"Un fenómeno nunca visto" y excepcional de migración de grullas en el aeropuerto de Tarbes-Lourdes-Pirineos, a 43 kilómetros de Pau, provocó un largo retraso en el vuelo rumbo a París-Orly el pasado miércoles, indicó la instalación en sus redes sociales, tal como atestiguan las espectaculares imágenes publicadas en un vídeo.

El avión, de la compañía Volotea, tenía previsto despegar a las 6:45 a. m., pero no pudo hacerlo debido a la gran cantidad de aves en las pistas. Los pasajeros tuvieron que esperar tres horas hasta que finalmente pudieron partir, alrededor de las 10 de la mañana.

Miles de estas aves migratorias, que cada otoño abandonan el norte de Europa para pasar el invierno en la cálida África, se detuvieron al pie de los Pirineos. Un viaje que estos días no ha pasado desapercibido en Navarra, ante el ruido que hacen estas aves en su peregrinar.

El espectáculo del paso de las grullas en su camino hacia tierras más cálidas ha vuelto a los cielos navarros como un certero aviso de que el invierno y el frío están cerca. El acontecimiento se repite dos veces al año, hacia el norte en febrero o marzo y hacia el sur en octubre-noviembre. Su espectacularidad no deja indiferente a nadie cuando decenas de miles de ejemplares atraviesan los cielos y las montañas del Pirineo.