Cebada en tipo actual
Tarde de pegajoso calor la vivida hoy en la Monumental pamplonesa. Tarde ventilada en dos horas desde que salió el primer Cebada hasta que rodó el último tras cinco descabellos del esforzado francés Juan Leal, que le ha tocado salir a torear tres toros completos y terminar con el primero de Fonseca. Y olvidándo de inicio lo que los coletudos y los suyos han hecho en suerte, me voy al ganado que tiene mucho que contar. Lo primero, y que seguro gustará en la casa de Medina Sidonia, la presentación de los animales ha sido impecable. Todos cinqueños, incluso uno sobrero al ocurrir al 30 el percance matinal a la altura de Cortes de Navarra perdiendo la vaina y entrando en corrales así.
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Y encima, su sustituto, lidiado en primer lugar ha sido el de mejor clase y mayor interés de la tarde demostrando su buena condición de principio a fin. Dicen que en esto de los toros es mejor acabar bien, que de los principios nos olvidamos. Hoy, en clara falta de raza en muchos de los animales, que ya no son aquellas avispas picoteadoras que ponían en enorme tensión a todos los tendidos, sí podemos afirmar que la corrida ha sido muy interesante desde el punto de vista animal, y ha tenido a los tendidos, al menos a los del sombrío, atentos al desarrollo y juego de los muchachos de La Zorrera.
Y por eso deja perplejo a más de uno, que si ya no son aquellos que se comían por delante a los mayores gladiadores de la escuela bípeda, sino que se dejan torear, con sus cositas, que dirían en el campo, sigan viniendo a Pamplona como único reducto, y no encuentren más lares del circuito que quieran ver algo, al menos diferente a lo habitual. Y dentro del primer buen toro, el descolgado y humillador último es de nota, y con el percance de Fonseca, que se ha ido al hospital con una luxación de codo, herida que ya venía con él, pero, amarrategui, no deja paso a otro más capaz en cuanto a salud se dice, Román ha estado firme, conocedor y sabedor, y el francés Leal, como decía al principio ha toreado hoy más de lo que pensaba al salir del hotel. Hoy por tí, mañana por mí.
Y con ellos, bellos ejemplares, alguno de rancio abolengo antiguo que no gusta al taurinismo, y no cuadra con la Tauromaquia 4.0 de hoy en día, y otros, repito, que al adolecer de esa pequeña raza y genio de sus ancestros, quizás parezca que están hábiles para todas las manos, mas vemos que no es así. Habría que ser menos proceloso en el encaje de cuerpos de los lotes solicitados y gustarnos de una cuatreñada de esta casa para ver si ese año nos encontraríamos hoy un poco más amables de lo que eran. Pero ahí lo dejo, siempre sea con estos Cebadas, que como ya escribía en el especial, tienen tanto predicamento en esta city, que ya son considerados como de casa. Y esperando ver gladiadores bregando con su genio como gusta en estos lares, nos quedemos con toros que se dejan y que no han mordido a nadie.