Mamen Gazpio, vecina de la calle Irigaray de Badostáin, disfrutaba de lo que presumía que iba a ser una tarde plácida en el jardín de su casa. Allí, durante la sobremesa, se encontraba descansando en una hamaca mientras dos de sus hijas, con alguna amiga, estaban jugando a baloncesto. Pero el humo la desveló. De repente empezó a oler con fuerza y oteó una columna a lo lejos.

Así, ascendió al piso superior de la vivienda para percatarse del origen del fuego y conocer de dónde procedía. Fue cuando se sobresaltó: "Observé que mis vecinos de la parte trasera estaban echando agua a la fachada y miré hacia delante y vi que empezaban a salir llamas. Justo en ese momento llegaba mi padre a casa y hemos decidido irnos todos fuera lo más rápido posible. He cogido a las niñas con lo puesto y nos hemos ido en coche. Han sido momentos de mucha tensión", recuerda Gazpio.

La familia condujo en dirección hacia Mendillorri antes de que los servicios de Emergencias y las autoridades policiales cortaran los accesos.

"Desde Mutilva se veían las llamas que iban bajando por la ladera y los campos de cereal. Precisamente el campo que tenemos al lado de casa, prácticamente pegado al seto, había sido cosechado hacía muy poco tiempo. Cuando nos marchábamos había varios vecinos que se habían puesto la mascarilla y trataban de colaborar y ayudar en lo que fuera posible, pero para entonces teníamos ya el fuego encima".