- Javier Martínez es una de las más de 6.000 personas que han pasado el coronavirus en Navarra. Le pilló relativamente pronto, hace un mes, y sus síntomas fueron bastante leves, pero vivió con el miedo de contagiar a su mujer, Teresa Pérez, que tiene discapacidad después de haber sufrido tres ictus: "Pasé cuatro días malos, no con mucha fiebre pero sí con un fuerte dolor muscular, se me agarrotaban los músculos". Javier, que ayer salió con su mujer a pasear y a tomar el aire, recordaba que su mayor miedo era contagiar a su mujer que "tiene discapadidad porque ha sufrido tres ictus cerebrales y es muy vulnerable, mi temor era ese".

Sentados en un banco hablaban por teléfono con Ucrania, donde están sus tres hijos adoptivos. "Nos llamamos todos los días y les contamos cómo está la situación aquí y ellos nos informan de las novedades de allí. Todavía el virus no les ha golpeado con tanta dureza como a nosotros pero habrá que ver", señala Javier. Todos los veranos y navidades sus hijos adoptivos vienen a Pamplona a pasar unos días o, en su defecto, ellos viajan hasta Ucrania. "Los echamos mucho de menos y teníamos un viaje planeado para octubre, que no sé si lo podremos realizar, porque cuando pase esto habrá que afrontar la crisis económica y social que va a dejar el virus", reflexionaba.