"El uso de un calzado que tenga hormas y materiales inadecuados puede ser el origen de una gran parte de los problemas de los pies (juanetes, callos, hongos…). Es muy importante elegir el calzado con cabeza, pensando en lo mejor para nuestros pies. Nuestros consejos pueden servir para mantener sus pies sanos", así es como desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hablan de la importancia de elegir un buen calzado.

Para elegir un buen zapato de la OCU recomiendan asegurarse de que los dedos tengan espacio suficiente y libertad de movimiento. Además, es recomendable probar el alzado en el pie más ancho y de pie, ya que en esa postura el pie se ensancha. La parte delantera debe ser flexible, permitiendo doblarse como el pie al caminar, las costuras deben estar bien acabadas y ser estancas, y el material debe facilitar la transpiración, como el cuero. Asimismo, el tacón no debe superar los 3 cm si el uso es diario, y la suela debe ser firme, no deslizante, gruesa para amortiguar impactos, y ligeramente levantada en la parte delantera. Y no solo eso, el revestimiento interno debe ser suave y sin costuras que rocen.

Tres zapatos que un podólogo nunca usaría

"Tres zapatos que nunca usaría como podólogo", comienza diciendo el podólogo Héctor Alonso, con nombre de usuario @hectoralonso.podologo que cuenta con más de 97.000 seguidores en Instagram.

Acompañado del texto "Si usas estos zapatos.... ¡ten cuidado!", el experto enumera el tipo de calzado que él como especialista nunca usaría.

Crocs

"Esta puede ser una opinión impopular", comienza diciendo el podólogo. Una opinión que Héctor Alonso argumenta de la siguiente manera: "Son demasiado blandos e inestables. Si tienes los pies muy flexibles y se te tuerce el robillo fácilmente, este zapato no es para ti. Cuando caminas se comprime tan fácilmente que literalmente caminas sobre un cojín y tal vez por eso te duelan los pies al final del día. Te sientes bien pero lo que no ves es que tus músculos, tendones y ligamentos se están fatigando más rápido. Haz la prueba un pie con Crocs y otro pie descalzo y luego intenta mantener el equilibrio sobre una pierna en tus Crocs y verás lo completamente inestables que son".

Sandalias

"No se unen a tu pie y solo aletean", empieza diciendo el podólogo en relación a las sandalias. "Tus dedos se tienen que ir agarrando, causando dedos en garra. Al hacer hace que no levantes el pie lo suficiente", añade Héctor Alonso.

Flexible sin cordones

"Al igual que las Crocs, son muy inestables. Es muy común verlo en personas mayores, que ya de por sí les cuesta mantener el equilibrio. El pie al caminar está rodando de lado a lado. El calzado con cordones mantiene firme el tobillo evitando esa rotación excesiva", añade el podólogo.