Dice Javier García Jiménez (nacido el 11 de noviembre de 1985 en Cintruénigo) que la sede del PP de Navarra ha ganado mucho desde que está “a pie de calle” y no en un piso. Están “más cerca”, que es lo que necesita la marca tras la ruptura entre UPN y PP en diciembre de 2022.

Desde entonces, el presidente de los populares navarros ha seguido la estrategia marcada por Alberto Núñez Feijóo desde Génova: que echen raíces, que lleguen a todos los pueblos, que no se obsesionen con los resultados electorales y que piensen a largo plazo para arrebatar la hegemonía del espacio de la derecha a los regionalistas. Y en esto están.

¿Cómo va la implantación del PP en Navarra? 

–Va bien. La dirección del PP nos encomendó echar raíces, crear estructuras sectoriales en comarcas y municipios. En eso estamos. El crecimiento de afiliados está siendo exponencial: en junio entregaremos 111 carnets suscritos desde el 1 de enero.

¿Cuáles son las cifras de esa implantación? 

–Ahora estamos con las juntas comarcales de Estella, Ribera, Tudela, Zona Media, Pamplona y zona norte. De ahí salen juntas locales: vamos a crear en Fustiñana, Fontellas, Cabanillas, donde no teníamos, vamos a renovar la de Cintruénigo y Corella, estamos trabajando para sacar una en Fitero, en Castejón... En el norte hemos agrupado varias en Elizondo y en Urdax. Haremos lo mismo en Sakana. En la comarca de Pamplona tenemos en un montón de sitios. Ahora estamos empezando a trabajar en la junta de Estella, donde vamos a poner al frente a Begoña Ganuza [exparlamentaria y exalto cargo de UPN].

Que está trabajando como directora general en el gobierno del PP en La Rioja, ¿no? 

–Y es una muy buena gerente de Atención Primaria y está sabiendo bajar las listas de espera, no como aquí.

Feijóo decía en campaña que el proyecto del PP en Navarra ha venido para quedarse. ¿Es así? 

–Sí. Feijóo ha sido muy claro: el PP ha venido para quedarse. Nosotros nos fijamos mucho en el resultado de las elecciones generales, donde quedamos por encima de UPN. Pensamos que si la gente ha sido capaz de cambiar el voto, y no les defraudamos, se van a quedar. El que quiera una alternativa al PSOE y al nacionalismo, tiene al PP en su casa. Nosotros ni coqueteamos ni bailamos ni con el PSOE ni queremos hacer amistades con Geroa Bai. Tampoco nosotros estamos en un debate de qué queremos ser.

¿Lo de coquetear lo dice por UPN? 

–No, es un mensaje para el votante de centro-derecha. Somos alternativa. Y hay que concentrar el voto en la opción que no ha engañado a nadie, que dijo que iba a ser alternativa. Ese discurso nos ha hecho crecer.

¿El resultado de las forales, con tres escaños, estuvo por debajo de la expectativas?

–No. El objetivo era subir. Y, si no, mantener. Subimos 14.000 votos con respecto a 2011. Mejor resultado que entonces, en voto y porcentaje. Ahí, con menos voto, tuvimos un escaño más; en mayo nos quedamos a 619 votos de sacar el cuarto. Para nosotros tiene mucho valor lo que pasó en las generales, donde nos quedamos como referencia del centro derecha en Navarra. Si no les defraudamos, se van a quedar.

Insiste en la idea de no defraudar. ¿Cree que UPN lo ha hecho? 

–Yo a mi votante le he prometido ser alternativa, que no voy a coquetear con el PSN y con el nacionalismo. No sé qué hacen o dejan de hacer otros partidos, pero nosotros vamos a ser la alternativa.

¿Descarta una alianza con UPN? Se ha avivado a raíz de las elecciones europeas. 

–El PP no ha virado. Otros sí, por intereses que no vienen al caso. Con UPN hemos tenido mucha relación, con mucha generosidad por parte del PP, que ha prescindido de su sigla durante veinte años. Nuestra relación va a seguir siendo de cordialidad. Pero ellos quisieron romper con el PP para intentar llegar a acuerdos con otros, no lo sé.

¿Cómo está la relación con UPN después del encontronazo por las europeas? 

–Siempre ha sido buena...

Me refiero ahora, ¿cómo son ahora? 

–Muy correcta. He hablado ya un par de veces con Cristina Ibarrola. Tenemos en común muchas cosas.

¿Qué pasó exactamente con eso de que UPN intentó colar un nombre en la lista del PP? 

–Se hizo noticia algo que no es noticia. UPN decidió romper con el PP: después de esto, nunca ha habido coaliciones. Que no se logre no es noticia.

Usted insinuó que alguien estaba tratando de buscarse un puesto. 

–Yo solo dije que parecía que alguien estaba buscando una salida. No puse nombres, ni pongo nombres. Y pregunté qué había cambiado desde las forales y generales para que ahora sí que UPN quisiera pactar con el PP.

¿Ha seguido el congreso de UPN? 

–Claro, es actualidad. El mismo domingo hablé con Ibarrola.

UPN ha pospuesto la decisión de si les apoyará en las europeas. ¿Cree les deberían de apoyar? 

–Harán lo que consideren. No me voy a meter en las decisiones de otros partido. Nosotros, como PP, vamos a pedir el voto.

Percibo cierta distancia en sus palabras. 

–Somos otro proyecto, distinto al de UPN. Y hemos venido para quedarnos.

¿Cómo ve al PP en cinco años? 

–Con mucha más base de afiliados y mucho más presente en los pueblos. Estamos en crecimiento, lo demanda la sociedad. Esta sede tiene muchas cosas buenas: estamos a pie de calle y son muchas las personas que se acercan a preguntar.

Desde que usted es presidente del PP, ¿cuántos afiliados nuevos tienen? 

–Calculo que entre 250 y 300.

Son justo los que ha perdido UPN. El trasvase no habrá sido tal cual, ¿pero les han llegado muchos? 

–Una parte sí. Pero, de verdad, hay otra mucha gente que viene de la calle y de no militar en ningún partido.

UPN les ha reprochado siempre que no son de aquí. 

–Somos tan de aquí como cualquier otro partido. Fíjate si somos navarros que, por los intereses de Navarra, hemos pensado que durante veinte años era mejor prescindir de nuestras siglas. Que nadie nos reproche ni nos hable de ser navarros.

En uno de los últimos actos del PP para las catalanas de hoy, Feijóo hizo unas declaraciones sobre inmigración ilegal y ocupación que eran indistinguibles de las de Vox. 

–Tenemos la misma posición de siempre. Xavier García Albiol lleva mucho tiempo de alcalde en Badalona con el mismo discurso de siempre: desalojos en 24 horas, bajar la tasa de ocupación... Yo ahí no veo ningún cambio.

La novedad es que las declaraciones son de Feijóo, que vinculó inmigración ilegal con ocupación. ¿Les arrastra Vox? 

–En absoluto. No nos movemos por lo que opinen otros.

Me refiero más al tono, al fondo de la reflexión... ¿no es síntoma de una deriva? 

–Feijóo es una persona sensata, moderada, con un discurso respetuoso. No veo su discurso alterado, en absoluto.

¿Cómo interpretó el parón de Sánchez? 

–Me pareció una falta de respeto al conjunto de los ciudadanos. No consiguió ninguna movilización social e hicimos un ridículo exterior.

¿Vivimos una política cada vez más polarizada? 

–Decir la verdad, señalar realidades, no es crispar. La crítica legítima, el control a un gobierno, no es crispación. La oposición está para eso. 

¿Algo de margen para la autocrítica dentro del PP? 

–Es que el PP está sacando las verdades del César. Sánchez quiere estar en el poder con una oposición que diga amén. Y no, señor. Es como aquí con el tema de las luminarias, que no explican nada y dicen que es un bulo de la derecha.

Hubo una comparecencia en la que explicaron ese tema. 

–Y no dijeron nada. 

El informe del interventor dio el ok definitivo. 

–El tema está en la Fiscalía.

Sin que se haya abierto causa alguna, al menos según el propio Departamento. ¿No es forzar los temas, querer insinuar corrupción en todo para hacer oposición? 

–Estamos poniendo pie en pared en temas que no vemos correctos. No podemos quedarnos parados. Creo que es nuestra obligación. Yo no soy juez. Expreso mi opinión, y mi opinión es que no se ha hecho de la mejor forma. Será la Fiscalía quien decida. Si no se abre causa, pues el Gobierno habrá tenido razón. No estoy acusando a nadie. Digo: vamos a ver qué está sucediendo.

¿Es buena la estrategia de sembrar la sospecha, siempre? Digo para la vida política.

–En absoluto lo veo así. Lo malo sería no hacer nada. Lo que no pueden pretender es tener una oposición callada.

La estrategia me recuerda a la que hace el PP en el Senado.

–No lo veo así. El PP quiere controlar al Gobierno en el Senado porque en el Congreso no se controla, la mayoría no lo hace.

El PP ha dilatado plazos en el Senado, por ejemplo con la ley de amnistía. ¿Es una buena práctica?

–El PP usa los medios que tiene en una Cámara donde tiene mayoría absoluta para que no entre en vigor una ley que es una atrocidad contra la igualdad de los españoles.

¿Cree que saldrá adelante la ley de amnistía? 

–A ver qué dice Puigdemont. Es lo peligroso de esta democracia, que no decide el presidente, decide Puigdemont.

Me da la sensación de que no ve que la convivencia política sea peor. 

–Lo que no podemos pretender es tener una oposición callada.