Jokin Altuna está más que acostumbrado a vivir semanas como esta, previas a una final. La del domingo será la octava consecutiva para el de Amezketa en el Cuatro y Medio y la decimotercera contando los tres grandes campeonatos manistas. Son datos que hablan de una carrera meteórica para un pelotari que sólo tiene 27 años. Pero como recalca Altuna en su charla con este periódico, “los datos no ganan partidos”. El tricampeón de la jaula se centra en su rival, Peio Etxeberria, y en dar lo mejor de sí en una cita, la del día 19 en Bilbao, a la que le ha costado mucho llegar, debido a los problemas físicos a los que se ha enfrentado. Por ello, se toma esta final como un regalo que, por momentos, no esperaba.

La del próximo domingo es su octava final consecutiva en el Cuatro y Medio. Y sólo tiene 27 años. Cualquiera que no esté muy ducho en el mundo de la pelota diría que esto de jugar finales es pan comido para usted.

No, no hay nada sencillo. Cada campeonato lo afronto como si fuera el último e intento prepararlo lo mejor que puedo. No suelo mirar atrás. El día de la semifinal ante Jaka la alegría que me llevé fue muy grande. Ahora mismo lo que puedo controlar es el entrenar y llegar lo mejor posible al partido.

¿Llegar a esta final ha sido especialmente difícil?

Sí. No sabía siquiera ni si iba a jugar la semifinal. Tuve muchas dudas y una vez que acabó el partido solté toda la adrenalina y la tensión que tenía dentro. Fueron momentos muy bonitos para mí. Ahora estamos a 22 tantos de conseguir la txapela. Al principio del campeonato el objetivo suele ser llegar a los últimos días con opciones y ya cuando alcanzas una final, ni te cuento. Hay que intentar aprovechar la oportunidad e ir a por todas.

Jokin Altuna está a pocos días de jugar su octava final seguida en el Cuatro y Medio. Arnaitz Rubio

En la semifinal frente a Jaka levantó un 20-15 para acabar ganando por 22-11. ¿La recuerda como la situación más apurada de la que ha salido vencedor?

No lo sé. He conseguido txapelas ganando 22-21 y 22-20, he perdido dos finales en el Cuatro y Medio por 22-21… He vivido muchos momentos de ese tipo, pero en lo que respecta a semifinales sí ha sido quizás la que más apurado he estado. Fue muy difícil, sí.

Con sus números en este campeonato, ¿se plantea alguna vez dónde puede estar su límite?

No sabría decir. Cuando acabó el partido contra Jaka, en ningún momento tenía en mente que era mi octava final en el Cuatro y Medio o la decimotercera en total. Simplemente tengo en mente que este campeonato no ha sido nada fácil para mí y que me hacía muchísima ilusión llegar a la final. Cuando acabe este campeonato vendrá otro, esto no para. Cuando dejemos esto ya miraremos atrás. Ahora mismo, toca mirar lo de hoy e ir hacia delante.

"Claro que quiero conseguir más txapelas y seguir mejorando, para eso trabajo, pero no tengo en mente la siete de Aimar"

Con 27 años, la misma edad que tiene ahora usted, Aimar Olaizola poseía los mismos títulos del Cuatro y Medio que usted, tres, los mismos del Manomanista, dos, y ninguno del Parejas, frente al que usted conquistó en 2022. ¿Esos siete títulos de Aimar los tiene en mente como un récord a batir?

No. Intento ganar cada campeonato que juego, sin más. Ahora mismo tengo en mente conseguir la séptima txapela mía e iré a por todas. Claro que quiero conseguir más txapelas y seguir mejorando, para eso trabajo, pero no tengo en mente la siete txapelas de Aimar.

¿Se acostumbra un pelotari como usted a jugar txapelas?

No. Igual no juegas una final en dos o tres años, hay muchos pelotaris que no han jugado nunca una final… Lo que se vive en el frontón en esos momentos, con mucha gente animándote, es algo único, pero debes intentar aislarte de todo eso, centrarte en tu juego e ir a por todas.

¿Qué le preocupa más en estos días, las molestias en el hombro o el rival que tendrá enfrente?

Está claro que Peio está a un nivel muy bueno y voy a tener un rival muy complicado, pero si hubiera llegado otro pelotari habría dicho lo mismo. Lo que me preocupa es salir y sacar todo mi juego, ahí está la clave y tengo que centrarme en eso, en sacar todo lo que tengo dentro e ir a por todas hasta el 22. Luego, él juega su partido y hay que cosas que no puedo controlar. 

Él es un pelotari que se caracteriza por meterle muchísimo ritmo al juego. ¿Cómo se contrarresta eso?

Cuando tienes el saque, tienes que intentar moverle a él. Peio tiene mucha confianza en su juego y lo saca contra todos. Se pone delante e imprime mucho ritmo, con la derecha y con la izquierda… Estará difícil, pero yo le tengo que sacar de ahí.

"Está claro que Peio está muy bien preparado físicamente, pero en ese sentido estoy tranquilo. Llevo muchos años jugando partidos durísimos a lo largo de todo la temporada"

Físicamente, Peio Etxeberria es un portento, tiene un fuelle enorme. ¿Teme que, si el partido se endurece, eso le pueda beneficiar?

Está claro que Peio está muy bien preparado físicamente, pero en ese sentido estoy tranquilo. Llevo muchos años jugando partidos durísimos a lo largo de todo la temporada. Hay que aguantar todo eso y no le tengo miedo a un partido largo.

Peio Etxeberria le ha vencido en los tres últimos partidos en los que se han enfrentado en esta distancia, dos en este campeonato y otro en el Cuatro y Medio de San Fermín. ¿Eso le dice algo?

Sí, que me ha ganado y que es capaz de ganarme otra vez. Pero yo también le he ganado a él. Yo no voy a ir tranquilo a la final, pero seguro que él tampoco.

Altuna bota una pelota en el frontón de la plaza de Amezketa. Arnaitz Rubio

Peio Etxeberria va a ser su sexto rival en una final del Cuatro y Medio. Salvo aquella primera que perdió contra Bengoetxea VI en 2016, cuando no se ha enfrentado a Ezkurdia siempre ha ganado usted. ¿Volverá a cumplirse ese patrón?

Son datos. Cuando llego a finales siempre me sacan muchos datos, pero estos no ganan partidos. Es un rival nuevo, pero es un partido que se va a jugar el domingo 19 a las seis de la tarde. El que mejor esté en ese momento, el que esté más tranquilo y plasme mejor su juego, va a ganar la final. Después del partido habrá más datos, si ganó yo será mi séptima txapela en total, si gana Peio será la primera… Tocará entonces seguir y centrarse en el siguiente campeonato.

¿Le hubiese gustado más jugar la final contra Ezkurdia y tomarse la revancha?

No tengo que tomarme ninguna revancha contra Joseba. Se ha dado la casualidad de que cuando hemos llegado ambos a la final, él siempre me ha ganado, pero yo también le he derrotado en semifinales y cuartos de final. Se habla mucho en base a los datos, pero los datos siempre se rompen. Lo que me hace ilusión es estar otra vez en la final. No me importa el rival que me toque, siempre va a ser difícil. Yo me centro en superarme a mí mismo y en dar todo en la cancha.

¿Está más tranquilo respecto a la lesión en el hombro que hace tres semanas, tras el partido de cuartos de final frente a Peña?

Antes no sabía si iba a jugar la semifinal. Ahora sé lo que tengo, sé que el día 19 voy a estar en la cancha y eso me da tranquilidad. Si tuviese una semanita más la cogería a gusto, pero es lo que hay y lo que está en mi mano es ponerme lo mejor que pueda.

¿La ilusión por jugar la final es el mejor bálsamo para el dolor en el hombro?

Sí, a decir verdad me tomo esta final como un regalo que me he hecho a mí mismo, por cómo estaba, por los dolores que tenía… El poder jugar otra vez la final es algo muy grande. Tengo en mente disfrutar estos días previos y luego dar la talla en la cancha.