El Ayuntamiento de Pamplona ordena paralizar la tala de 174 árboles en el campus de la Universidad de Navarra
Se pospone, para realizar evaluaciones técnicas complementarias, el cierre anunciado para este martes de la carretera que atraviesa el campus
El Ayuntamiento de Pamplona, a través de Policía Municipal, ordenó ayer la paralización de los trabajos de tala de 174 árboles en el entorno del campus de la Universidad de Navarra y de la orilla del río Sadar, intervención que comenzó el pasado 6 de agosto dentro del plan para la renaturalización del campus del centro docente.
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La orden, avalada por un informe de la dirección del área de Conservación Urbana y Sanidad y aprobada por la Junta de Gobierno, se justifica por la ausencia de los permisos municipales necesarios para realizar estos trabajos, informó ayer el Consistorio en una nota de prensa. Por su parte, el área de Urbanismo ya ha abierto un expediente informativo para aclarar las circunstancias de esta actuación, revisar la necesidad de llevar a cabo los apeos y delimitar las responsabilidades que pudieran darse por el derribo, ya consumado, de cerca de un centenar de ejemplares.
Según se refleja en el citado informe del área de Conservación Urbana y Sanidad, el Ayuntamiento tuvo conocimiento del inicio de estos trabajos el pasado viernes, a raíz de la información publicada en DIARIO DE NOTICIAS. Contrastada esa información, “se abrieron las diligencias internas para constatar que los trabajos, solicitados en primera instancia por la Universidad de Navarra con fecha de octubre de 2022, contaban con los permisos necesarios”.
Esa consulta, que ha implicado tanto al área de Conservación Urbana como al área de Urbanismo, reveló que “el expediente no está completo, que los permisos necesarios no habían sido tramitados y que, por tanto, la tala no estaba autorizada”, argumenta el Ayuntamiento.
En concreto, se detalla que, con fecha 30 de junio de este mismo año, desde el Área de Urbanismo se había pedido un segundo requerimiento a la solicitud de licencia interpuesta por la Universidad de Navarra “para que ésta justificara debidamente, con información técnica y gráfica, el plan de apeos. Ese plan es el que está sujeto a licencia de obras y, por tanto, a la obtención de los permisos pertinentes. Ni la justificación requerida ni la habilitación necesaria constan en el expediente, con lo que los trabajos emprendidos no tenían el aval municipal”, añaden.
Advertencia sobre la posible reversión de los trabajos
Confirmadas estas lagunas en el expediente, personal del Servicio de Jardines se desplazó al área afectada por la tala para comprobar el estado de los ejemplares apeados. En esa inspección se ha certificado que cerca de un centenar de ejemplares ya han sido derribados, que los trabajos comenzaron a principios de mes y que algunos de los árboles talados no presentaban “podredumbres significativas” y que muchos “no tenían diana relevante”, circunstancias, ambas, que habrían desaconsejado su apeo.
Ante estos hechos, la Junta de Gobierno Local ha aprobado una resolución a través de la cual se ordena la inmediata paralización de las obras y la retirada de los elementos, materiales o maquinaria preparados para ser utilizados, en el plazo de los dos días. Asimismo, se requiere a la Universidad de Navarra para que, en el plazo de un mes, presente la documentación requerida para justificar los apeos. Igualmente, se le advierte de que si no se cumplen estas exigencias o la legalización se denegase, “este Ayuntamiento puede ordenar la reposición de la realidad física alterada, restaurando el orden urbanístico infringido, e intimar a la persona obligada, mediante la imposición de sucesivas multas coercitivas hasta lograr la ejecución de las medidas de restablecimiento”.
La Universidad de Navarra cuenta ahora con 15 días para presentar las alegaciones que considere oportunas, aunque la resolución aprobada por la Junta de Gobierno Local estipula que “se mantendrá la paralización de las obras mientras no sea otorgada la licencia de obras”.
La Universidad “entendía otorgada” la licencia por motivos de seguridad
Por su parte, la Universidad de Navarra ha asegurado en un comunicado que ha conocido este mismo lunes la decisión del Ayuntamiento de Pamplona de paralizar los trabajos en el campus y abrir una investigación sobre el apeo de ejemplares enfermos que se estaba realizando. “Como ha sucedido hasta ahora, en este proceso, se colaborará con el Ayuntamiento en lo que sea necesario. Por su parte, la Universidad presentará las alegaciones oportunas en el plazo establecido”, han asegurado.
El pasado enero, detallan desde la Universidad de Navarra, “un informe del área municipal de Jardines respondió afirmativamente a la ‘necesidad imprescindible’ de apear los ejemplares enfermos en caso de registrarse ‘incidencias o pérdidas súbditas de estabilidad’ por motivos de seguridad”.
En la cronología expuesta por la Universidad de Navarra, detallan que el pasado 24 de julio ya notificaron al Consistorio “que se entendía otorgada la licencia para apear los árboles cuyo estado suponía un grave riesgo para la ciudadanía”.
Tormentas, fuerte viento y caída de un árbol de 5 toneladas
Siguiendo estas indicaciones “y teniendo en cuenta las consecuencias de las últimas tormentas y fuertes rachas de viento –el pasado 11 de junio cayó un árbol de 5 toneladas de peso sobre un camino peatonal próximo a los edificios del campus–, el pasado 6 de agosto se inició el apeo de los árboles de riesgo muy alto y se adoptaron medidas complementarias en los demás para que dejen de serlo. Previo al apeo de cada ejemplar, un perito independiente determina el estado de conservación del árbol y si es posible aplicar medidas alternativas a la tala (como puede ser el descope). Estos peritos han garantizado que los 123 árboles que se han apeado hasta ahora, y también los que se iban a retirar, representaban un riesgo grave de seguridad”.
Plan de regeneración
La Universidad de Navarra ha trabajado desde 2021 en un proyecto de renaturalización y reforestación del campus. Esta iniciativa incluye la plantación de más de 800 árboles. Asimismo, debido a la recomendación realizada por distintos informes técnicos que alertan de riesgo extremo para la seguridad en algunos árboles enfermos, se proyectó el apeo de un porcentaje, aproximadamente un 7,5% de los 5.690 ejemplares. Conscientes de la relevancia de este asunto, la Universidad solicitó la licencia para apear los árboles enfermos en octubre de 2022. El plan de apeo de los árboles cuenta con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y el departamento de Medioambiente del Gobierno de Navarra.
Al mismo tiempo, la Universidad sigue trabajando en la renaturalización de los espacios más próximos al río Sadar y en otras acciones significativas como la recuperación del bosque de la cuenca de Pamplona y otra zona de recreación con otra especie característica de la Navarra más húmeda como es el haya. Hasta la fecha se han plantado un total de 224 árboles de diferentes especies: 115 robles, 41 mostajos, 39 arces y 29 olmos.
Se pospone el cierre al tráfico rodado de la carretera que atraviesa el campus
Por otra parte, el Ayuntamiento de Pamplona ha decidido también retrasar el cierre al tráfico rodado de la calle Universidad previsto, inicialmente, para mañana. La razón de este cierre es la necesidad de cumplimentar evaluaciones técnicas complementarias por parte de diferentes servicios de las áreas de Conservación, Urbanismo y Seguridad Ciudadana.
El cierre de esta carretera, en el tramo comprendido entre las rotondas con la calle Esquíroz y la prolongación de Fuente del Hierro, se justifica, en parte, por el incremento de los accidentes registrados en la zona, aunque los técnicos han recomendado que, antes de llevarse a cabo, sea informado también desde el punto de vista de planificación.
La previsión, ahora pospuesta, es que la carretera se cierre únicamente al tráfico rodado y que se haga con elementos tipo new jersey y la correspondiente señalización. En principio está previsto que solo puedan circular por ella y en determinadas direcciones vehículos expresamente autorizados, como los de emergencias y servicios. La carretera, de propiedad municipal, pasaría a ser Zona de Acceso Controlado (ZAC) y los accesos se vigilarían a través de cámaras de seguridad recientemente instaladas por el Ayuntamiento de Pamplona.