentos municipales de Pamplona: una nueva figura que acompaña

Balance positivo en el primer año de incorporación / Les ayudan en gestiones, les escuchan y les dan seguridad

Trabajadoras familiares en los apartamentos municipales de Pamplona: una nueva figura que acompañaRedacción DNN

Son, además de un valioso acompañamiento y una ayuda a la hora de realizar gestiones de todo tipo, una figura que da seguridad y tranquilidad a los residentes, y, aún más, un “apoyo emocional y de escucha activa, muy valorado por estas personas”. Hace un año que desde el área de Acción Social se incorporó a los apartamentos municipales de Pamplona la figura de las trabajadoras familiares, y el balance realizado por el área y por las personas usuarias de este servicio del Ayuntamientoes muy positivo

Los apartamentos municipales para personas mayores, de los que hay cinco en la ciudad, son un servicio de alojamiento dirigido a mayores de 65 años con un buen nivel de autovalimiento, que presentan graves problemas de vivienda. Son personas autónomas que viven en sus estancias, pudiendo compartir zonas comunes, pero la entrada de estas trabajadoras familiares está contribuyendo también a “prevenir su aislamiento” y “favorecer su socialización”. Porque “la técnica municipal está pendiente de ellos”, dice la trabajadora social, en nombre de todo el equipo. Así es más fácil que se enteren enseguida de si alguno está enfermo, le pasa algo grave o ha fallecido, por ejemplo. 

Las trabajadoras favorecen la socialización de los residentes entre sí.

La necesidad estaba ahí. Las personas residentes requerían de “un seguimiento más cercano, sobre todo en personas con una salud frágil y/o con poca o ninguna cobertura familiar”, pero además demandaban “actividades entre las personas residentes para conocerse más entre ellas, así como de entretenimiento, y para trabajar lo cognitivo, la movilidad...”. Pedían también, sobre todo, “una persona referente, con presencia en los propios apartamentos, a la que poder acudir en caso de necesidad, duda, orientación, queja, etc”.

Su labor es amplísima: les acompañan al médico, a realizar gestiones, les dan orientación y seguimiento sobre tratamientos médicos, siempre “que sea necesario y quieran”, señalan desde el equipo. Pero también realizan seguimiento “en casos de vulnerabilidad sociosanitaria contrastada, empeoramiento en el estado de salud, de deterioros cognitivos que precisan de un apoyo...”.

Detectan fraudes, caídas, deterioros...

Y están siendo muy valiosas. Preguntadas por si han advertido situaciones de riesgo, explican que, en un caso, “se detectó un fraude a una persona residente a través de mensajes enviados a su teléfono móvil, en el que se pedía dinero a cambio de hacerles herederos de una fortuna”. Se vio a tiempo y “se evitó el engaño”. También se advirtió “que una persona necesitaba un tratamiento específico por una enfermedad neuronal”, con lo que se le hizo un seguimiento y “fue derivada a una residencia, donde se pudo atender adecuadamente sus necesidades”. Más casos: se han “detectado e intervenido en varios casos de deterioro cognitivo” y “se han detectado caídas en el apartamento, en las que se ha podido intervenir prácticamente en el momento, así como fallecimientos en el domicilio (en enero de este año), advertidos de forma temprana”.  

Un balance positivo

De esta manera, el primer año en el que se ha implantado la figura de Trabajadora Familiar en todos los bloques de apartamentos “ha permitido incrementar y mejorar significativamente las labores de apoyo a las personas residentes”. El cambio ha sido importante, y se ha pasado de contar con una Trabajadora Familiar a cuatro, además de ampliarse la figura de un auxiliar de mantenimiento a dos. 

Varias residentes en uno de los actos de celebración.

Al respecto, el concejal delegado de Acción Social, Txema Mauleón, destacó el esfuerzo que está haciendo el Ayuntamiento de Pamplona por mejorar la calidad de la atención a las personas mayores, “donde la extensión a todos los bloques de apartamentos de la figura de Trabajadora familiar está mejorando claramente un servicio muy importante para las personas mayores”, valoró. 

En cifras

147 residentes, el 63,2% son mujeres. Residen en los mismos 147 personas, 93 mujeres (63.2%) y 54 hombres (36.8%), con una media de edad de 77.8 años. Un 20% de las personas residentes, esto es, 30 personas, reciben la atención del Servicio de Atención a Domicilio (SAD). 

Haciendo gimnasia en los apartamentos.

144 apartamentos en 5 barrios para mayores de 65 años

En la actualidad el Ayuntamiento de Pamplona cuenta con 144 apartamentos, distribuidos en 5 barrios: San Juan, Iturrama, Milagrosa, Rochapea y Casco Viejo, que pueden utilizarse de manera individual o en pareja. Son viviendas destinadas a personas mayores de 65 años con un buen nivel de autovalimiento y que presenten problemas graves de alojamiento. Se conciben como un servicio residencial ligero, de alojamiento. Disponen de unos servicios mínimos comunes que son de uso voluntario. Todos ellos se encuentran ubicados en un entorno vecinal para facilitar las relaciones sociales, y, de hecho, las trabajadoras familiares les animan a participar en las actividades comunitarias del barrio e impulsa actividades en el propio recurso entre los residentes del mismo bloque. Hay 4 trabajadoras familiares en Rochapea (32 plazas), San Juan (36 plazas), Iturrama (42 plazas) y una más atiende Ansoleaga (9 plazas) y Milagrosa (25 plazas).