La comisión de investigación continúa su curso y la estrategia de la derecha para apuntalar sospechas de irregularidades en la adjudicación de las obras de duplicación de los túneles de Belate hace aguas conforme se suceden las sesiones. Este martes ha intervenido en el Parlamento de Navarra el ingeniero Josetxo López García, tercer vocal de la mesa de contratación en comparecer, quien ha afirmado con rotundidad que el proceso “se desarrolló con total normalidad” y siguiendo “el procedimiento de siempre”, sin interferencias externas ni presiones de ningún tipo.

Durante su comparecencia, López ha recalcado que no detectó “ningún tipo de interferencia externa de nadie ni en la motivación ni en la valoración” de las ofertas presentadas. Según ha explicado, cada miembro de la mesa realizó su valoración individual de las propuestas y las entregó al presidente, Jesús Polo, quien posteriormente elaboró el informe final. “Luego lo mirábamos para ver que estaba correcto y se remitía al interventor y al secretario. Fue el procedimiento de siempre”, ha indicado.

El ingeniero ha subrayado que “cada uno votó independientemente” y que “a mí no me han pedido que cambie mis valoraciones”. Ha añadido que, en ocasiones, los vocales de la mesa se reunían para poner en común las puntuaciones, pero sin modificar las evaluaciones individuales. “Las mesas son técnicas y no hablamos de política”, ha reiterado.

Rumores habituales sin influencia en la valoración

López ha reconocido que, durante el proceso de valoración, se escucharon rumores sobre una posible adjudicación a la UTE Acciona-Servinabar —finalmente adjudicataria de las obras en diciembre de 2023—, aunque ha asegurado que esos comentarios “no influyen en nada”. “Se escucharon rumores cuando estábamos en el proceso de valoración, no antes de constituirse la mesa. Es algo habitual”, ha afirmado.

En su opinión, los técnicos no se ven condicionados por esos comentarios, aunque ha admitido que en esta ocasión la intensidad de los rumores fue “más exagerada”. También ha negado haber recibido indicaciones del presidente de la mesa, Jesús Polo, para modificar sus puntuaciones: “A mí no me dijo nada. No sé si porque yo ya daba como ganadora a la UTE de Acciona-Servinabar”.

Preguntado por los grupos parlamentarios sobre las supuestas prisas para cerrar el proceso, López ha explicado que se debieron principalmente al calendario y a las obligaciones comunitarias. “Las prisas fueron porque se acercaba San Fermín, después las vacaciones, y queríamos terminarlo antes. No creo que fuese porque se acababa la legislatura”, ha precisado. Además, ha recordado que existía una directiva europea sobre túneles cuya última prórroga había caducado en 2019, “y había una posible sanción sobre la mesa”.

Una mesa “más plural” con ocho miembros

El vocal ha explicado que la mesa de contratación estaba compuesta por ocho miembros —cinco técnicos y tres jurídicos—, en lugar de los cinco habituales. A su juicio, esta ampliación permitió “más puntos de vista” y aportó “mayor pluralidad”, aunque también “alargó el proceso”. “Es imposible manipular a cinco personas para cambiar el resultado”, ha afirmado.

López ha considerado habitual que los informes de las mesas de contratación tengan que rehacerse varias veces —en este caso, ocurrió en cuatro ocasiones— y ha destacado que no es extraño que los miembros hablen entre sí sobre las empresas que concurren a las licitaciones. “Eso pasa siempre, pero sin que afecte a las valoraciones”, ha apuntado.

En referencia a las declaraciones la semana pasada de otros vocales —Guillermo Vallejo y Patxi Ansorena— que afirmaron que el presidente de la mesa les sugirió modificar sus valoraciones, López ha indicado que no puede confirmar esos hechos. “Desconozco si algún miembro de la mesa recibió presiones para que cambiara su valoración, pero, si se hizo, es grave”, ha señalado. En su caso, ha insistido en que Polo “no se dirigió a él” en ese sentido.

El ingeniero también ha afirmado que no tiene “ningún indicio de manipulación” de que el presidente hubiera puntuado conociendo el resto de las valoraciones. “Cada uno le dimos la puntuación, él hizo un informe y rellenaría la hoja con todas las puntuaciones. Los votos particulares no le acusaban de manipular ni de haber utilizado las puntuaciones, solo decían que podía pensarse”, ha explicado.

Retraso en la firma del informe

López ha relatado que, una vez cerrado el proceso, el director general del departamento convocó a todos los miembros de la mesa —salvo al interventor— para aclarar una resolución con reparo no suspensivo y tres votos particulares. “Supongo que quiso informarse, pero no lo sé”, ha comentado. Ha añadido que el director general tardó más de 60 días en firmar el informe, algo que “no es habitual”, aunque desconoce los motivos.

En cuanto a la propuesta que hizo para desbloquear el proceso —eliminar las puntuaciones más altas y más bajas de cada miembro—, ha señalado que surgió como una “tormenta de ideas” pero que finalmente “no fue tenida en cuenta”.

El vocal ha destacado que, pese a las discrepancias entre algunos integrantes de la mesa, las obras de duplicación de los túneles de Belate “se adjudicaron con normalidad” y continúan en marcha sin incidencias. Ha admitido que las relaciones entre los miembros “se fueron deteriorando conforme avanzaba el proceso” y que “hubo momentos de tensión”, aunque ha insistido en que “no hubo interferencias externas ni motivaciones políticas”.

Por último, López ha señalado que no conocía personalmente a Servinabar ni a la mayoría de las empresas licitadoras y que tampoco vio en el Departamento a los dirigentes socialistas Santos Cerdán o Ramón Alzórriz durante el proceso. “Nunca recibí ninguna solicitud a favor de ninguna empresa participante. Eso no ha ocurrido en esta ocasión ni con ningún otro gobierno anterior”, ha subrayado.