Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN) España es el principal país productor de aceite de oliva (un tercio del total mundial), seguido de Italia, Grecia y Turquía. Una aceite vegetal que se extrae de la aceituna, el fruto del olivo.
Una aceite vegetal imprescindible en los hogares
En función del proceso de elaboración, grado de acidez, índice de peróxidos, absorción del aceite en el ultravioleta, y características organolépticas, entre otros, el aceite de oliva puede ser de un tipo u otro. Los expertos de la FEN hablan de seis tipos de aceites de oliva.
"Aceites de oliva vírgenes: extraídos por procedimientos mecánicos u otros procedimientos físicos que permitan obtener el 'zumo' de la aceituna de forma natural. Aceite de oliva refinado: obtenido a partir de aceites de oliva vírgenes sometidos a un proceso de refinado. Aceite de oliva: compuesto exclusivamente por mezclas de aceites de oliva refinados y aceites de oliva vírgenes distintos del lampante. Aceite de orujo de oliva crudo: obtenido por tratamiento con disolvente del orujo de oliva. Aceite de orujo de oliva refinado: obtenido por refino del anterior. Aceite de orujo de oliva: obtenido por mezclas de aceite de orujo de oliva refinado y de aceites de oliva vírgenes distintos del lampante", detallan desde la Fundación Española de la Nutrición.
¿Por qué es recomendable tomar una cucharada de aceite de oliva virgen extra al día? Un cardiólogo responde
"¿Por qué tomo una cucharita de aceite de oliva virgen extra todos los días?", comienza planteando el cardiólogo Aurelio Rojas en una de sus publicaciones en Instagram, donde acumula más de 426.000 seguidores.
"Pues, no es por la moda, ni porque esté buenísimo. Es porque tengo un corazón y un cerebro que quiero cuidar muchos años más. Y es que, presta atención, un estudio reciente de la Universidad de Harvard ha demostrado que quienes tomar aceite de oliva virgen extra cada día tiene un 28% menos riesgo de demencia. Sí, una cucharadita puede ayudar a proteger tu memoria. Y no solo eso, el estudio PREDIMED encontró que reduce un 30% el riesgo de infarto o ictus. Sin dietas milagro y solo añadiendo aceite de oliva. Además, ayuda a bajar el colesterol malo, a cuidar el intestino y a reducir la inflamación, como el mejor antiinflamatorio natural. Una cucharadita al día, pequeño gesto, gran diferencia", explica de manera detallada el experto.