pamplona. Los farmacéuticos constatan que cada vez hay más interés por la homeopatía en Navarra. ¿A qué lo atribuye?
El interés es creciente y se debe influencia de otros países, que tienen la homeopatía dentro de la medicina oficial. Cada vez hay más convencimiento de que con la homeopatía hay mucho de ganar y poco que perder, en el peor de los casos los usuarios dicen que los medicamentos no les hace nada, que no tiene efecto, pero en la mayoría de los casos comentan que funcionan y con una toxicidad prácticamente nula.
¿Quiénes la demandan?
Hay pacientes que repiten porque los medicamentos homeopáticos les han resultado eficaces y otros los prueban como alternativa porque han oído hablar de la medicina homeopatía con muy buenas referencias. El grado de repetición es alto y durante años, sobre todo en personas que han estado en el extranjeros y que son los mayores usuarios de homeopatía. Además de los navarros en general, también la demandan peregrinos que están haciendo el Camino de Santiago.
¿Para qué tipo de enfermedades es más adecuada?
Los granulitos, la forma más común de presentación, son para patologías comunes, sobre todo problemas agudos, como dolores articulares, agujetas, fiebre, catarros..., pero también hay medicamentos homeopáticos para trastornos de insomnio, nervios, en forma de gotas. Parece que tomar homeopatía conlleva una liturgia que también influye en que guste. El paciente que tiene problemas crónicos relacionados con los huesos, por ejemplo, la emplea, pero a la vez que la aleopática, la tradicional
¿Su pueden tratar enfermedades graves como el cáncer con homeopatía o estos tratamientos tienen sus límites?
Para enfermedades graves y terminales, carcinomas, por ejemplo, los enfermos acuden a la farmacia con prescripciones de países como la India, donde hay especialistas en homeopatía para personas con problemas muy serios. Estos pacientes vienen con dosis determinadas muy diferentes a las habituales y que hay que encargar. He visto gente con cánceres terminales agarrarse a esos médicos indios con esperanza de curarse, pero combinando la homeopatía con fármacos tradicionales, complementando el tratamiento. Lo más normal, sin embargo, es emplearla para enfermedades comunes.
¿También cuenta cada con más partidarios entre pediatras y padres? Como no es tóxica se acude a ella con la finalidad de tratar cólicos de lactante, inflamaciones de garganta, problemas de dientes, catarros... Incluso hay padres que intentan evitar a sus hijos los antibióticos y recurren a la homeopatía para tratar las infecciones. Parece que a algunos si les ha funcionado, pero, a mi juicio, en temas de infecciones parece que la homeopatía toca techo, no obstante, insisto en que hay gente que se vanagloria de pasar las infecciones sin tocar los antibióticos, pero son los menos.
¿Los pacientes demandan que los medicamentos homeopáticos tengan financiación pública?
El criterio es que si hay países como Alemania, Francia y Reino Unido que los financian no es porque sean más tontos. Aquí sigue siendo una hermana maltratada. El único tratamiento adecuado que recibe por parte de la Administración es que todavía mantiene el IVA como un medicamento, pero no hay visos de cambio. La gente demanda que se financie pero asume que es una batalla perdida.
¿Es cara la homeopatía?
Comparativamente con los demás tratamientos, sí, pero esto se debe a que la medicina alopática es artificialmente barata a día de hoy. Los medicamentos habituales han ido abaratándose a unos niveles que llegan a ser de la mitad de precio que en Suiza o Alemania. Y la homeopatía no baja de precio, sigue su marcha con pequeñas subidas, aunque la homeopatía clásica no ha subido de precio desde hace un par de años.
Hay que insistir en que los pacientes compren homeopatía no en herbolarios sino en farmacias, donde cada vez hay más oferta.
Exclusivamente en farmacias. Ahora está extendida sobre todo para patologías comunes. En las farmacias hay un kit de supervivencia, por decirlo de algún modo, con 40 o 60 especies diferentes, cada una con sus dosis diferentes, pero los médicos homeópatas cada vez van más allá y ya no recurren a 60 especies sino a 300. La farmacia empieza con poco pero es una bola de nieve. La homeopatía empezó siendo algo testimonial en las farmacias pero ahora hay que tener un montón de medicamentos, aunque los consumidores son muy disciplinados en relación a los encargos, que son servidos con rapidez por los laboratorios.
¿En qué se diferencia de la fitoterapia?
No tienen nada que ver. La fitoterapia es medicina alopática, es decir, tradicional pero partiendo de extractos o plantas. La homeopatía es curar con algo semejante, si tienes alergia a la picadura de una abeja te prescriben pequeñas dosis de picadura para que tu organismo desarrolle el efecto contrario. Es una especie de envenenamiento a pequeñas dosis.