PAMPLONA. Santiago Cervera comenzó el día después de su dimisión cambiando el perfil de Twitter. "En tránsito", figura ahora en el lugar donde antes ponía "diputado del PP", y la foto de unos vaqueros desgastados como ejemplo de una nueva etapa ajena a la política. "Es una decisión definitiva, dejo la política para siempre", reiteró ayer con semblante notablemente más relajado que la víspera, cuando se vio obligado a presentar la dimisión forzado por un confuso intento de chantaje al presidente de Caja Navarra, José Antonio Asiáin. "Es un hasta nunca. Es un final definitivo. Creo que voy a salir incluso reforzado en mi actitud y se va a demostrar claramente mi inocencia", subrayó ayer Cervera en una de las múltiples entrevistas que ofreció en varios medios de comunicación madrileños.

Y en todas ellas volvió a insistir en que el no es "un extorsionador", sino una "víctima" de la "trampa" a la que se ha visto sometido, y que confía en que el juzgado "aclare" lo que ha pasado cuanto antes. "Quien me tiende la trampa me conoce. Sabe que es uno de los temas que más me interesan. La tentación era grande", admitió ayer, tras reconocer que fue una "imprudencia" acudir al Fortín de San Bartolomé a recoger el sobre donde creía que había documentación "judicializable" sobre Caja Navarra.

SU DEFENSA Cervera explicó que él "personalmente" tomó la decisión de dimitir el lunes por la mañana "sin que nadie del partido" se lo "sugiriera". "Aunque luego supe, efectivamente, que en el partido ésa era la posibilidad que se había barajado como más favorable tanto a los intereses del partido, como a mis propios intereses", manifestó ayer. Sin embargo, no ocultó que con su "torpeza" ha causado "un problema" al partido. "Lamento muchísimo que por verme envuelto en esta tesitura yo les haya podido causar algún tipo de perjuicio", señaló.

Asimismo, Cervera explicó que la Guardia Civil no le pidió el pasado domingo, tras ser detenido, que enseñara el correo electrónico en el que un remitente anónimo le informaba de que en la muralla encontraría un paquete con documentación sobre Caja Navarra. Es más, dijo que "no tuvo oportunidad" de mostrarlo porque le requisaron sus efectos personales, entre ellos el móvil. "En el tiempo en que estuve en Comandancia hablé de por qué estaba ahí y cuáles eran las circunstancias que me habían llevado a recoger ese sobre en ese lugar, pero eso no era un interrogatorio y en ningún caso me piden y me sugieren que les enseñe el correo electrónico que yo recibí días atrás", declaró.

El exdiputado del PP se mostró además "sorprendiendo" de este debate sobre el e-mail y reiteró que no se le solicitó ese correo. "Tampoco tuve la oportunidad de mostrarlo porque te hacen la requisa de los efectos personales y ahí figuraba mi teléfono móvil", agregó. Dicho esto, avanzó que "lo primero" que va a hacer cuando se inicie la instrucción es "autorizar" que el juez pueda entrar en su cuenta de correo electrónico para "verificar que ese correo existe". "No tenía ninguna posibilidad de ocultar eso porque no era necesario", apostilló, para añadir que en la noche del domingo remitió ese correo a su abogado. Además, señaló que esa noche su abogado llamó al presidente de Caja Navarra, José Antonio Asiáin, para explicarle por qué había acudido a las murallas. Según añadió, él también intentó hablar con él pero no lo consiguió. Explicó así que se dejó "detener" porque "nunca" había sido letrado. "Y cuando vi que había miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, no tengo por qué oponer resistencia ni montar una escena en la calle", aseveró, para dejar claro que no es cierto que él dijera en ese momento que ya sabía por qué iba a ser detenido.

Barcina y la imagen de Navarra Por su parte, Yolanda Barcina, confió ayer en que todo este asunto tenga pronto un veredicto judicial porque "este tema la verdad no es nada positivo para la imagen de nuestra comunidad".