Pamplona. Estas cantidades, que también dependen de la superficie de la vivienda y de la calidad de los materiales empleados, suponen hasta un 25% menos de lo destinado a la rehabilitación de vivienda hace cuatros años, antes de estallar la crisis. "Como en la mayoría de los sectores, la crisis se deja notar sensiblemente en la reforma de viviendas, y estos efectos se han notado de forma más aguda en los últimos 12 meses. Todas las empresas del sector hemos visto rebajada nuestra cartera de pedidos, y también ha cambiado considerablemente las condiciones en las que los clientes nos solicitan presupuesto, ahora les preocupa enormemente el control del gasto en su proyecto de reforma, antes primaba la calidad, la profesionalidad y el plazo de ejecución, ahora estos aspectos se siguen valorando, pero prima el precio", explica Félix Velilla, de Servicons, empresa de reformas e interiorismo.

La inestabilidad laboral y la falta de financiación están echando por tierra o retardando las obras -entre enero y mayo, el Colegio de Arquitectos ha visado 227 proyectos de rehabilitación, frente a los 300 del mismo periodo del año pasado, un 24,3% menos-, aunque en ocasiones el deterioro de las instalaciones obliga a meter el pico y la pala sin demora, cuando esto sucede los propietarios pagan unos 1.000 euros por metro cuadrado en reformas integrales con calidades óptimas. "Los clientes siguen solicitando presupuestos a las empresas del sector, pero muchos lo hacen como curiosidad, a título informativo o pensando que con la crisis van a encontrar chollos, pero los chollos no existen, un cliente bien informado puede encontrar una oferta puntual pero, nadie da duros a 4 pesetas", añade.

SIN FINANCIACIÓN

La recesión económica, pero también el cierre del grifo de las ayudas a la rehabilitación han castigado no solo a los propietarios, sino también a las empresas del sector. "La crisis ha hecho que se reduzca el número de reformas y las que se realizan tienen los precios muy ajustados, tanto en materiales como en mano de obra. En esta reducción de las reformas también ha influido mucho la disminución de las ayudas a la rehabilitación concedidas por la Administración", explica María Lacasa, de la firma integral de reformas Arq Deco Factory. "La gente las aprovechó cuando salieron, pero el Gobierno de Navarra las ha ido restringiendo hasta su desaparición. Las ayudas extraordinarias, con un máximo de 3.000 euros para reformas de cocina y baños, remontaron un poquito el sector, pero no de forma notoria, de hecho, el primer semestre del año pasado fue terrible, parado totalmente, porque los interesados esperaron a la convocatoria de las subvenciones. Las ordinarias que existían con anterioridad las han ido restringiendo hasta prácticamente anularlas", apuntan desde Contrucciones Antonio Flores, empresa de reformas de viviendas y locales comerciales.

La caída de los ingresos y la desaparición de las ayudas públicas suponen un reto para los profesionales. "Muchos clientes te plantean que tienen un presupuesto determinado, del que no pueden desviarse, y somos los profesionales quienes tenemos que valorar la viabilidad de la reforma que plantean en el presupuesto que tienen para ejecutarla". Estas estrecheces en el bolsillo se traducen también en la necesidad para algunos clientes de realizar las obras en tandas o de buscar financiación. "Hay gente que ha querido meterse en una obra más general, que incluyera la cocina, los baños, un cambio de puertas, etc, pero al reducirse las ayudas han tenido que replantearse su idea inicial. Al no contar con subvenciones, hay clientes que necesitan financiación por la envergadura de la obra total, pero en ocasiones los bancos la niegan. Una de nuestras clientes quería reformar la cocina y los baños, pero a la vez debía pagar las obras del portal, que son obligatorias, le tasaron mal el piso y no pudo acceder a la financiación, así que lo ha dejado todo hasta el año que viene y si se recupera hará la cocina o los baños", destacan desde Antonio Flores sobre un problema generalizado en el sector de la vivienda, el estrangulamiento del crédito. "La financiación ahora es muy complicada de conseguir. Los particulares y las comunidades solo hacen las obras estrictamente necesarias para el mantenimiento de su hogar, portal, fachada, etc. Se hace únicamente lo que no queda otro remedio, no se llevan a cabo otro tipo de mejoras", expone Ixone Sánchez, de Sadar, Reformas y Mantenimiento.

Pese a la incertidumbre económica, aún hay lugar en Navarra para las grandes reformas. "Últimamente se está consolidando una tendencia de retorno a la ciudad de aquellos que en su día apostaron por viviendas unifamiliares en el extrarradio. Este fenómeno genera nuevas oportunidades y contrarresta los efectos de la crisis", argumenta Iñigo Beguiristain, autor de la reforma de una vivienda en Pamplona nominada al AIT International Award 2012 en la categoría de interiores, y que recomienda, sobre cuándo realizar una reforma, "amortizar en la medida de lo posible la obra y las instalaciones originales y aplazar los pequeños retoques hasta que se vea justificado acometer una reforma integral, momento en el que se debería cuestionar también la idoneidad de la distribución preexistente".