En cuestión de pintxos Navarra sigue siendo clásica. Y es que a la hora de elegir su ración preferida, los navarros se decantan por los calamares a la romana, las patatas bravas y la tortilla de patata. Nada sofisticado, nada cool. Las tapas de siempre son las que ocupan los primeros lugares del ránking, según una encuesta elaborada por el instituto de investigación Quota Reseach para la campaña Pan cada día con el objetivo de difundir las propiedades y beneficios nutricionales de este alimento.

Salir de pintxos es una de las grandes aficiones de los navarros durante el verano. El 70% lo hace con más frecuencia que en cualquier otra época del año. Un 35% elige la hora de la cena, un 26% lo hace indistintamente al mediodía o por la noche, y un 23% prefiere tomarse esas raciones para comer. En lo que respecta a lacompañía, más de la mitad se decanta por la familia y un 43% por los amigos, según indica el informe.

Los navarros encuestados reconocen que en vacaciones toman más raciones porque "apetece más salir de tapas", "picas un poquito de todo" o porque compartes un momento ameno y distendido. Otras causas van encaminadas al ahorro de tiempo y a su sabor. "Te ahorras el cocinar" o "no puedo resistirme. Están muy ricas" son otras de las declaraciones de los consumidores.

Esta encuesta, asimismo, pone de manifiesto que los calamares a la romana (31%), las patatas bravas (22%) y la tortilla de patata (14%) son las raciones preferidas de los navarros, y que en un 94% de los casos siempre les ponen pan. Es más, para un 78% de los encuestados las raciones no serían lo mismo sin él. En este sentido, una quinta parte de los encuestados asegura que no podría comer sin pan una tortilla de patata, unos huevos estrellados (17%), una ración de ensaladilla rusa (15%), una tabla de ibéricos (14%) o una de patatas bravas (11%).

A la hora de analizar las dos tapas preferidas por los navarros, la doctora Marcela González Gross, profesora de nutrición y deporte en la Universidad Politécnica de Madrid asegura que "los calamares es un alimento rico en calcio y vitamina A y tienen un bajo aporte en calorías mientras que la patata de las bravas, es una rica fuente de vitamina C". En cualquier caso, ambas raciones, prosigue González Gross, se complementan estupendamente con el pan, fuente de hidratos de carbono, fibra, proteínas, vitaminas y minerales, que no puede abandonarse en verano para no desequilibrar aún más nuestra dieta".