La ría de Arousa es un brazo de mar en el que desemboca el río Ulla. En medio se alza la Illa de Arousa, con sus 36 kilómetros de costa que por obra de la ingeniería humana se convertido en una península gracias a un istmo artificial que comunica de manera permanente este municipio con el vecino de Villanueva de Arousa.

Este entorno, declarado Reserva Natural por la Unión Europea, ofrece magníficas y largas playas de arena blanca, muestra peculiares formaciones rocosas erosionadas tras miles de años de sufrir la acción del agua y del viento, aguas cristalinas en las que bañarse y disfrutar de deportes acuáticos.

Aunque se puede llegar en coche, lo mejor es dejarlo aparcado disfrutar de la isla a pie o en bicicleta para ir encontrado rincones con encanto que ofrecen secretas vistas que no se olvidan. Son numerosas la rutas y sendas que invitan a perderse por una naturaleza viva que aúna mar y tierra.

1. Ruta do Faro

La Ruta do Faro es uno de los senderos naturales en la Illa de Arousa. Este paseo, apto para toda la familia y sin apenas dificultades, discurre hasta el conocido faro de Punta Cabalo (construido en 1852 y todavía en activo aunque automatizado). Es uno de los más sencillos y agradables para recorrer en grupo y con personas de cualquier edad.

Sin apenas desniveles, el recorrido da comienzo en la zona del puerto do Xufre, a la altura de la playa do Nabal, y avanza hacia la punta do Campelo a través de caminos de tierra, pasarelas de madera y un entorno envuelto por arenales y naturaleza. La ruta llega a su fin a la altura del emblemático faro de punta Cabalo, que ofrece una magnífica vista de toda la entrada a la ría. Y si la hora es la adecuada, la puesta de sol que se puede contemplar tiene fama por todo el norte peninsular.

Además, llegar tiene premio. La automatización del faro dejó en desuso la mayor parte del edificio. La antigua vivienda del farero es ahora un restaurante especializado en productos del mar. Por la noche se puede descubrir en el horizonte los guiños lumínicos que lanza el faro de la isla de Sálvora, que protege la entrada de la ría cuando ruge el Atlántico.

2. Ruta de Os Cons

Esta ruta recorre la costa de la isla de norte a sur y pasa por los cons más destacados. Estos cons no son otra cosa que enormes rocas graníticas esculpidas de forma caprichosa por la erosión y que destacan sobre el paisaje sirviendo de marca y orientación a los pescadores que salen en sus barcas a faenar por la ría.

Son siete kilómetros de costa que se pueden cubrir en unas cuatro o cinco horas en función del estado físico de cada cual o del tiempo que se dedique a admirar cada una de estas espectaculares peñas de formas y estructuras muy características

Más allá de las piedras naturales, a lo largo del itinerario los visitantes también podrán apreciar algunas de las composiciones del escultor Camilo Otero (1932-2003), que quiso contraponer la obra de la naturaleza con la salida de la sensibilidad y arte humano.

La ruta se divide en dos recorridos. El primero recorre la zona norte y tiene su punto de partida en el faro de punta Cabalo, donde se pueden contemplar los cons do Faro, Escorregadoira, de Navío y el de Tres Pés. El recorrido continúa hacia el sur bordeando la costa hasta llegara a los cons de Barbafeita y do Niño Corvo. Y más allá, en el mar, se alzan los islotes de Pedregroso y Areoso. Las últimas rocas del rcorrido son las de Abella, Retellado, do Forno y da Grañeira.

La zona sur dispone de un menor número de estas formaciones rocosas en su recorrido, pero lo que lo hace reseñable son los espacios naturales por los que pasa. Arranca en las proximidades del conocido Con de Abilleiray pasa por el monte del Molino de Viento, donde podremos disfrutar de una panorámica excepcional. Más adelante, la senda llega hasta los cons del Castro de Quilma y del Parque Natural de Carreirón, así como el de Cocodrilo. Para conseguir un relajante final, un baño en la playa As Salinas.

3. Parque Natural de Carreirón

Ya que estamos en el sur de la Illa de Arousa, lo más oportuno es conocer con calma el Parque Natural de Carreirón. Es un enclave privilegiado donde diferentes ecosistemas naturales, tanto marítimos como terrestres, conforman el hábitat perfecto para numerosas especies.

Así, el ejemplo de conservación y respeto por el medio que muestra este parque ha logrado que sea considerado Zona Internacional de Especial protección de Aves para la Comunidad Europea, que lo ha integrado en la Red Natura 2000. De esta manera, no es de extrañar que este territorio sea un punto de gran atractivo para los amantes del senderismo y la naturaleza.

De todos los recorridos que se pueden realizar, el más popular es el sendero de Pilros, una completa caminata entre marismas, complejos de dunas, lagunas, roquedales y calas. Los ornitólogos y pajareros se apresuran a venir en primavera, cuando las aves migratorias llegan a este entorno para tomarse un descanso o para empezar a cría a la siguiente generación.

De hecho, el nombre de la senda se debe a una de las especies que pueden verse en este itinerario, un ave nómada y de tamaño menor conocida como pilros en Galicia y correlimos en el resto de la península.

Otros habitantes de esta reserva se pueden contemplar de dos observatorios especialmente adaptados que se han levantado en punta Carreirón. Garzas, diversas especies de patos, zancudas variadas y otras aves de humedales se unen al correlimos, al pilros, para dar vida a Illa de Arousa.