Los augurios de pura esencia navarra futbolero-taurina indicaban fiesta tipo rojo giralda con la gitana tirando cartas diciendo que Osasuna y La Palmosilla saldrían campeón. Ni gitana, ni cartas ni Osasuna ni "puta Uefa oé" ni palmosillas ni "ná de ná". Si acaso una terna ya viejuna de Barricada, Concha Velasco y su Chica yeyé. Habrá que mirarse un poquito de por favor esas estridencias inquisitoriales en los primeros tercios de los toros que enmarcan las viandas. Mucho peor que no apareciera la gitana.
Decepción con los toros del viento tarifeño que se esperaban para redondear una terna de triunfos por su movilidad. de las hechuras nada que objetar, se vieron perfectas desde las tirolinas por Santo Domingo y la Estafeta. Mas la esperada complicidad con los antiguos corrikalaris que demostraron en 2019 y 2022 no alcanzó lo esperado. Y esos que dos buenos tiazos, como Aspirante y Carafeo, que hacían quinto y sexto, elevaron la función un tanto., Hasta el punto que si escribano y Valadez son precisos con los aceros quitaríamos del titular lo de la gitana y hubiéramos puesto Sendas orejas para Escribano y Valadez. Tampoco se dio el caso. El personal pensó que, ¡bueno, la cosa ha ido ligera y no ha llovido!
El encierro gaditano, ya lo dijo en la previa su propietario, Javier Núñez, vino más justo de preparación que en años anteriores por penurias climáticas y de nutrientes en el campo.
Lo mejor el lleno total, el jo hay billetes que agradecerá la Meca y la propia historia de la vieja Iruña, Navarra y su tauromaquia.
Rafaelillo llegó muy comprometido como demostró en sus saludos con el capotes y sus aperturas de faena de muleta. Trajines, algún acople, mucho trabajo, pero pocas opciones de acoplarse como si consiguió el año anterior con los toros del mismo hierro. Una cosa de agradecer: el uso de la espada en la suerte suprema. Podríamos decir sin equivocarnos que si Escribano y Valadez esgrimen la tizona del de Lorca, la tarde se hubiera saldado con dos o tres orejas. En fin, un poco rollo contarlo que pudo ser y no fue. Lo que más entonó, y no por se la postrimería, fue el acople que por momentos consiguió Leo Valadez ante el sexto. Hubiera cortado una justa oreja. parecía que tras la estocada al primer intento ya estaba cortada. Lejos de la realidad, lo tendido del acero y el mitin con el descabello emborronó todo atisbo de rascar un poco hacia el aprobado de la tarde.
Por sacar algunas virtudes a la materia prima también podemos indicar que el primero, un precioso castaño que atendía a escandalito y que cumplió en varas con cierto brillo no encontró el dominio que parecio requerir por parte de Rafaelillo. Otro castaño, el 4º, Mirlón, estuvo como el torero, deslabados. Como hemos dicho, con la espada, igual que el año anterior aquí y con los Victorinos en Alicante hace varias semanas, muy preciso.
Manuel Escribano se fue sus dos toros a portagayola. Méritos indiscutibles a parte, no apretó luego para redondear el saludo.Tampoco en banderillas: voluntarioso pero fallón el quiebros, traserías y violines. Joe, que pena en el esperado día de nuestro patrón morenico. Me veía con la gitana loca por Jarauta, tirando cartas de bravura y encaje apasionado. Más ná. Más este sábado, Cebada Gago.
