Los socios del Gobierno de Navarra asumen que va a ser necesario revisar la dinámica de enmiendas a los presupuestos. El último informe de la Cámara de Comptos ha cuestionado el abuso que los partidos hacen de las subvenciones nominativas en las cuentas públicas, en su mayoría incorporadas por vía de enmiendas durante el debate presupuestario. Una práctica legal, admite Comptos, pero que perjudica la concurrencia competitiva. “Habrá que buscar una nueva fórmula”, admitió ayer la portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos.

Se trata de una práctica habitual en Navarra y a la que recurren todos los partidos, ya sea desde el Gobierno o desde la oposición durante el trámite parlamentario. Ante la necesidad de buscar acuerdos que garanticen la aprobación de los presupuestos, los partidos en el Gobierno recurren a pactos con el resto de fuerzas. Una dinámica que se ha repetido en las dos últimas legislaturas, en las que los grupos que apoyaban los presupuestos se reservaban una cantidad para introducir sus propias propuestas. No han sido grandes cantidades –apenas 15 millones en un presupuesto de cerca de 5.000– pero se han asignado de forma directa a colectivos, ONG y ayuntamientos. En algunos casos para atender inversiones que habían quedado fuera de las partidas del Gobierno o para llevar a cabo diversas actividades de índole deportiva o cultural. Los propios partidos se encargaban después de darles publicidad a modo de logro político en la negociación.

Comptos sin embargo recuerda que esta práctica de ayudas nominativas –con destinatiario fijo– debería ser excepcional. Y critica que se haya empleado para atender inversiones que deberían ir en el conjunto del Plan de Inversiones Locales o que se haya vaciado el capítulo para infraestructuras deportivas en beneficio de otras inversiones para el mismo fin aprobadas de forma directa.

Y aunque las ayudas no están siempre ligadas al color político de cada ayuntamiento (el principal beneficiado de esta práctica la pasada legislatura fue el de Tudela, con cuatro millones), sí tienen un sesgo claro hacia los partidos en el poder. Según datos de Comptos, las subvenciones generales aprobadas en los presupuestos de Navarra han pasado de 370 a 692 millones. Las nominativas se han incrementado de 30 millones en 2019 a 41 millones en 2022.

Legalidad

“Es una herramienta presupuestaria y política para sacar adelante acuerdos en este Parlamento. Estamos convencidos de que es una buena herramienta que mejora muchas cuestiones en ayuntamientos”, afirmó ayer Ramón Alzórriz (PSN), que defendió la legalidad y la transparencia de las enmiendas nominativas, y que criticó además la “hipocresía” de UPN y PPN, que “también” recurrieron a esta práctica cuando gobernaban. De hecho, ambos partidos todos los años suelen presentar enmiendas nominativas a los presupuestos.

Queda por ver ahora por qué vía apuestan los partidos que sostienen al Gobierno para dar trámite a sus propuestas de gasto. Si mantienen esta vía o matizan las enmiendas, dándoles una redacción más general que permita concurrir a otros colectivos e instituciones. Y que en muchos casos además forman parte de un acuerdo político en el marco de la negociación presupuestaria. Enmiendas “campanario”, como se les conoce de forma coloquial porque se dirigen a pequeñas inversiones de ámbito local, y que son recurrentes también en el Congreso de los Diputados.

Ayudas nominativas

Presupuestos. Los presupuestos están compuestos por cientos de partidas de gasto. Algunas tienen una descripción genérica y otras un fin concreto. En estas últimas se incluyen las subvenciones nominativas para una entidad y una finalidad concreta. Por ejemplo, llevar a cabo una actividad o financiar una obra pública.

Enmiendas al presupuesto. Los partidos que apoyan al Gobierno acuerdan las líneas generales del presupuesto, pero también pactan introducir sus propias enmiendas. En torno a 15 millones anuales, que se reparten de forma proporcional. Cada partido puede destinar ese dinero a lo que considere prioritario. En muchos casos son subvenciones nominativas a colectivos o ayuntamientos, muchas veces afines.