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Un hogar convertido en mercadillo en Pamplona

La iniciativa Insitumarket llega a Pamplona con una propuesta que mezcla sostenibilidad, memoria y reutilización

Mercadillo en un piso de PamplonaOskar Montero

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Este viernes, 12 de septiembre, la vivienda de la calle Olite 34, cuarto izquierda, de Pamplona, se convirtió en un mercadillo doméstico que atrajo a una multitud de curiosos desde su apertura. A los treinta minutos de abrir las puertas, la fila bajaba entera desde el cuarto piso hasta el portal.

Todo esto ha sido posible gracias a la iniciativa Insitumarket, que ha llegado a Pamplona de la mano de Ana Alonso Cubillo y propone una forma innovadora de vaciar viviendas: abrirlas al público y dar una segunda vida a los objetos que todavía pueden formar parte de otras historias. El proyecto empezó en Burgos, donde ha tenido un gran éxito, y ahora se estrena en Navarra con una propuesta que combina sostenibilidad, memoria y reutilización.

El piso, divido por rincones temático

Cada habitación se ha transformado en un espacio diferente: desde un rincón de costura con telas, costureros y cajas sorpresa; un espacio infantil; una zona textil con ropa y complementos; hasta habitaciones llenas de artículos de decoración y menaje.

Todos los objetos pertenecen a una familia que vivió durante años en el piso. La mujer de la casa, una apasionada costurera, falleció recientemente, y ahora sus familiares buscan vender la vivienda y dar una nueva vida a sus pertenencias. Muchos de los artículos de costura que se ofrecen fueron elaborados a mano por ella, lo que añade un valor sentimental a la experiencia.

Uno de los objetivos principales de la iniciativa es vender todo a precios accesibles. Entre las piezas más llamativas se encontraba un piano por 300 euros y un microondas por 15, aunque también había pequeños objetos desde tan solo 1 euro.

El ambiente era más el de un hogar que el de una tienda, lo que hizo la experiencia más cercana y emotiva. Sin embargo, la gran afluencia de visitantes superó las expectativas, sorprendiendo incluso a los organizadores. Aunque algunos asistentes esperaban una jornada más tranquila, la mayoría compartió comentarios positivos. Una mujer incluso aseguró que este tipo de mercadillo “va a estar de moda muy pronto”.

Historias entre objetos

Una vecina mayor recorría los pasillos con un carrito de supermercado lleno hasta arriba. Había comprado una colcha de la chiló, varias sábanas antiguas, un abrigo por 20 euros, marcos, licoreras y mantelerías. Todo para su casa de pueblo, ya que es aficionada de la decoración y de las cosas “vintage”.

Un coleccionista habitual de mercadillos, también vecino de Pamplona, fue directo en busca de piezas únicas. Se llevó cortinas y seis o siete latas antiguas para agregar a su colección, expresando su satisfacción con los objetos que llevaba. Contó que muchas de las cosas también las lleva a su casa de pueblo.

Helena García Tinoco, otra visitante, destacaba el valor emocional del proyecto: “Hay cosas que no significan nada para uno, pero le dan sentido a otro”. Se llevó varias cajas con objetos que le recordaban a su infancia. También encontró una gorra y una bolsa a la que pensaba darle una segunda vida.

Otros asistentes, aunque prefirieron no dar su nombre, destacaron la originalidad de la propuesta y lo bien conservados que estaban muchos de los objetos. Para algunos, fue simplemente una visita curiosa; para otros, una verdadera caza del tesoro.

Cartel promocional de la venta.

El mercadillo continúa este fin de semana

Insitumarket sigue abierto el sábado 13 y el domingo 14, en horario continuo de 10:30 a 20:00, con entrada libre hasta completar aforo. Es una oportunidad para quienes buscan objetos con historia, decoración única o simplemente una experiencia diferente.