Allá por 1923, hace cien años, un joven Ernest Hemingway visitó Pamplona durante las fiestas de San Fermín. Una ciudad que le cautivó e influyó en su persona y carrera profesional. El premio Nobel sentía una gran fascinación por la capital navarra hasta tal punto de pensar que Pamplona “era suya”. Un enamoramiento que terminó en una locura, hasta el fatal desenlace de Hemingway.

Hemingway en su primera visita a Pamplona, en 1923

Hemingway en su primera visita a Pamplona, en 1923 ARCHIVO DIARIO DE NOTICIAS

Muchos son aquellos que han intentado imitarlo, cientos han escrito sobre él y demasiados han fantaseado con su historia. Porque muchos son los mitos que corren por el mundo acerca del autor y Pamplona. Suele destacar como el primer extranjero que vino a Iruña y escribió sobre la misma. Pero la verdad es muy distinta. Fue un falso rumor el que dijo que fue el primer extranjero en escribir sobre las fiestas de San Fermín. Una leyenda que el propio Ernest ayudó a crear. Fue él mismo quien afirmó que él y su mujer fueron los únicos extranjeros en esas fechas. Algo que es completamente falso, ya que se encuentran documentadas las visitas de otros extranjeros en dichas fechas con anterioridad. Un escritor inglés ya le tomó la delantera a finales del siglo XVIII publicando una reseña sobre los sanfermines. También añadir que las fiestas de San Fermín ya estaban incluidas en un calendario de festividades populares en revistas americanas e inglesas del siglo XIX. Vamos, que siento desvelaros que el autor de ‘Fiesta’ no descubrió las mejores fiestas del mundo al resto del planeta.

Hemingway en su visita a Pamplona en 1925. ARCHIVO DIARIO DE NOTICIAS

Tras este primer golpe de realidad, no vamos a parar. Es conocido por todos que el autor norteamericano visitó Pamplona por primera vez en 1923 y lo hizo periódicamente cada año por San Fermín. Algo que es falso, ya que Hemingway estuvo solamente 9 veces en Pamplona en fiestas. Fue en 1923, 1927, 1929, 1931, 1953 y 1959. Aunque el escritor prometió que iba a venir todos los años. Pasaron más de 20 años entre su visita en el 31 y la siguiente en el 53. No regresó a Pamplona hasta el acercamiento entre Estados Unidos y España en los 50.

También termina aquí la falsa creencia de que a Hemingway le conocía “todo el mundo en Pamplona”.

Todo cambia en el año 59. Por entonces, ya su fama había crecido porque ya le habían dado el premio Nobel y era más conocido por la prensa, y se le empieza utilizar como reclamo turístico en Pamplona. Incluso él reconoció que durante ese año sintió agobio porque mucha gente le paraba para hacerse fotos y pedirle autógrafos. Ese año fue el último que vino a Iruña.

Otra de las leyendas que se cuentan es que se alojaba en el Hotel La Perla. Sí se alojó en el Hotel La Perla, pero solo una vez, en 1924. El resto de ocasiones se quedó en el hotel Quintana. Se encontraba en el lado contrario de la Plaza del Castillo, que era regentado por Juanito Quintana, gran aficionado a los toros, como Ernest.

Hemingway en Pamplona en 1959 . ARCHIVO DIARIO DE NOTICIAS

No comenzó su famosa novela en el Café Iruña. El hotel La Perla no es el único que ha sabido aprovechar bien el tirón de un falso mito sobre Hemingway. También el Café Iruña. Aunque en este caso no es todo mentira. Hemingway sí visitó el Café Iruña, pero no lo hizo en los años 50 , sino en los 20, y no empezó a escribir ahí 'Fiesta', como cuenta la leyenda. El propio autor relata en varias de sus cartas que la novela la comenzó nada más salir de Iruña en tren hacia Madrid.

A pesar de ello, Pamplona le guarda mucho cariño. Aunque no fuese quién nos lanzó a la fama y tampoco es cierto todo lo que aparece en sus páginas de ‘Fiesta’. Porque los Sanfermines hay que vivirlos.