a tempestad ya era historia. Por eso, cientos de niños y niñas salieron ayer con sus trineos y no pararon de tirarse por las nevadas cuestas de Iruña. Fue un domingo tranquilo en el que los más txikis pudieron disfrutar de la nieve sin problemas: las distintas policías municipales de la Comarca de Pamplona apenas informaron de incidencias de gravedad.

Pamplona recobró ayer la normalidad ya que todo el entramado urbano estuvo abierto al tráfico y el transporte público funcionó con total normalidad. Sin embargo, el sábado a la tarde, cuando la nevada arreciaba, la Policía Municipal tuvo que cerrar al tráfico de forma puntual las calles Monte Monjardín y Tajonar debido a un accidente. El balance provisional registra en total 10 accidentes de tráfico en la ciudad, tres de ellos por salida de vía y cinco por choque contra vehículos estacionados debido al mal estado de la calzada. Todos ellos provocaron daños materiales, pero, afortunadamente, ninguna persona resultó herida. A pesar de que la movilidad es total y la situación está controlada en la capital navarra, desde el área de Seguridad Ciudadana recordaron que, ante la presencia de nieve y hielo, hay que cambiar la forma de conducción y es necesario extremar las precauciones.

La localidad con incidentes más graves a lo largo del temporal causado por la borrasca Filomena ha sido Cendea de Zizur: dos salidas de vía y una persona que se perdió en el monte El Perdón que tuvo que ser rescatada por la Policía del pueblo.

Las dos salidas de vía se produjeron en Zariquiegui. "Gente imprudente que se ha metido en caminos rurales que estaban impracticables para cualquier vehículo", explicó la policía de Cendea de Zizur. Para más inri, una de las salidas se debió a que un vehículo se había metido en un camino rural que subía a El Perdón y al que no se podía acceder. "Había una clara señal de prohibido el paso, pero no hizo ningún caso", lamentaron desde el cuerpo policial. Además, no pudieron sacar el coche: "Hasta que no se vaya la nieve ahí se va a quedar", aseguraron.

La tercera irresponsabilidad la originó una vecina de Zizur Mayor que intentó subir a El Perdón a la tarde, cuando más fuerte nevaba, y no supo volver a su domicilio. "Había salido a pasear e iba dirección al monumento de los peregrinos, pero se perdió e iba sin equipamiento ni nada. Le tuvimos que llevar a casa en el coche patrulla. No nos hizo mucha gracia con todo el tema del coronavirus", expresó el cuerpo policial.

A partir de las 17.00 horas del sábado, la nieve cuajó en las carreteras y dificultó considerablemente la conducción. En Villava tuvieron dos "pequeños" accidentes de coche. El primero se produjo en la rotonda de la calle San Andrés, justo antes del puente, y se debió "exclusivamente" al mal estado de la calzada. En el segundo, en el puente de San Andrés, también afectó la nieve, pero sobre todo que el conductor conducía en estado de embriaguez. "Fue un accidente leve. El conductor venía dirección Huarte, se salió de la carretera, pero apenas tocó las vallas de protección", apuntó la Policía Municipal de Villava.

En Berriozar un vehículo también se salió en una de las rotondas de la avenida de Gipuzkoa y se llevó una señal de tráfico por delante. La Policía Municipal de la localidad informó de que no hubo ningún otro incidente reseñable a lo largo de la noche del sábado y ayer domingo: "A la mañana, aún había muchas aceras con nieve, sobre todo del casco urbano y en la subida al pueblo viejo. Pero no ha habido que lamentar ninguna caída. Los vecinos han sido cautos".

Para evitar caídas de sus vecinos en las aceras y afecciones en el tráfico rodado, Zizur Mayor echó mucha sal. En concreto, 6.000 kilos. "Activamos el protocolo de viabilidad invernal el Día de Reyes y no hemos parado de echar sal a las aceras. Además, el sábado tres vehículos con palas estuvieron constantemente limpiando y las brigadas de urbanismo municipal estuvieron echando sal hasta casi el toque de queda", explica Jon Goldan, alcalde de Zizur Mayor.

Los tres quitanieves de Egüés tampoco pararon de limpiar durante todo el sábado y la madrugada del domingo. "Para las 9 de la mañana ya estaban echando sal y quitando la nieve que empezaba a caer. Pararon para comer y siguieron todo el día sin parar. Estuvieron a destajo", relatan desde la policía del valle. El cuerpo explica que contar con un silo de sal propio, en el polígono de Egüés, les facilitó mucho su labor: "Permite cargar la sal bastante rápido".

Sin embargo, en líneas generales, Filomena no causó grandes problemas en la mayoría de localidades de la Comarca de Pamplona. En Aranguren, por ejemplo, no hubo ninguna incidencia: "Tuvimos un corte de luz, pero interno, no lo causó la nevada", destacó la Policía Municipal del pueblo. La misma tranquilidad se respiró en Barañáin: "No hemos tenido que intervenir debido a la nevada", comenta la patrulla de Policía Municipal que vigila las calles y carreteras desde las 06.00 horas del domingo. Tampoco sus compañeros por la noche. "Ni salidas de coche ni resbalones en las aceras. Hemos tenido todo bastante limpio", subrayan.

En Burlada solo tuvieron que atender "las típicas llamadas de vecinos para que se les facilite sal" y que emplearon para limpiar los accesos a sus respectivas viviendas y los de la Parroquia. El hielo aún resistía en algunas calles de Huarte, pero se podía andar con normalidad.