Pamplona. Se trata de una "aclaración" propuesta por el PSN, y que pretendía corregir una parte de la reforma aprobada por el Gobierno foral el pasado mes de junio para aumentar la jornada laboral del conjunto de los empleados públicos, pasando de las 35 horas semanales a las 37,5 horas (de 1.592 horas a 1.628 horas anuales).

Sin embargo, la jornada anual efectiva en las empresas públicas se había incrementado en 114 horas más. "Una interpretación sesgada ha hecho que el asunto se judicialice porque las empresas están aplicando el nuevo horario y los trabajadores lo están recurriendo", denunció el portavoz del PSN, que contó con el apoyo del resto de grupos de la oposición, menos el PPN, para sacar adelante la iniciativa.

Esta fue además una de las cuestión que acabó por dinamitar la inestable coalición de Gobierno entre socialistas y regionalistas. Inicialmente, la reforma aprobada en junio contó con el apoyo del PSN, que sin embargo quiso modificar posteriormente con una enmienda parlamentaria, provocando el malestar de UPN, que ya en minoría aplicó la norma tal y como fue aprobada. Algo que recordó ayer el portavoz regionalista, Javier Caballero, que advirtió a los socialistas que para tener credibilidad hay que ser "claro y coherente cuando se está en el Gobierno y cuando se está en la oposición".

Primera derrota La de ayer fue además la primera modificación legal aprobada por el Parlamento contra el criterio del Gobierno. Una medida que no incide especialmente en la capacidad de gestión del Ejecutivo en minoría, pero que pone en evidencia la debilidad política con la que UPN afronta un curso político que en lo económico se presenta especialmente complicado.

En cualquier caso, la reforma finalmente aprobada no es todo lo ambiciosa que hubiera deseado el resto de la oposición. Sobre la mesa quedó otra iniciativa, presentada por Bildu, que pretendía dejar en 35 horas la jornada semanal en toda la Administración. "Se está produciendo un retroceso sensible en las condiciones laborales de los empleados públicos, pero estar más tiempo en los tajos no asegura mayor productividad", advirtió Víctor Rubio, que lamentó que el Ejecutivo foral no haga uso del autogobierno para "defender los derechos sociales".

La iniciativa de Bildu contó con el apoyo de NaBai y de Izquierda- Ezkerra, que aunque se mostraron partidarios de esta segunda opción, respaldaron el planteamiento del PSN para que al menos este saliera adelante. "En estas dos iniciativas se echa en falta una actitud de negociación por parte del Gobierno de Navarra", subrayó el portavoz de NaBai, Patxi Zabaleta. Similares argumentos esgrimió el portavoz de I-E, Txema Mauleón, que defendió que "ya basta de recortes y maltratar a los trabajadores públicos". "Deberíamos volver a la situación anterior. A mayor aumento de jornada, menos empleo y no estamos para destruir empleo", advirtió el aforado de I-E. UPN solo encontró el apoyo del PPN, cuyo portavoz, Eloy Villanueva, recordó que Navarra debe cumplir legislación básica" aprobada por el Estado. Un apoyo en cualquier caso insuficiente para hacer frente a una nueva mayoría parlamentaria.