"Me fastidia no brindar una txapela a los que me apoyan"
san sebastián. Los nueve meses lejos de los frontones y lo vivido en este tiempo se han grabado a fuego en la mente de Abel Barriola. "Las he pasado muy putas", decía al término del partido. Los ánimos de familiares, de amigos o de anónimos que se le acercaban en la calle, las cartas y los sms alentándole también han hecho mella en el de Leitza. Por eso, cuando se acordaba de todo ese apoyo al término del encuentro, Barriola no podía evitar emocionarse.
El de Leitza atendió con entereza a las cámaras a pie de cancha nada más concluir el encuentro. Habló con resignación del partido y resumió lo acontecido sin que la voz le fallase. Pero cuando se acordó de todo el apoyo recibido cuando estaba en el dique seco no pudo evitar emocionarse y abandonó a los periodistas. Cinco minutos más tarde, ya en sala de prensa, el zaguero navarro contaba lo que le había pasado por la cabeza. "Las he pasado muy putas, pero muy putas, y la gente de alrededor lo sabe. Me voy fastidiado a casa. con la pena de haber tenido todo el cariño de la gente y no poder brindarles una txapela. Es lo que más me fastidia.
He recibido mucho cariño, mucho apoyo y lo mejor que puedo hacer es ganar una txapela y brindársela", explicaba. Era esa pena la que, según reconoció, le había jugado una mala pasada delante de las cámaras. "Me emociono al pensar en los amigos y, en general, en todos los que me han apoyado. Me gusta esa gente que te da todo a cambio de nada. Me emociono al pensar en los amigos de verdad y no solo en ellos, también en la gente de la calle que me ha apoyado en la lesión. He recibido muchos mensajes y muchas cartas, y eso me toca por dentro", añadió.
Al de Leitza también le pesaba no haber podido aprovechar mejor su renta inicial de siete tantos. "Se me ha ido el partido.He empezado muy bien, el 7-0 era una ventaja muy bonita, si llego a hacer unos tantos más podía haber cambiado el partido, pero el que ha regalado he sido yo en algunos restos", comentaba. Y es que, según decía, pese al buen comienzo, no pudo controlar a Irujo, en su opinión el pelotari más imprevisible: "Ha buscado el aire en el resto para intentar moverme y el partido ha estado ahí. No creo que haya habido mucha diferencia en el frontón, ni mucho menos, lo que pasa es que entra de aire, de volea y de gancho. Es un pelotari imprevisible, no sabes dónde colocarte.
Tú tienes que trabajar mucho para hacerle tanto y él, en cambio, con el saque-remate te hace una avería muy grande". Según explicó el de Leitza al término del partido, la velocidad del frontón y la que el propio Martínez de Irujo había imprimido al choque también habían incidido en el choque: "Es un frontón muy complicado, muy exigente, en el que hay que jugar al ataque. Además, Juan es el pelotari que más ritmo imprime. Por eso, cuando he tenido pelota he ido a soltarle con todo para luego tener pelota para acabar. En algunas he acertado y en otras no.
He intentado hacer la dejada, ir al ancho y buscar el pelotazo al txoko. Pero no ha podido ser". explicaba. Lamentablemente para el navarro, la de ayer se unía a las otras seis finales en las que salió cruz. Un dato que escuece, pero que no le hará bajar los brazos: "Lo doy todo y lo seguiré dando todo. Quién sabe, a lo mejor cuando menos se espera conseguiré la txapela. Lo voy a intentar hasta el final".