Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que "todas las personas, sea cual sea su edad y capacidades, pueden ser físicamente activas y en que cada tipo de movimiento cuenta".
De 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada por semana
En esa misma línea, señalan que se "recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes".
Una teoría que afirman de la siguiente manera: "la actividad física regular es fundamental para prevenir y ayudar a manejar las cardiopatías, la diabetes de tipo 2 y el cáncer, así como para reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad, disminuir el deterioro cognitivo, mejorar la memoria y potenciar la salud cerebral.
En esa misma línea, desde la Clínica Universidad de Navarra (CUN) mantienen que "un estilo de vida saludable que incluya la actividad física, relacionarse socialmente y una actitud mental positiva son algunos de los factores que pueden influir en una vida longeva en algunos individuos. Aumenta la esperanza de vida, reduce la progresión y el desarrollo de algunas enfermedades crónicas mientras se disminuye el riesgo de la discapacidad del individuo".
"Si comes justo después de entrenar se pierden parte de los beneficios del ejercicio", según un cardiólogo
Con más de 225.000 visualizaciones y más de 8.900 me gustas, la publicación del cardiólogo Aurelio Rojas, conocido en redes sociales como @doctorrojass, donde en Instagram tiene más de un millón de seguidores y en TikTok más de 185.000 seguidores, no ha dejado a nadie indiferente. En ella, el experto y creador de contenido explica si es mejor comer antes o después de hacer ejercicio.
"Cuando haces ejercicio tu cuerpo libera una proteína clave llamada 'factor de crecimiento de fibroblastos 21'. Esto no lo sabías, pero se trata de una señal de reparación de tu cuerpo con increíbles efectos positivos. Activa la quema de grasa, mejora la sensibilidad a la insulina y protege tus células y sus mitocondrias del estrés oxidativo. Sí, incluso las del corazón. Si comes justo después de hacer entrenar, especialmente carbohidratos de rápida absorción, esa liberación de FGF21 se corta en seco y con ellas se pierden parte de los beneficios para tu salud del entrenamiento. Para que lo entiendas, tu cuerpo pasa del 'modo reparar y regenerar' al almacenar. Si tu entrenamiento es largo o intenso porque eres deportista, comer antes sí puede ser necesario, pero para el 90% de personas restantes, que su objetivo es mejorar la salud metabólica, la longevidad celular y el equilibrio hormonal para estar sanos, lo ideal es esperar entre 45 y 60 minutos después de hacer ejercicio para comer. Ese intervalo de tiempo permite que tu cuerpo siga activando rutas de reparación, regulando la insulina adecuadamente y aumentando la eficiencia energética de tus células. Así que no es solo lo que comes sino cuándo, tu corazón también lo nota y pequeños gestos como este, que nunca te habían dicho, cambian más tu salud de lo que te imaginas", explica de manera detallada Aurelio Rojas.
Qué comer antes y después de entrenar para cuidar tu salud y tu corazón
Pero el relato del cardiólogo no se queda ahí. "¿Qué comer antes y después de entrenar para cuidar tu salud y tu corazón? Antes de entrenar (solo si lo necesitas) (45-60 min antes) come algo ligero si tu sesión será larga, intensa o en ayunas, o si notas mareo o debilidad. El objetivo es dar energía sin elevar demasiado la insulina. Opciones ideales: yogur o kéfir natural con semillas o fruta baja en azúcar (arándanos, manzana, frutos rojos), un plátano con un puñado de nueces o almendras, pan integral o de centeno con aguacate o jamón y café o té verde si lo toleras: aumentan el rendimiento y la oxidación de grasa (no tomar en la tarde!). Después de entrenar (espera 45-60 min para potenciar la reparación celular). Durante esa hora tu cuerpo sigue liberando FGF21, una hormona que activa rutas de reparación, mejora la sensibilidad a la insulina y protege tus mitocondrias y tu corazón. Después de ese tiempo, sí conviene reponer nutrientes de forma equilibrada. Si tu entrenamiento fue de fuerza: tortilla o huevos con verduras y aguacate, yogur o kéfir con proteína en polvo natural y frutos rojos y arroz o boniato con pescado azul (salmón, caballa, sardina). Si fue de resistencia o cardio largo: avena o pan integral con plátano y semillas, ensalada con legumbres (garbanzos, lentejas) y aceite de oliva virgen extra y batido de frutas naturales con yogur o kéfir sin azúcar", añade el experto.