El Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, ha registrado un total de 547 actos de apoyo a ETA a lo largo de 2022 en su Observatorio de la Radicalización, lo que supone 319 más con respecto al año anterior (+139%), en el que registraron un total de 228 actos de apoyo a ETA.

No obstante, ha resaltado la "buena noticia" que supone que el número de 'ongi etorris' a presos de ETA durante 2022 haya sido el más bajo desde que empezaron a denunciar públicamente este tipo de actos, a finales de 2016, habiéndose producido solo un acto de este tipo en el presente año, el realizado a Ibai Aginaga el 13 de marzo en Berango (Bizkaia) por parte de "la disidencia de ETA".

"Ojalá en 2023 ya no tengamos que documentar ni un solo 'ongi etorri'", ha expresado la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, que ha atribuido la desaparición de estos actos de bienvenida a presos a su "labor constante de documentación y denuncia pública de este tipo de actos humillantes e indignos".

A su juicio, todo ello ha dado como resultado "el rechazo de la mayoría de la sociedad vasca, navarra y española a los 'ongi etorris', así como la condena de la mayoría de las instituciones y fuerzas políticas a los mismos, exceptuando a EH Bildu".

El colectivo ha lamentado, no obstante, que "el culto a ETA a través de otro tipo de actos está lejos de desaparecer". Así, ha señalado que el aumento "exponencial" de los actos de apoyo a ETA también se explica porque Covite "ha invertido este año un mayor esfuerzo en documentarlos, dada la desaparición de los 'ongi etorris'".

Del total de los actos realizados, 197 han tenido lugar en Bizkaia, 192 en Gipuzkoa, 69 en Navarra, 47 en Álava, 14 en otras provincias -8 en Cataluña, 2 en Madrid, 2 en Castilla y León, 1 en Galicia y 1 en Canarias- y 28 en el País Vasco francés.

Respecto a la tipología de los actos de apoyo a ETA, 226 han sido de aparición de pintadas y pancartas de "ensalzamiento explícito a ETA y a sus presos", 174 han sido de manifestaciones en las que se ha reclamado "la amnistía -que no el acercamiento a cárceles vascas- de los etarras presos", 47 fiestas populares celebradas "específicamente para enaltecer a ETA u hostigar a la Guardia Civil" como el 'Ospa eguna' en Alsasua o el 'Gudari eguna', 44 de "homenajes públicos a etarras muertos".

Los 55 actos restantes se han encuadrado en la categoría de 'Otros', ya que no han podido clasificarse en ninguna de las categorías anteriores. Covite ha citado como ejemplo de otros actos "las cenas navideñas en la vía pública con fotos de etarras presos, para simbolizar que no pueden cenar con sus familiares en Nochebuena por estar presos".

Manifestaciones proamnistía

El tipo de acto que más ha aumentado con respecto a 2021 ha sido el de las manifestaciones a favor de la amnistía, concretamente un 190% con respecto a 2021, año en que se documentaron 60. También han aumentado el resto de las categorías de actos de apoyo a ETA: en 2022 se han registrado un 43% más de pintadas y pancartas que en 2021, año en que el colectivo localizó 164. En cuanto a los homenajes a miembros de ETA muertos, en 2022 se han producido 44 y en 2021 se produjeron 25, lo que supone un aumento del 76%.   

La violencia, lejos de desaparecer

Covite ha insistido en que los datos recabados para su Observatorio de radicalización evidencian que "la defensa y legitimación pública del terrorismo etarra en las calles de Euskadi y de Navarra no está lejos de desaparecer, ni mucho menos".

La presidenta de Covite ha recordado que "las calles y los espacios públicos en Euskadi y Navarra siempre han sido un escaparate de las reivindicaciones de la izquierda abertzale, y todavía hoy lo son". "Centenares de jóvenes están creciendo con la idea de que los etarras son héroes. Reivindicar la amnistía para quienes están en la cárcel por crímenes gravísimos podrá ser legal, pero es un claro síntoma de anormalidad moral y democrática. ¿Acaso vemos en Francia a cientos de personas en las calles pidiendo la excarcelación de terroristas yihadistas?", se ha preguntado Ordóñez.

Más implicación de las instituciones

En este sentido, desde Covite han lamentado que "pese a que el fenómeno de la radicalización violenta a favor de ETA en el País Vasco y en Navarra no disminuye", las instituciones "continúan sin tratar este asunto con la seriedad y la urgencia que merece".

Así, ha criticado que los esfuerzos de prevención de radicalización, incluido el Plan Nacional de Prevención, "se hayan centrado durante todos estos años en el yihadismo y hayan ignorado el principal foco de radicalización que teníamos y tenemos en nuestro país".

Covite también ha subrayado que, "pese a que los 'ongi etorris' hayan desaparecido, eso no significa que la izquierda abertzale haya condenado su pasado de complicidad con ETA y haya realizado el recorrido ético necesario para contribuir a la consolidación de la paz y la convivencia en libertad en Euskadi y Navarra".

"EH Bildu habrá podido renunciar a realizar más 'ongi etorris' públicos, pero lo ha hecho sin condenarlos y sin haber renunciado a continuar con la transmisión del odio hacia todo aquel que no comparta su pensamiento fanático. Si han dejado de hacerlos, es porque no les ha quedado otro remedio por la presión social y política que han recibido, no porque hayan hecho una reflexión ética al respecto", ha insistido.

Covite ha responsabilizado a los políticos de la izquierda abertzale de ser "quienes más contribuyen a esta radicalización violenta, al llamar 'presos políticos' a los asesinos de nuestros familiares y 'refugiados' a los etarras prófugos de la justicia".

Finalmente, Consuelo Ordóñez ha denunciado que este mismo año, con motivo del aniversario del fin del terrorismo de ETA, Arnaldo Otegi "insistió en que los presos de ETA son tan víctimas como los asesinados por ETA y que la solución para la convivencia pasa por su excarcelación, es decir, por la impunidad, porque siempre han creído y siguen creyendo que matar o ayudar o a matar no estuvo mal, y que por ello no merecen estar en la cárcel".