Pernando Barrena (Pamplona, 1965) expresa su preocupación. Cree que "esto no ha hecho más que empezar" y que en 11 meses "no va a dar tiempo a cerrar un paquete de acuerdo en torno a temas extensísimos", lo que puede dar lugar a un brexit "duro". Un serio riesgo que a su juicio se incrementará más si cabe si en noviembre vence Trump en las elecciones en Estados Unidos. Para Trump, la Unión Europea es un enemigo fundamental a batir", afirma ligando ambos temas.

¿Cree que se acabarán postergando las decisiones menos cruciales?

Me imagino que se priorizarán los paquetes más gordos, como todo lo referente a los derechos fundamentales de la Unión, libertad de movimientos, circulación de productos capitales y personas, pero en los aranceles hay multitud de tipologías que tienen que ser abordadas una por una y que afectan a las dos partes. Yo creo que Boris Johnson está jugando con eso. En 2021 se pueden abrir escenarios realmente complicados. En medio de todo eso, los que representamos a grupos pequeños, tenemos la preocupación de cómo van a quedar los intereses de nuestros pequeños países, y de los sectores productivos y de investigación y otros que tenemos que defender.

Son 11 meses claves.

Para ser por eso especialmente vigilantes en los sectores que más va a afectar el brexit, como por ejemplo la industria de la automoción, agroalimentaria, de máquinas herramientas, universidades, Erasmus, proyectos de investigación, libre circulación de personas. La afección puede ser muy grande, en ambos sentidos. Por ejemplo, con los elaborados agroalimentarios. Para qué las van a comprar en la Ribera de Navarra si las pueden comprar seguramente a precios mucho más ventajosos en Estados Unidos. Es muy preocupante.

Concurrieron a las elecciones con ERC y BNG en Ahora Repúblicas.

Con Podemos y el Partido Socialista espero que el acuerdo será amplio en materia de defensa de los sectores productivos ante el brexit. Pero con Esquerra o el BNG compartimos la conciencia de que nuestra posición sería muy diferente si esta labor de vigilancia y de condicionamiento en torno a las consecuencias del brexit las pudiéramos hacer en representación de un Estado. Estamos en una situación de inferioridad. España va a valorar cuestiones de macro, de política económica española. Pero la especificidad de Navarra o del resto de los territorios vascos no va a estar recogida con esa atención. Todo esto que puede ser muy problemático en algunos aspectos, pero también puede significar una oportunidad.

Una paradoja.

Creo que el brexit encierra en sí mismo el fin del Reino Unido tal y como lo hemos conocido. Esta situación va a abrir un gran debate sobre la arquitectura de la Unión Europea. Ahí las naciones sin estado vamos a tener la oportunidad para presentar una posición.