El monte Ezkaba, lugar habitual de entrenamiento para corredores, ciclistas y montañeros, vivió un escape room en una jornada única en la que 80 alumnos de 4º de la ESO y 1º de Bachillerato del IES Iparralde, IES Mendillorri, IES Zizur, CIP Donibane, IES Huarte, Colegio Larraona e IES Mendaur de Santesteban se dieron cita para poner en práctica los conocimientos adquiridos en sus clases de historia.

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Escape room en Ezkaba

El objetivo era investigar en profundidad los sucesos ocurridos en mayo de 1938, cuando 795 presos consiguieron escaparse durante unas horas del fuerte de San Cristóbal. Los alumnos de primer curso del Grado Superior de Lumbier de Animación de actividades físico deportivas y estudiantes del Grado Superior de Animación sociocultural y turística de la Escuela de Educadores/as, fueron los diseñadores, a lo largo de meses, de las pruebas que ayer se llevaron a cabo en la cima y las laderas del monte Ezkaba.

Las pruebas eran diversas. Había un juego de olfato, en el que el monitor Xabier Goñi explicaba a los participantes que sí ciertos objetos olían a pis, sangre y vino, era porque esa era la realidad que tenían los presos en la cárcel. Otra de las pruebas consistía en realizar rápel con la ayuda de Mikel, uno de los profesores del CIP Lumbier, que explicaba que los alumnos tenían que bajar verticalmente una pared del fuerte utilizando un sistema de cuerda, para recrear así como en la fuga los encarcelados se buscaban la vida. También había una prueba de tacto, en la que con el sistema braille los estudiantes tenían que buscar una llave, y otro reto enfocado en la orientación, consistente en averiguar el recorrido correcto con una brújula. Estitxu Subiza, una de las profesoras participantes, del CIP Lumbier, explicó que la iniciativa ha sido muy positiva. "Espero que en los próximos años sigamos realizando este tipo de proyectos, pero a menor escala, con gymkanas", manifestó.

Loli Gimeno, profesora y una de las coordinadoras del proyecto, explicó que todos los retos fueron diseñados a través de metodologías activas, como son la gamificación y el ACBP (Aprendizaje Colaborativo Basado en Proyectos). "Estos métodos buscan que el alumnado sea el protagonista y busquen ellos mismos la información y sientan la necesidad de aprender", aclaró.

Ainhoa Iribarren, profesora que junto a otros docentes tuvo la idea de organizar este escape room, contaba que el objetivo no era recrear la fuga de Ezkaba, sino poner en marcha metodologías activas. "Ese es el gancho que hemos utilizado para acercarles la memoria histórica, para que las nuevas generaciones se vayan vinculando con la responsabilidad que tenemos todos, de recordar y conocer bien el pasado, sobre todo local", destacó. Ambas profesoras relataron que "es un trabajo colaborativo y pedimos que se apoye a este tipo de proyectos. El principal apoyo económico ha sido el Instituto Navarro de la Memoria", apuntaron.

El acto contó con la presencia de Ana Ollo, consejera de Relaciones Ciudadanas del Ejecutivo foral, y también contó con una actuación Gorka Urbizu del grupo musical Berri txarrak.