El segundo Gabinete de María Chivite está ya a pleno funcionamiento. Con algunos nombramientos de segundo y tercer escalón todavía pendientes, el nuevo Ejecutivo ha posado este miércoles para la tradicional foto en las escalinatas del Palacio de Navarra. Esta vez ya al completo, una vez incorporado el consejero de Hacienda, José Luis Arasti. 13 consejeros y consejeras junto a la presidenta para un Gobierno tripartito que apunta a la continuidad. Diez de sus 14 miembros estaban ya en el Ejecutivo la pasada legislatura.

El inicio de curso llega sin embargo con algunas novedades. “La política se mueve”, admitía tras el primer consejo de Gobierno el vicepresidente y hombre fuerte del nuevo Gabinete de Chivite. A falta de que la presidenta nombre un portavoz oficial, es Félix Taberna quien hace las reflexiones colectivas. Una figura curtida y experimentada que ayer hizo un dibujo de lo que puede ser la nueva legislatura, que tiene su principal aliciente en el giro estratégico al que apunta UPN, que se abre a pactos con Geroa Bai y, por extensión, con el conjunto de Gobierno. Queda por ver si es un giro real o sólo dialéctico, pero el movimiento, tímido todavía, abre “una serie de expectativas”, que el Ejecutivo foral sigue “con interés y análisis”. “Lo valoramos”, señala Taberna. 

Porque el gesto de UPN tiene gran valor político. Sale de la dinámica de bloques identitarios en la que los regionalistas han basado su actividad institucional desde su fundación como partido. Y abre un juego de alianzas que puede dar lugar a combinaciones diferentes a las que se han conocido en Navarra. Quizá no de Gobierno, al menos todavía, pero sí en el ámbito parlamentario, donde hasta ahora EH Bildu ha sido el único apoyo estable del Ejecutivo de María Chivite.

"Que UPN plantee posibles alianzas con Geroa Bai legitima aún más a este Gobierno"

Félix Taberta - Vicepresidente y portavoz del Gobierno

Y ese es un escenario que el Gobierno afronta con interés, pero también con prudencia. “Si se abren las políticas de alianza, lógicamente hay que analizarlas. Pero a mi modo de ver el hecho de que UPN plantee posibles alianzas con Geroa Bai legitima aún más a este Gobierno”, subraya su portavoz y, en cierto modo también, ideólogo principal. Taberna, que sale de la sombra de la asesoría política a la luz de focos que ofrece la gestión ejecutiva, descarta cambios estratégicos. No habrá “cambio de caballo ni en la primera etapa y ni en medio de la etapa”, y EH Bildu seguirá siendo el aliado principal. 

Pero se abren algunas opciones. Sobre todo en lo que el Gobierno considera “acuerdos de país”. Cuestiones estructurales que van a más allá de la legislatura y que superan las cuestiones ideológicas. Del problema demográfico a la transición verde y energética, pasando por la gestión de los flujos migratorios o la digitalización. “Son cuestiones en las que debemos contar con todos porque si no nos estaríamos equivocando en lo que es la realidad política e institucional de Navarra”, argumenta.

Un Gobierno plural

Así que los cantos de sirena que llegan de UPN no tienen por ahora mayor repercusión en el Palacio de Navarra, que con la foto de ayer ratifica la estructura triparta de un Gobierno que deberá buscar la cohesión interna tras un proceso negociador que ha sido más difícil y encarnizado de lo que auguraba el resultado electoral. “Este Gobierno es plural, está asentado en un espacio de la izquierda con una visión nacionalista progresista y, por lo tanto, que se abra ese sistema más poliédrico de alianzas siempre tiene interés”, subraya Taberna.

No hay mayor opción de acuerdo, al menos estable y continuado, con UPN. La referencia sigue siendo la legislatura anterior y el acuerdo de Gobierno que ha facilitado la investidura del segundo Gobierno Chivite. Tenemos un acuerdo de investidura y hay un partido –EH Bildu– que ha sido facilitador de ese acuerdo de investidura. La lógica política, incluso de cortesía parlamentaria, es que la primera llamada sea con quien ha facilitado este acuerdo de Gobierno”, argumenta el vicepresidente que subraya que esa, y no otra, es “la orientación política” del Gobierno para los próximos cuatro años. “Tuvo UPN posibilidad de facilitar este Gobierno y no lo hizo”, recuerda.