El calor generado por las personas que viajan en el metro de París ayudará a brindar calefacción a un proyecto de viviendas públicas en el centro de la ciudad. El edificio, ubicado en la famosa calle Beaubourg cerca del museo Pompidou, está siendo renovado de manera ecológica. Las calorías emitidas por los pasajeros, que se acercan a los 100 vatios por persona, combinadas con el calor que generan los trenes que avanzan por las vías y la ubicación subterránea del metro hacen que las temperaturas en el corredor varíen entre los 14 y 20 grados centígrados durante todo el año. El proyecto, que se basa en tecnología geotérmica, apunta a extraer calor desde los espacios subterráneos y moverlo a máquinas especializadas antes de proveer calefacción para complementar la que ya existe en el distrito.
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