madrid - El encuentro que ayer celebraron Mariano Rajoy y Artur Mas es el quinto que ambos dirigentes en el Palacio de La Moncloa, de los que tres fueron anunciados previamente y los dos restantes se celebraron en secreto.

La primera reunión que celebraron fue el 1 de febrero de 2012, con las reformas ante la crisis como tema central. Fue, además, la única vez en la que el presidente de la Generalitat compareció ante los medios de comunicación en el Palacio de la Moncloa.

El presidente catalán planteó a Rajoy avanzar en el autogobierno y un pacto fiscal, que permitiera a Catalunya dotarse de un modelo de financiación similar al concierto económico, una cuestión “fundamental” para su Gobierno durante esa legislatura. Rajoy se limitó a escucharle, según Mas, que asumió que no estaba entre las prioridades inmediatas del Gobierno central.

La segunda reunión tuvo lugar el 30 de abril de 2012. Rajoy y Mas se reunieron en secreto en Moncloa para abordar la situación económica del país, tres días antes de la cumbre del Banco Central Europeo en Barcelona. La reunión, que se conoció un mes después, se centró en los Presupuestos, el papel de la UE en la búsqueda de una salida a la crisis y el problema del déficit autonómico.

El 20 de septiembre de 2012 el presidente del Gobierno y el de la Generalitat se reunieron durante dos horas en Moncloa en medio del debate soberanista y después de la multitudinaria manifestación independentista de la Diada. El encuentro tuvo como tema central la propuesta catalana de pacto fiscal y puso de manifiesto la distancia que separa los planteamientos de ambos dirigentes.

El 27 de marzo de 2013 se hizo pública una nueva reunión secreta entre Rajoy y Mas celebrada en la Moncloa durante esa semana. Fue la primera entrevista entre ambos después de que Mas fuera investido de nuevo como presidente de la Generalitat.

Desde ese encuentro, ambos habían coincidido en una serie de actos tanto en Madrid como en Catalunya, hasta la reunión de ayer que se produjo unos días después de la conversación telefónica que mantuvieron el 11 de julio. - Efe