38 años como juez. Accedió a la magistratura en 1979. Ha sido juez en Amurrio, Aoiz, Zarautz, Bilbao o Pamplona. Estuvo desde 1999 a 2010 al frente de la Audiencia de Navarra.

El pasado domingo, el juez Eloy Velasco copaba la portada de la edición impresa del diario El Mundo. No sólo por los titulares principales de la primera plana, referentes al terremoto causado por el estallido de la operación Lezo dirigida desde el juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional que actualmente ocupa el togado bilbaíno. Velasco también aparecía en la foto principal del periódico: el magistrado de 54 años que ha puesto patas arriba el PP de Madrid fingía teclear una máquina de escribir imaginaria y acompañaba uno de los titulares sacados de la entrevista: “Así no puedo hacer bien mi trabajo. He pedido otro destino”.

En un principio, el magistrado concedió la entrevista para hablar de su último libro académico, escrito al alimón con su esposa. Pero Velasco, del que dicen que no rehuye el foco mediático, terminó hablando de todo lo demás: del trabajo de las policías a la hora de investigar los casos, de los planes de prevención de delitos y hasta de su cambio de destino motivado, según dijo, por la falta de medios en la Audiencia Nacional y la exigencia del trabajo de los jueces instructores. Pidió expresamente al periodista no hablar sobre ninguna de las causas que actualmente instruye desde su juzgado, y fue muy discreto a la hora de comentar otros casos.

banalizar el terrorismo Sin embargo, Eloy Velasco sorprendió en su respuesta cuando le preguntaron por su intención de pedir destino en la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional, donde a priori desempeñaría un trabajo “menos de actuar y más de escribir” y alejado de los servicios de guardia “en los que te llaman a las dos de la mañana”. El periodista lamentaba en la pregunta que un juez con tres décadas de experiencia quisiera dejar la instrucción, y Velasco contestaba: “Desde la Sala de Apelaciones tener experiencia es importante y sólo el que ha sido antes instructor sabe cómo está conseguida una prueba. Por ejemplo, cuando veo que la Audiencia Provincial de Navarra dice que no hay kale borroka en unos actos que llama de orden público en Pamplona, en contra de la Audiencia Nacional que se dedica al terrorismo... Eso es banalizarlo y demuestra que no se dedican al terrorismo”.

Las declaraciones, en su literalidad tal y como se reflejaron en la entrevista, se asemejan a un reproche a los jueces que forman la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra y que el pasado 12 de abril consideraron en un auto que la causa de los disturbios provocados en Pamplona no era terrorismo y debía quedarse en Navarra, y no en la Audiencia Nacional, ante la que se había inhibido el juzgado de Instrucción número 4 de Pamplona que acogió el caso de tres jóvenes detenidos por los daños provocados durante una manifestación no autorizada en la capital navarra el pasado 11 de marzo. En un principio, la juez Lamela consideró que podría haber delito de terrorismo en estos hechos. No obstante, todavía falta un pronunciamiento en firme por parte de la Audiencia Nacional, que si termina confirmándose en su posición obligará al Tribunal Supremo a decidir dónde se termina juzgando el caso.

Pero más allá de los pormenores del episodio, lo que se extrae de la entrevista es que no denominar kale borroka los altercados de Pamplona es banalizar el terrorismo, y que en última instancia sería síntoma de que la Audiencia Provincial no se dedica al terrorismo. Pero el historial de los tres jueces navarros de la Sección Primera no encaja con la falta de experiencia en la instrucción. Tanto Esther Erice (quien además preside la Audiencia), como Fermín Zubiri y José Julián Huarte han sido jueces instructores, y no precisamente en ambientes ajenos al terrorismo. Zubiri entró a la carrera judicial en 1979 y ha desempeñado su trabajo en Zarautz, Amurrio, Bilbao, Aoiz o Pamplona. Erice fue juez instructor en Azpeitia, Tafalla y Pamplona entre 1986 y 1989, mismo periodo en el que José Julián Huarte desempeñó las funciones de juez instructor en Aoiz. De hecho, en noviembre de 2001, cuando Zubiri era presidente de la Audiencia de Navarra, el Ministerio del Interior decidía poner en marcha un dispositivo especial de protección policial para los 65 jueces y fiscales de Navarra, similar al que se puso en marcha con los magistrados de la CAV una vez que ETA asesinó al juez Lidón en Getxo.

Velasco, quien fue director general de Justicia durante los gobiernos valencianos de Eduardo Zaplana, ya ha asumido casos provenientes de Navarra. El más notorio, el de las dietas de Caja Navarra, que sigue atascado en su juzgado de instrucción, desde donde se ha remitido buena parte de la documentación solicitada por la comisión del Parlamento foral que investiga la desaparición de la entidad financiera.

Presidenta de la Audiencia. Lleva siete años como presidenta de la Audiencia Provincial. Ha instruido casos en Azpeitia, Tafalla y Pamplona, donde estuvo entre los años 1986 y 1989.

Instructor en Aoiz. Junto con Zubiri y Erice, conforma la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra. También fue juez instructor, concretamente en Aoiz entre 1986 y 1989.

Un juez mediático. Eloy Velasco, bilbaíno de 54 años, lleva tres décadas como juez y 10 años en la Audiencia Nacional, donde ahora se desempeña como titular del Juzgado de Instrucción número 6. Juez mediático, fue director general de Justicia en los gobiernos valencianos de Eduardo Zaplana y acaba de hacer reventar el caso Lezo, el desfalco millonario del PP de Madrid a cuenta del Canal de Isabel II.

En su auto. La Sección Primera de la Audiencia de Navarra consideró que “no puede considerarse delito de terrorismo” los altercados de Pamplona del pasado 11 de marzo y reclamó la causa.