La primavera de hace 20 años se tiñó de indignación. Del clamor ante una invasión impúdica con pretexto embustero, emprendida por aquel ‘trío de las Azores’. Belicismo de un George W. Bush secundado por Tony Blair y por José María Aznar

Aquel clima contra la guerra, el empecinamiento belicista y el cálculo político alejado de cualquier consideración humanitaria alcanzó lógicamente a Navarra, que como otras comunidades transitaba entre el fin de legislatura y el comienzo de la precampaña electoral. El 75% de la ciudadanía, según un sondeo de Ikerfel, valoraba de forma negativa la postura de Aznar. Así que además del debate ético y legal de fondo, estaba en juego la reputación de cada partido, y el cálculo político que una guerra como aquella podía suponer para UPN en su objetivo de reeditar el Gobierno de Navarra, con una traslación inmediata pues la convocatoria electoral estaba prevista para el mes de mayo. 

Fueron días de intentos de equilibrios por parte del entonces presidente Miguel Sanz, contestados por el diputado Jaime Ignacio del Burgo y por todos los partidos salvo UPN. La fricción entre Sanz y Del Burgo dibuja uno de esos episodios de la alambicada relación entre UPN y el Partido Popular, entre las necesidades políticas y las conveniencias respectivas, en ese ni contigo ni sin ti en el que históricamente se han movido. Aquella grieta en 2003, que no fue a más porque no tuvo coste electoral, se haría mucho más grande un lustro después, en 2008, y que ha crecido entre 2022 y 2023, con la crisis de Sayas y Adanero y la ruptura de Navarra Suma.

Volvamos a 2003. El 4 de marzo Del Burgo, Pérez Lapazarán y Gorri, diputados de UPN-PP votaron junto al resto de diputados populares, en bloque, la proposición no de ley sobre Irak, un respaldo a la posición de Aznar, y por consiguiente la de Estados Unidos. Diez días después, en un acto en Peralta, Miguel Sanz entonó un ‘no a la guerra’ cuando menos contradictorio y necesitado de explicaciones. Ese mismo día el secretario general del PSN, Juan José Lizarbe, pidió a Sanz que aclarase si apoyaba o no “la estrategia de Aznar en favor de una guerra ilegal”. Al día siguiente Sanz afirmó que no era necesaria la guerra “para derrocar a un dictador como Sadam Husein”.

Ese 15 de marzo, varios miles de personas participaron en Pamplona en una manifestación convocada por PSN, IU-EB, UGT y CCOO. Con lemas como No más sangre por petróleo, Aznar dimisión o Si quieren petróleo que vayan a Galicia. ¿Ustedes ven aquí a Yolanda Barcina o a Miguel Sanz? preguntó Lizarbe. Sí se vio a cargos como Juan Luis Sánchez de Muniáin o Amelia Salaneva. El 18 de marzo, el Parlamento de Navarra fue la primera institución del Estado que protestaba en la calle contra la guerra en Irak. Todos los grupos, incluidos UPN y Batasuna, salieron para pedir una solución diplomática. Aquel día, el presidente de la Cámara, José Luis Castejón, fallecido 3 años después, denunció la “incoherencia” de UPN” en esta cuestión y pidió que los tres diputados de UPN-PP en el Congreso que el 4 de marzo se habían alineado con Aznar en el Congreso se desmarcaran de este. 

Sanz llegó a asegurar que su “no a la guerra en Irak” coincidía con Aznar, y que no había contradicción entre esta postura y el voto de los diputados de UPN integrados en el grupo del PP. Si bien, también dijo que la intervención carecía de legitimidad al no estar ratificada por el Consejo de seguridad de la ONU. Del Burgo, uno de los diputados aludidos, sentenció en sentido contrario: “UPN respalda la política de Aznar no solo por respeto a una norma jurídica, como es el pacto suscrito con el PP, sino también por la convicción de que este es el camino más adecuado”. Del Burgo, que “compartía plenamente la política y los objetivos marcados por el presidente Aznar”, volvió a pronunciarse sobre el asunto un par de días después. “En el pacto se establece que el PP renuncia a mantener en Navarra su propia organización y se compromete a defender el criterio de UPN cuando estén en juego los intereses de la Comunidad Foral, y al mismo tiempo UPN se compromete a prestar su total apoyo a los objetivos y política del PP en las instituciones nacionales. Por tanto, desde el punto de vista del cumplimiento del pacto los diputados de UPN secundamos la política del Gobierno del PP”. “Tenemos las ideas claras sobre lo que tenemos que hacer, porque estamos obligados a hacerlo y porque compartimos la política de Aznar, dijo también el entonces diputado.

El 20 de marzo Sanz dijo que UPN respetaba pero no compartía la posición del Gobierno de Aznar. Lo afirmó en una concentración convocada contra la guerra a las puertas del Parlamento, pero el mensaje no terminó de funcionar, pues se congregaron solo 16 de los 22 miembros del grupo parlamentario de UPN y tres de los 10 miembros de su Gabinete

Ese día en el Parlamento se debatió sobre la guerra. De los portavoces de entonces hoy todos están retirados (Sanz, Lizarbe, Rubio, Alli y Errazti) a excepción del eurodiputado de EH Bildu Pernando Barrena, entonces en el Grupo Mixto tras la suspensión de Batasuna, y de Félix Taberna, en aquel momento portavoz de Izquierda Unida y hoy asesor de la presidenta María Chivite.

La guerra comenzó en la madrugada del 21 de marzo. “No les importan los muertos a Aznar, al PP y a UPN” (...) La inmensa mayoría de europeos, españoles y navarros no queríamos estos muertos”, denunció el editorial de DIARIO DE NOTICIAS. La superioridad militar estadounidense hizo que la invasión se completase en 3 semanas. En su último tramo, dos noticias retrataron el sinsentido y la perversión de la guerra. El 7 de abril un misil iraquí mató al periodista Julio Anguita Parrado, que cubría el conflicto dentro de una unidad militar estadounidense. Al día siguiente, un proyectil estadounidense mató al cámara José Couso, que se hallaba en un hotel junto con otros periodistas. El crimen causó indignación, lo mismo que la posición sumisa de Aznar ante este asesinato. El 9 de abril, el día en el que falleció en Donostia el escultor Jorge Oteiza, se desplomó el régimen de Sadam Husein, con la entrada de las tropas estadounidenses en Bagdad. El 13 cayó el último territorio de resistencia iraquí en Tikrit. 

El 25 de mayo se celebraron las elecciones autonómicas y municipales. En Navarra con la participación fue del 70,70%. No hubo coste político para UPN tras el conflicto en Irak. Todo lo contrario. Obtuvo 23 escaños, gracias a 127.460 votos. Un representante más que en 1999 y prácticamente 2.000 votos más. PSN-PSOE se quedó en 11 escaños, 4 tuvo IUN/NEB, Aralar obtuvo 4, lo mismo que CDN y EA-EAJ/PNV. UPN y CDN formarían Gobierno. Eran otros tiempos. En el conjunto del Estado, Aznar sacó pecho: “Hemos ganado en 35 capitales de provincia y en 9 autonomías”. Si bien el PSOE fue la fuerza más votada en las municipales. Zapatero, a la postre presidente del Gobierno menos de un año después lo consideró “un buen comienzo”. No erró.

DIJERON EN AQUELLOS DÍAS

“Que esta sea una guerra limpia y corta, ojalá no haya víctimas que lamentar”

Miguel Sanz - UPN (20 de marzo de 2003)

“Sanz ha sido un nulo colaborador de la paz, podía haber hecho mucho más”

Juan José Lizarbe - PSN (21 de marzo de 2003)

“Sanz apuesta por la estrategia de la guerra en Irak y en Euskal Herria”

Pernando Barrena - Grupo Mixto (tras suspensión de Batasuna), 20 de marzo de 2003

“Es un acto de terrorismo que no avala la comunidad internacional”

Félix Taberna - IUN (20 de marzo de 2003)

“UPN juega a nadar y guardar la ropa, pero queda su apoyo a Aznar”

Juan Cruz Alli - CDN (21 de marzo de 2003 )

“Aznar ya no tiene legitimidad para hablar de Estado de Derecho”

Begoña Errazti - EA-PNV (20 de marzo de 2003)

“¿Que espera una guerra limpia, señor Sanz? Basta ya de fariseos”

Milagros Rubio - Batzarre (20 de marzo de 2003)

“Supone una guerra ilegítima y contraria a la legalidad”

Declaración del Parlamento - Con los votos en contra de UPN . Autoría del PSN con enmiendas de de IU, CDN y Batzarre (27 de marzo de 2003)

“El imperialismo yanqui se está imponiendo a la la opinión mayoritaria mundial”

José Mari Otaegi - ELA (25 de marzo ) en nombre también de LAB, ESK, STEE-EILAS y EHNE

“UPN tiene otras siglas que el PP pero asume sus políticas”

Cristina Almeida - Senadora del PSOE (1 de abril de 2003)

“Cuando el país más poderoso del mundo viola las normas, se puede catalogar de un golpe de estado internacional”

José María Molinero - CCOO Navarra (21 de marzo de 2003)

“La guerra es siempre un fracaso de la humanidad”

Fernando Sebastián - Arzobispo de Pamplona (10 de abril de 2003)

“El único objetivo es tomar el control del petróleo”

Juan Antonio Cabrero - UGT de Navarra (11 de abril de 2003)

“A los países no se les libera de los dictadores a base de bombas y asesinatos ”

ESK, SETEE-EILAS, CGTNAVARRA - (7 de abril de 2003)