A Pablo Azcona Molinet (Lodosa, 9 de agosto de 1980) no le faltaban pretendientes políticos antes de 2019. Un perfil fresco, joven; alcalde de Lodosa –de 2011 a 2021– por una candidatura independiente –Loiu– que rompió el bipartidismo en el pueblo; buen conocedor del mapa local –presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos, de 2015 a 2019–; de sensibilidad progresista, de izquierdas, vasquista.

Y decidió saltar a la política parlamentaria de la mano de Geroa Bai, el partido que mejor recogía el ideario de quien fue afiliado de Aralar hasta la disolución del partido en 2017. Ahora asume la responsabilidad de coger el relevo de Uxue Barkos al frente de la portavocía de Geroa Bai en el Parlamento. Un reto de “mucha responsabilidad” en un momento en el que la coalición analiza un reciente ciclo electoral con luces y sombras.

¿Da vértigo coger el testigo a Uxue Barkos? 

–Es un reto personal. Estamos en un momento de cambios en Geroa Bai. El propio paso del tiempo los va definiendo. Pero tenemos un equipo que sabe dar respuesta a los retos que tiene Navarra y también tenemos la seguridad de que representamos un espacio ideológico clave. Aparte, Barkos va a seguir siendo una voz necesaria para Navarra en Madrid.

¿Geroa Bai tiene pendiente una reflexión tras el último ciclo electoral? 

–Tenemos que hacer una reflexión para ser lo más protagonistas posible y seguir aportando. Y tenemos ideas. Debe ser un análisis con vistas a la estrategia de futuro, con la convicción de que el espacio político existe. Es evidente que Geroa Bai es fundamental en el Gobierno. Lo fue en 2015, liderando, y lo ha sido en 2019 y 2023. Creo que en este proceso también tenemos que reivindicar todo lo que hemos hecho, que es tanto como romper la teoría del quesito, cambiar la política navarra, y propiciar gobiernos plurales que responden mejor a nuestra realidad. 

¿Qué reflexión se hace de unos resultados que no estuvieron a la altura de lo esperado? 

–Geroa Bai no es el único partido que ha perdido. Lo que pasa es que nosotros lo hemos visto traducido en la pérdida de dos escaños, pero el conjunto del Gobierno, con PSN y Contigo, también ha perdido algunos miles de votos. Cuando digo que vamos a hacer un proceso de reflexión no quiero decir que vayamos a hacer nada extraordinario. 

¿Cómo se explican esta pérdida?

–En la legislatura pasada ha habido que tomar muchas decisiones difíciles con una pandemia de por medio. Hemos acompañado en esas decisiones difíciles con lealtad, y no hemos sido tan visibles cuando se han tomado decisiones más fáciles. Eso desgasta.

¿Tiene identificado Geroa Bai por dónde tiene que ir la recuperación?

–Tenemos que poner el foco en lo territorial, en lo local. Y ese camino, que ya lo hemos tomado, tenemos que desarrollarlo bien. Tenemos más o menos identificadas las cosas en las que tenemos que insistir.

¿Hay motivos para ser optimista? ¿Les da miedo que por el lado del PSN y por el de EH Bildu se fuguen votos hasta que Geroa Bai se quede en menos representación? 

–Nuestro electorado es fronterizo con un par de partidos. EH Bildu ya tenía 9 parlamentarios hace dos legislaturas, luego perdió y ahora los ha recuperado. La no concurrencia de Navarra Suma también cambia el reparto. No vamos a perdernos en argumentos: hemos perdido una parte de los votos. Pero estamos convencidos de que este espacio político, que defiende políticas progresistas y de izquierdas y que tiene a Navarra como sujeto político, existe.

¿La implantación territorial es uno de los grandes debes de Geroa Bai? 

–Geroa Bai es una coalición joven que ha entrado prácticamente a gobernar. Los esfuerzos los hemos dedicado a la gestión. La implantación territorial es un objetivo y, como le digo, ese camino está identificado.

Félix Taberna hizo en este periódico un elogio a la actitud de Sumar con respecto al PSOE, porque en la campaña de las generales no había atacado a Sánchez. Sonó a reproche velado a Geroa Bai, que marcó mucho más terreno con el PSN en la campaña de las forales.

–No sé si el de Sumar es el mejor ejemplo, porque es una coalición que en el Estado ha perdido no sé, ¿siete escaños? Creo que es sano, democráticamente bueno, que formaciones distintas que comparten objetivos comunes puedan discrepar cuando hay cuestiones mejorables. Yo creo que la ciudadanía agradece saber que Geroa Bai discrepa en algunas cosas de su socio, pero que en muchos casos llegamos a acuerdos.

¿Es normal exteriorizar las discrepancias? 

–Algunas son tan obvias que las hemos dejado por escrito. Las discrepancias a veces se pueden solucionar, y cuando no, me parece sano que se puedan exteriorizar.

¿Cómo están las relaciones con el PSN y Contigo Navarra? 

–El peor momento coincidió con las fiestas de mi pueblo. Estábamos aquí un montón de horas y por la noche llegaba al toro de fuego, por ejemplo, y me decían: estáis haciendo teatro. Y yo les decía que no, que no, que igual no había gobierno.

¿Se han reconducido?

–Sí. Ahora las relaciones están muy bien y esas tensiones nos han servido para reivindicarnos cada uno en qué pensamos de cada caso. Nos unen el acuerdo, que no es poco; las preocupaciones por los problemas; y cómo atajarlos.

¿Cuáles son los temas que sí o sí va a exigir el grupo parlamentario de Geroa Bai esta legislatura? 

–Es obvia la preocupación sobre el sistema sanitario. Quiero aprovechar para agradecer a Fernando Domínguez que haya tenido la valentía de aceptar el cargo con los retos tan importantes que hay por delante. Aparte, vivimos un momento de transición ecológica y energética, de cambio de modelo productivo, y estamos buscando cuál va a ser el futuro en un sistema totalmente nuevo. Y todo lo que tiene que ver con la defensa del euskera, el autogobierno y la memoria son pilares de Geroa Bai.

Son las áreas que conserva Geroa Bai en el Gobierno. 

–Durante las negociaciones insistimos en que teníamos que reivindicar para nosotros áreas de capacidad política. Y sabemos que nos van a suponer un trabajo ingente.

¿También el euskera necesita un gran consenso? 

–Al euskera hay que sacarlo de maximalismos que nos hagan perder. Geroa Bai reivindica algo básico que no tiene mayoría parlamentaria, que es el fin de la zonificación del euskera. Para nosotros es incomprensible que esto no se haya superado ya. Pero la fuerza parlamentaria es la que es. Desde que Geroa Bai ha cambiado el mapa político de Navarra, el euskera tiene avances constatables. Creemos que hay que buscar al euskera el máximo consenso posible. Ahí habrá que seguir buscando mayorías parlamentarias y sociales.

Ahora se habla del decreto del euskera y de los planes lingüísticos, con poca coordinación entre Amparo López y María Chivite.

–Existe una necesidad imperiosa de aprobar el decreto de méritos que permita valorar el euskera en la zona mixta, es un paso que solicitamos como Geroa Bai.

¿Echa de menos que el PSN no trate el tema con más naturalidad? 

–Veo complejos cuando sacan a relucir ese argumento de que el votante socialista no lo va a entender cuando se abordan políticas lingüísticas sobre euskera.

Chivite lo dijo la semana pasada en este periódico, que “flaco favor haríamos al euskera si en la Ribera se percibe como una imposición”.

–En mi pueblo, que es una localidad de 5.000 habitantes de lo que podríamos llamar la ribera estellesa, ha habido avances visibles en euskera. Y allí Loiu, la candidatura independiente con la que fui alcalde diez años, ha llegado a conseguir el 60% de los votos. El PSN tiene que perder complejos, como en su día perdieron el miedo a la derecha. Además, si se hace pedagogía en las bases, un votante de izquierdas y progresista lo va a entender, eso lo tengo claro. Lo que pasa es que el PSN, durante muchos años, se ha encontrado cómodo en la posición contraria. Pero le pido al PSN la misma valentía que tiene en otros asuntos.

Hablando de la derecha. ¿Cómo interpretan las llamadas de Esparza a colaborar con Geroa Bai? 

–A UPN le hemos visto coincidir en votaciones con EH Bildu o con el PSN. Lo fundamental es que tenemos un acuerdo programático claro. Esparza habla de apertura, pero al mismo tiempo vota contra el euskera en el Congreso. No sé cuál es el paso ahí. 

¿Y la situación interna en Geroa Bai? ¿Cuál es? ¿Cómo están las relaciones entre los Socialverdes, el PNV...? 

–Tanto Geroa Socialverdes como el PNV se encuentran cómodos en Geroa Bai.

¿Teme que se puedan ver tiranteces dentro de la coalición? Las elecciones de la CAV están ahí en el horizonte.

–Tenemos un acuerdo para los próximos cuatro años. La hoja de ruta está clara. Nosotros como coalición reivindicamos que sea en Navarra donde se discuta sobre la política navarra.

Al hilo de los foros de discusión. Han criticado el cierto seguidismo del PSN hacia Madrid. ¿Siguen viéndolo?

–Sí, pero cuando lo vemos lo hemos denunciado. Geroa Bai debe ser garante dentro del Gobierno de que la agenda navarra no se vea arrinconada por urgencias en el ámbito estatal. Tiene que haber una coordinación institucional con el Estado, eso es obvio, pero somos los garantes del cumplimiento de la agenda navarra, eso también es claro.

¿Le viene bien a Geroa Bai tener voz propia en Madrid? 

–No se me ocurre una voz mejor que la de Barkos, después del trabajo de Koldo Martínez, para defender esta visión de Navarra en Madrid. En un contexto de polarización, va a venir bien tener una voz propia como la que ya sabemos que tiene Barkos.

¿Qué le gustaría a Geroa Bai que pasara en Madrid? 

–Lo razonable es que se haga un Gobierno progresista y plural, acorde con políticas alejadas de la agenda de la extrema derecha y los reaccionarios. Luego también tiene que ser un Gobierno capaz de entender la territorialidad de Navarra. 

Y si se hace un Gobierno plural en el Estado, los ojos mirarán a Pamplona. 

–Es incomprensible lo de Pamplona. Hemos defendido siempre la necesidad no solo de reivindicar gobiernos progresistas cuando te toca liderar a ti, sino en todos los ámbitos posibles. Geroa Bai ha sido responsable con ese planteamiento. Hay una mayoría social, y tiene reflejo en una mayoría política que no se pone de acuerdo. Esto no lo entiende la ciudadanía.