Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca han reafirmado este miércoles la relación institucional mutua como una alianza estratégica en defensa del interés común. Los gobiernos de ambos territorios han mantenido una reunión protocolaria pero gran simbolismo que ha servido para que tanto la presidenta María Chivite como el lehendakari Imanol Pradales pusieran en valor los lazos históricos, económicos y sociales que unen ambos territorios.

La cita llega a penas dos meses después de que el Pradales jurara su cargo en Gernika y a instancias de propio lehendakari. Y si no se ha hecho antes –el dirigente vizcaíno propuso hacerlo ya en julio– ha sido por un problema de agenda. No es casualidad que la primera visita institucional de Pradales haya sido a Navarra. La relación común es una prioridad para el Gobierno vasco, que ayer mostró su disposición a estrechar lazos y reforzar la colaboración institucional.

Enfrente ha estado a María Chivite, comedida en sus valoraciones para no incomodar a quienes todavía hoy en Navarra ven con recelo cualquier acercamiento a la Comunidad Autónoma Vasco. También en las propias filas socialistas, siempre sensibles a las críticas que por este motivo llegan desde la derecha regionalista. 

“La ciudadanía nos pide que colaboremos con la cordialidad con la que convivimos día a día”

María Chivite - Presidenta del Gobierno de Navarra

Quizá por ello las menciones al “respeto institucional” y las relaciones análogas que Navarra quiere mantener con La Rioja o con Aragón han estado presentes en boca de Chivite durante la comparecencia institucional que ambos mandatarios han ofrecido de forma conjunta tras una breve visita al histórico Palacio de Navarra, sede del Ejecutivo foral, y antes de la comida de cortesía que mantuvieron ambos dirigentes y sus respectivos colaboradores.

Una relación especial

Pero la coloración permanente es ya un hecho desde el acuerdo firmado por Uxue Barkos e Iñigo Urkullu en 2015, consolidado por el Ejecutivo de María Chivite en 2021. Desde el principio en el encuentro, que se ha llevado a cabo en un ambiente distendido, ha quedado claro que ni la CAV es un territorio más para Navarra, ni viceversa. Y que los intereses que unen a ambos territorios van más allá de los que pueden ligar a otras regiones cercanas, tanto al norte como al sur de los Pirineos. 

El euskera, el régimen foral de Convenio y Concierto o el peso industrial de ambos territorios son materias que invitan mantener una acción coordinada así que han vuelto a estar sobre la mesa. Argumentos a los que se suma la apuesta de ambos Gobiernos por el TAV, pendiente todavía de definir la conexión, la complicada gestión sanitaria, el reto que supone la transición energética o la búsqueda de mayor protagonismo en Europa a a través de la Eurorregión.

“La colaboración no es una opción, es una obligación histórica por los lazos que nos unen”

Imanol Pradales - Lehendakari

“Estoy encantado de estar en la capital de viejo Reino”, ha enfatizado Pradales tras la bienvenida que le ha brindado Chivite, prudente en cualquier caso para no herir sensibilidades y evitar polémicas innecesarias. “Nos hemos reunido dos Gobiernos distintos. Dos Gobiernos diferentes elegidos por personas que comparten idioma, cultura y una misma vocación de autogobierno, una vocación que se traduce entre otras cuestiones en el Convenio navarro o el Concierto vasco”, ha defendido el lehendakari, que considera que esta colaboración “es una obligación histórica”.

Chivite por su parte ha querido enmarcar el encuentro en la “absoluta normalidad”. “La convivencia fue durante demasiados años el principal problema. Afortunadamente esos años pasaron, estamos aprendiendo a convivir en paz, avanzando sin olvidar, y este camino nos ayudará a construir otro, a avanzar haciendo una sociedad que va a ser cada vez más diversa y más pluricultural”, ha argumentado la presidenta, que ha abogado por que el euskera siga siendo “una lengua viva” pero “desde el respeto a la realidad sociolingüística”.

La cita de ará paso ahora a un nuevo protocolo de colaboración que se firmará “en los próximos meses”. No se esperan grandes novedades, más allá de reafimar una colaboración institucional en defensa de un interés común que a estas alturas es ya irreversible. Aunque en determinados sectores todavía siga incomodando.