El Convenio navarro y el Concierto Económico de la CAV y son los espejos en los que se mira Catalunya para reclamar una "financiación singular" y salir del pelotón de las comunidades del régimen común.

La CAV y Navarra son las únicas comunidades con régimen foral en España que definen y recaudan sus impuestos, y financian sus políticas con ellos. Pagan un cupo al Estado por las competencias no transferidas, como política exterior o defensa, tal y como propone la Generalitat.

El Concierto Económico de la CAV tiene su fundamento en la disposición adicional primera de la Constitución en la que se amparan y respetan los derechos históricos de los territorios forales.

Eso sí, el Gobierno Vasco tiene que asumir los criterios de estabilidad presupuestaria fijados por ley orgánica. La senda de déficit los pacta con el Ejecutivo español en una comisión mixta.

En el caso del País Vasco son las tres diputaciones forales las competentes en materia fiscal y aunque son órganos autónomos, en escasísimas ocasiones se ha producido una desarmonización fiscal, es decir, que en los tres territorios no hubiera los mismos impuestos. Para evitar estas situaciones existe un Órgano de Coordinación Tributaria de Euskadi, con la participación y dirección del Gobierno Vasco.

Euskadi recaudó 18.000 millones en 2023

El año pasado las tres diputaciones forales vascas recaudaron en impuestos concertados 18.212 millones de euros. La legislación establece que más del 70 % de esta recaudación va a parar a las arcas del Gobierno Vasco que es el que más competencias asume entre todas las instituciones de la comunidad autónoma.

Además, en el reparto de los fondos está el Cupo al Estado. Hace poco más de un año se aprobó la metodología de cálculo para el quinquenio 2022-2026, que fija el Cupo provisional del año base en 1.472 millones de euros.

Este Cupo es el 6,24 % del gasto total del Estado en las competencias no transferidas. Este porcentaje se calculó porque en 1981 ese era peso de la economía vasca en la española, que actualmente ha bajado al 5,89 %, luego se paga más que antes, con un 4,63 % de la población.

En el caso de Navarra, los gobiernos central y navarro firmaron en diciembre de 2022 la aportación de la comunidad foral a las arcas del Estado para el quinquenio 2020-2024 que establecía, por ejemplo, una cantidad 754 millones en 2022, aunque la cifra neta se situó en 621 millones.

Navarra recaudó 5.100 millones

El Gobierno de Navarra recaudó el ejercicio pasado por los tributos concertados 5.104,6 millones de euros.

La última vez que se actualizaron el Concierto y Convenio económicos de la CAV y Navarra fue en febrero del año pasado. Entonces se aprobó, en el caso de Euskadi, la concertación del Impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas, en los mismos términos previstos para el Impuesto sobre el Patrimonio.

También se incluyeron dos figuras impositivas nuevas que entraron en vigor el 1 de enero del año pasado: el Impuesto Especial sobre los Envases de Plástico no Reutilizables y el Impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos, la incineración y la coincineración de residuos.

En el caso de Navarra, se incluyeron el Impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas y del Impuesto Especial sobre los Envases de Plástico no Reutilizables.

Fuera de esta ecuación de recaudación total de los impuestos concertados y del pago de un cupo está la Seguridad Social, una materia importantísima dentro del autogobierno de la CAV por el volumen de recursos que supone. El pago mensual a los pensionistas de la CAV se acerca a los 900 millones de euros y los ingresos por cotizaciones de los trabajadores solo cubren el 60 % de ese gasto de las pensiones.

El acuerdo para transferir las políticas pasivas de empleo a Euskadi, que no se ha definido cómo se hará, no supondría la ruptura de la caja única cuyo mantenimiento, en la actualidad, beneficia al País Vasco por el envejecimiento de su tejido productivo.