La Sociedad de Ciencias Aranzadi está llevando a cabo en Paternáin la exhumación de los restos de al menos diez personas encontradas en tres fosas en esta localidad. Según todos los indicios, podrían corresponder a población civil procedente de una o varias sacas de la Prisión Provincial de Pamplona en los meses siguientes al golpe militar de julio de 1936. La consejera de relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, visitó ayer la zona acompañada por Martín Zabalza, director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, y Josemi Gastón, director del Instituto Navarro de la Memoria.

Paternáin, así como otras de la misma Cendea de Zizur o de la cercana Olza, fue escenario de fusilamientos y enterramientos clandestinos entre el verano de 1936 y los primeros meses de 1937. En esta ocasión, los trabajos de prospección iniciados el pasado miércoles día 20 de julio, en virtud del convenio que el Instituto Navarro de la Memoria de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos tiene con la Sociedad de Ciencias Aranzadi, dieron como resultado el hallazgo de estas tres fosas. Las mismas están ubicadas en una parcela de cultivo muy próxima a la localidad, junto al camino que conduce a la cercana localidad de Ibero.

Gastón detalla que “la prospección en esta zona se inició en 2017 con una primera acometida que no tuvo resultado positivo y por tanto se paró”.

Las primeras informaciones para la localización de la fosa llegaron al Instituto Navarro de la Memoria a través de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA) en el año 2017, que recogió el testimonio de un vecino de la localidad que recordaba cómo su madre le contó que “allí, en el campo, mataron a un grupo de 10 o 12 personas. Los enterraron ahí mismo y durante muchos años se veía la zona hundida. Luego, cuando se empezó a trabajar con máquinas, se igualó”. Este vecino recordaba que esa “zona hundida” estaba a la derecha del camino de Ibero. De ahí que las prospecciones llevadas a cabo ese año dieran resultado negativo. Investigaciones posteriores impulsadas especialmente por miembros del Concejo de Paternáin descubrieron que el trazado del camino había variado con respecto al que existía en 1936 y que el lugar de enterramiento podría estar, no a la derecha del camino actual, sino a la izquierda, como así resultó. Gastón anunció que “se va a continuar prospectando porque quizás esta zona fuese un cementerio clandestino donde se puedan localizar más fosas”.

Por su parte, la consejera Ollo que aquél era “un día a la vez triste y alegre”, ya que “esas personas fueron asesinadas y olvidadas durante décadas, pero han sido encontradas”.