El Gobierno de Navarra inauguró este sábado el Centro Memorial de los centros de detención de Pamplona / Iruña entre 1936 y 1945, con un acto en el que, además de la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, responsable del departamento impulsor de esta iniciativa, tomaron la palabra el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde y Blanca Oria, nieta de un agricultor encarcelado en uno de los 17 espacios de cautiverio de Pamplona. El Memorial se ubica junto a la plaza de toros de la capital navarra, en la confluencia entre las calles Arrieta y Aralar.

Asistieron también el vicepresidente José María Aierdi; la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Pamplona María Echávarri, y el presidente de la Federación de Municipios y Concejos, Juan Carlos Castillo. Asimismo, participaron familiares de personas presas y asociaciones de memoria, que depositaron en el Memorial diferentes tierras recogidas en las fosas donde fueron asesinados muchos de los presos: Paternain, cantera de Argaitz, Valcardera, Otxoportillo, Aldunate-Loiti, Larraga, Tejería de Monreal, Ibero, Cementerio de las Botellas, El Perdón y Goldaraz.

Inaugurado en Pamplona el Memorial de los Centros de Detención

Inaugurado en Pamplona el Memorial de los Centros de Detención DIARIO DE NOTICIAS

En Pamplona se han identificado 17 espacios de cautiverio, clasificados en cuatro categorías: comisarías y cuarteles, universo penitenciario, centros improvisados de detención y universo concentracionario. Si bien no es posible por ahora cifrar con exactitud el número total de personas en cautividad, las estimaciones oscilan entre un mínimo de 15.000 y un máximo de 20.000 personas: más de 7.300 presos y presas en la Prisión Provincial, más de 6.000 presos en el Fuerte de San Cristóbal y más de 6.800 prisioneros en los distintos campos de concentración. Solo en 1939, hubo cerca de 12.000 personas en cautividad en Pamplona, cuando su población era de unos 50.000 habitantes.

La gran dimensión de esta modalidad represiva y los múltiples espacios en que se desarrolló en sus diferentes formas motivó que el Instituto Navarro de la Memoria propusiera la creación del Memorial, para lo que convocó un concurso entre jóvenes artistas en 2020, que se resolvió con la elección de la propuesta Hipogeo, presentada por el escultor Alberto Odériz

El Memorial se erige en un espacio cedido por el Ayuntamiento de Pamplona, próximo a cinco de los más emblemáticos centros de cautiverio de la ciudad: los centros provisionales de detención de la Junta Carlista de Guerra en el colegio de los Escolapios y de Falange en el de Salesianos; los campos de concentración de la Plaza de Toros y del Convento de la Merced; y el depósito municipal o Perrera. Desde el lugar se divisa, también, el penal del Fuerte de San Cristóbal, en el monte Ezkaba.

“Era necesario profundizar en la verdad y que tuviera una expresión pública”

Ana Ollo - Consejera de Relaciones Ciudadanas

En su intervención, la consejera afirmó que “era necesario traer al espacio público esta forma de violencia que vivió nuestra tierra, la del cautiverio, las prisiones, los campos de concentración y centros irregulares de detención, que había quedado invisibilizada ya que se ha extendido un manto de silencio y ocultación sobre una realidad abrumadora”. 

“Era necesario profundizar en la verdad a partir de la investigación histórica y difundirla en nuestra sociedad, pero era necesario igualmente que esa verdad tuviera una expresión pública, un espacio reconocible que representara a esos 17 centros”, apuntó Ollo sobre el nuevo memorial, un espacio horizontal “alejado de la gran monumentalidad de los vencedores”. 

“Hoy traemos la memoria de quienes fueron brutalmente asesinados tras pasar por estos terribles centros de detención, recordamos el terror que se vivió tras sus muros”, explicó Ollo respecto al Memorial, un espacio diseñado para “ser vivido y ocupado”, para acoger encuentros, charlas, reuniones y actividades y, sobre todo, “para que perdure y se actualice el recuerdo de una violencia injustificable que nunca debió producirse”. 

Inaugurado en Pamplona el Memorial de los Centros de Detención

El Memorial se erige en un espacio cedido por el Ayuntamiento de Pamplona. Javier Bergasa

En el acto también habló Blanca Oria, nieta de Florentino Rubio Martínez, un agricultor de Torres del Río que fue detenido, encarcelado y sacado de prisión para ser asesinado en Beriain en 1937. Oria expresó que es importante contar con espacios como este, en los que “nos podamos detener, aprender y no olvidar” a aquellos hombres y mujeres “a quienes quisieron borrar de las listas de los vivos y también de las de los muertos”. 

“Es importante contar con espacios en los que podamos detenernos, aprender y no olvidar”

Blanca Oria - Nieta del preso Florentino Rubio Martínez

Por su parte, Unai Hualde afirmó que “donde hubo barbarie, hoy hay memoria”, subrayando a su vez que el Parlamento de Navarra tiene desde hace años un compromiso unánime con la memoria histórica: “resulta una obligación ineludible seguir haciendo memoria, impulsando actos e inaugurando memoriales”.

El Gobierno de Navarra declaró el Memorial como Lugar de Memoria Histórica en su sesión del pasado 19 de octubre. Este reconocimiento implica la inscripción en el correspondiente Registro, y lleva implícito tanto el reconocimiento singular y aplicación del régimen de protección establecido en la Ley Foral 29/2018, de 26 de diciembre, de Lugares de Memoria Histórica de Navarra, como la declaración de utilidad pública o interés social a todos los efectos.

CIFRAS

  • 17 espacios de cautiverio en Pamplona. Clasificados en cuatro categorías: comisarías y cuarteles, universo penitenciario, centros improvisados de detención y universo concentracionario.
  • Entre 15.000 y 20.000 personas en cautividad. Más de 7.300 presos y presas en la Prisión Provincial, más de 6.000 presos en el Fuerte de San Cristóbal y más de 6.800 prisioneros en los distintos campos de concentración.
  • La situación en Pamplona. Solo en 1939, hubo cerca de 12.000 personas en cautividad en Pamplona, lo que representa un cuarto de los 50.000 habitantes que conformaban la población de la ciudad. 


EL MEMORIAL

El monumento, un espacio horizontal, se trata de la propuesta Hipogeo, presentada por el escultor Alberto Odériz. Un conjunto escultórico de 62 bloques de piedra maciza –uno por cada fosa prospectada en Navarra– que forman un monumento funerario que sucede hacia abajo y busca pasar de la barbarie de la fosa común a la humanidad de la tumba, porque el tamaño y la forma de cada pieza es la del cuerpo humano.