La mitad de las trabajadoras sexuales que reciben asistencia gubernamental en la capital colombiana se enamora de sus clientes, que mayoritariamente son hombres casados que prefieren la misma compañera en esta relación extramatrimonial. La quinta parte de estos hombres también queda en el mismo estado de enamoramiento de su pareja de ocasión, según las conclusiones de un estudio de la Secretaría de Integración Social de Bogotá (SIS), que tiene registradas 4.334 prostitutas. Es un caso en el que "se establece una relación afectiva o emocional", explicó el abogado Carlos Garzón, subdirector del programa de Adultez de la SIS, plan que comprende un proyecto sobre la prostitución en la ciudad, cuyo código de Policía obliga a las prostitutas a hacer un curso de formación en derechos humanos.
