La final del Cuatro y Medio está ya a la vuelta de la esquina. Esta mañana de jueves se ha cumplido con uno de esos preliminares protocolarios de cada año. Jokin Altuna y Peio Etxeberria, los dos protagonistas de la cita del domingo, se ha reunido hoy en el frontón Bizkaia, escenario del duelo, para separar el material que utilizarán en su pulso en pos de la txapela de la jaula. El acto no ha concitado polémica alguna. Ambos pelotaris han acabado conformes con lo visto en el cestaño y con los cuatro cueros apartados. Básicamente, porque se adecúan a la intención con la que ambos saltarán a la cancha de Miribilla: salir a degüello.

El amezketarra y el navarro han coincidido en calificar el lote de vivo. Únicamente una de las pelotas elegidas por Etxeberria se diferencia ligeramente. "Las diez que han presentado eran muy parecidas. Yo he escogido dos rápidas, amarillas -en relación al aspecto del cuero-. Una de las que ha cogido él es más blanca, más tranquila, coge más bote, pero todas son pelotas adecuadas para este frontón, que admite material muy rápido porque la pared izquierda gasta mucho la pelota. Me han gustado", indicaba Altuna. En el mismo sentido, Etxeberria admitía que una de las pelotas que había cogido tenía "más salida de suelo y de frontis" porque el Bizkaia "come mucho la pelota y si endurecemos el partido, las pelotas se quedarían en nada".

El material se amolda perfectamente a lo que, a juzgar por lo dicho este jueves, se presenta como una batalla sin tregua. "Tengo que jugar agresivo, al ataque", incidía Altuna. Y tiene claro que debe hacerlo desde el primer pelotazo, exprimiendo todo el jugo posible al saque: "Él es un grandísimo restador, tengo que sacarle muy bien, porque si no al restar te deja la pelota muy atrás. Y si empiezas los tantos atacando desde el cuadro tres hacia detrás, tienes que hacer el doble de esfuerzo. El pelotari que hace tres o cuatro tantos de saque y otros cuatro de saque-remate ya tiene ocho tantos en la buchaca y al final del partido eso se nota".

Altuna, de espaldas, observa cómo Peio Etxeberria elige sus pelotas. Oskar Gonzalez

Habrá, por contra, momentos en los que será Peio Etxeberria quien disponga del servicio y a Altuna le tocará fajarse en defensa: "Cuando le toque a él sacar, a la mínima va a ir hacia delante, a presionarme con la volea y el gancho. Y si levanto la pelota, ya sé lo que me espera. Él se siente más cómodo de aire que a bote, aunque con la izquierda maneja muy bien la postura de abajo. Es muy agresivo y juega muy delante. Por ello, en este partido más que nunca si no soy agresivo es imposible ganar la final y tengo que salir mentalizado desde el primer tanto que debo ir hacia delante y sacar todo mi juego. Si lo consigo, tendré muchas opciones".

Etxeberria también tiene claro que debe ser fiel a su naturaleza volcánica en la cancha, pero en su caso se percibe la preocupación por no perder la cabeza. "En una final, si hay tacadas el rival se te va enseguida. No habrá que precipitarse porque si lo haces y te equivocas, no hay vuelta atrás. Hay que ser agresivos y jugar al límite, pero sin precipitarte. Jokin no está muerto hasta que tú haces 22. Le das un mínimo aliento y él te sobrepasa".

Peio Etxeberria descansa en las gradas del Bizkaia. Oskar Gonzalez

El otro gran tema de debate sobre la mesa, además del material y del estilo de juego, era el estado del hombro izquierdo de Jokin Altuna. El de Amezketa dudó hasta el último momento si jugar o no la semifinal contra Jaka, en la que le costó horrores llegar a 22. Esta vez, se siente menos agobiado por esa circunstancia: "Estoy mejor que la semana pasada. El martes hice un entrenamiento que me valió para animarme más. Cada día que pasa tengo más ganas de que llegue el domingo. Creo que estaré bien y vendré a por todas. Cuando acabe el campeonato, yo ya sé lo que tengo que hacer. Yo ya estoy intentando olvidarme del hombro, porque si no estoy dándole todo el rato vueltas a lo mismo y en el partido tengo que estar totalmente concentrado. Si pierdo yo no voy a decir nada del hombro, eso lo tengo clarísimo".

Al ser cuestionado sobre en qué porcentaje situaría su condición física de cara a la final, Altuna le soltaba una puya a Peio Etxeberria: "El siguiente que venga te dirá que al 150%". La respuesta se antoja relacionada con la manifestación realizada por el de Zenotz en la entrevista concedida a este periódico, en la que aseguraba que no se creía que Altuna no fuera a estar al cien por cien. En la rueda de prensa de hoy, el navarro daba una explicación de porque piensa así: "Si está aquí el domingo Jokin es porque vendrá sin problemas. Tengo que pensar eso, lo contrario iría en mi contra. No dudo de que tendrá algún problema, pero si pienso eso, me perjudicaría a mi mismo".

En cuanto a la condición de favorito, Jokin Altuna, pese a estar en puertas de su octava final consecutiva del Cuatro y Medio y aspirar a su cuarta txapela en este torneo, se la cedía a su rival, novato en estas lides. "Por sensaciones y juego en el campeonato, Peio es el favorito. Pero no le doy vueltas a eso. Tengo opciones y me quiero agarrar a ello", indicaba el guipuzcoano. "Los datos están ahí. Es la octava final para Jokin y como es normal, él es el favorito. Ha sido el mejor, el más regular en los últimos diez años", replicaba Etxeberria.