Se han escrito muchos libros sobre el bombardeo de Gernika. Pero pocos como el de Xabier Irujo desactiva todas y cada una de las mentiras con las que tanto el régimen franquista como el nazi trataron de crear una cortina de humo sobre lo que fue el experimento más realista de lo que iba a ser luego la II Guerra Mundial. Xabier Irujo no duda en colocar en este contexto internacional lo sucedido en una tarde como hoy justo hace 80 años , cuando la aviación alemana arrasó la simbólica villa vasca. El columnista del New York Times D.W. Brogan lo resumió de manera clara: “El bombardeo de Gernika demostró que Gran Bretaña había dejado de ser una isla. La seguridad geográfica que le había salvado de invasiones y bombardeos había caído ante el radio de acción de la Luftwafe”, escribía en 1937. A continuación se reproducen algunos extractos de este trabajo de investigación que arrojan luz sobre una de la páginas más oscuras de la historia reciente.
aviación
Fuerzas descompensadas
David contra Goliat también en el aire
Si la avalancha de requetés y fuerzas regulares, con las comunicaciones con Francia cortadas, acorralaron al ejército vasco y la marina franquista bloqueaba la costas pese a las heroicas escaramuzas de bacaladeros artillados como el Nabarra, la correlación de fuerzas en los cielos -algo que se vio que iba ser determinante tras esta guerra- era aún mayor. En abril de 1937, 35 de los 51 bombarderos alemanes en el conjunto de la Península Ibérica (68,6%) se encontraban en el frente vasco donde la Aviazione Legionaria tenía 83 aviones, de ellos 18 bombarderos. Frente a esta masa aérea, la República poseía 8 cazas Polikárpov I-15 destinados en el aeródromo de Lamiako en Leioa (cerca de Bilbao) a principios de abril de 1937. Ni Madrid ni Barcelona pudieron responder a las peticiones de Agirre. La guerra civil se perdió en el cielo.
Responsables
¿Quién y por qué ordenó el ataque?
Un objetivo simbólico para Franco con finalidad práctica para Hitler
Xabier Irujo no tiene dudas. “Franco era el único que tenía potestad de ordenar el bombardeo de centros urbanos. Cualquier otra hipótesis carece de fundamento documental y responde en su caso a un debate generado por la literatura revisionista o reduccionista de este hecho histórico. Es preciso subrayar que Franco permaneció en el puesto de mando del general Solchaga todos los días que duró la operación hasta ocupar Bilbao. Por la noche pernoctaba en Vitoria y a la madrugada siguiente salía para el frente, donde dirigió las operaciones en compañía del general Vigón. La única razón de que no existan órdenes de bombardeo firmadas es que ni Franco, ni Mola, ni Kindelán querían firmar esas órdenes ni hacerse responsables de sus acciones”. ¿Las razones? A Franco le movía una finalidad acorde con su filosofía de sembrar el terror y de atacar un elemento moralmente simbólico para los vascos. A los alemanes, el árbol de Gernika y las guerras carlistas no les decían mucho, pero sí el hecho de que fuera un objetivo militar de alguna manera “virgen” (nunca había sido bombardeada), lleno de población civil (unas 12.000 personas) y sin defensa alguna”, lo que les permitió “experimentar ametrallamientos aéreos que junto a las bombas incendiarias constituían uno e los principales elementos de estudio militar del bombardeo”.
el bombardeo
Un ataque sin precedentes
Tres horas lanzando 47 toneladas de bombas sobre el 99% de las casas
El bombardeo de Gernika fue ejecutado de acuerdo con una nueva estrategia que combinaba el bombardeo de saturación o carpet bombing y bombardeo en cadena o shuttle bombing. “Richthofen calculó metódicamente la cantidad total de explosivo, la proporción de bombas explosivas e incendiarias así como el orden en que fueron lanzadas y la formación de vuelo de los bombarderos y cazas”. La densidad relativa del bombardeo de Gernika no tuvo precedente. Alrededor de 60 aparatos golpearon el centro urbano, un área de un km2, durante casi tres horas y media lanzando entre 31 y 47 toneladas de proyectiles. Los bombarderos Junkers Ju 52, Dornier Do 17, Heinkel He 111 y Savoia Marchetti SM 79 estaban diseñados con bodegas para bombas. En virtud del informe de Regiones Devastadas, 271 edificios fueron “completamente destruidos”, esto es, 271 edificaciones fueron destruidas en un 100% y el resto afectadas entre un 75% y un 15%. Tan solo un 1% de las viviendas de la villa no fueron afectadas por el bombardeo. Los datos de víctimas humanas aún son más difíciles de medir por el ocultamiento oficial aunque en base a algunos testimonios se habla de más 2.000 muertos.
mentira y negación oficial
Propaganda fascista
Un bombardeo que no existió durante la dictadura de Franco
Desde el primer momento los sistema de propaganda franquista y nazi negaron los hechos hasta el punto de difundir la versión oficial de que “los rojos” habían dinamitado la villa en su retirada. La prensa internacional se hizo eco de la realidad que nunca se enseñó en los colegios hasta la muerte de Franco.