Bruselas

– La ministra de Sanidad, Carolina Darias, abogó ayer por mantener la obligación de usar mascarilla en el transporte público, así como en los vuelos con salida o destino España, hasta que los expertos se pronuncien al contrario, una medida que países como Portugal o Italia retiraron en verano, mientras que Alemania ha eliminado también su uso obligatorio en aviones y aeropuertos.

“Siempre hemos adoptado decisiones de la mano de personas expertas y vamos a seguir haciéndolo, por tanto, vamos a esperar hasta que no hagan un pronunciamiento contrario”, señaló la ministra ayer a su llegada a Bruselas para reunirse con sus homólogos de la Unión Europea (UE).

Darias también recordó que con la llegada del invierno y la bajada de las temperaturas, es importante seguir cuidándose, ya que es época de incremento importante de virus respiratorios, gripe o bronquiolitis.

Asimismo, la ministra repasó otros temas de la agenda que abordarán también la importancia de las vacunas como instrumento de salud pública, la concienciación sobre cribados para la detección temprana del cáncer o la estrategia en materia de salud mental, un punto en el que el Estado compartirá la experiencia de su plan de acción con el resto de Estados.

Exceso de vacunas

Por otra parte, los países de la UE, que hace año y medio sufrían por la escasez de vacunas contra la covid, tienen ahora excedentes de dosis que no alcanzan a administrar ni donar y reclaman a farmacéuticas como Pfizer y Moderna que reajusten las cantidades contratadas y los plazos de entrega. “Es indispensable que se suspenda la entrega de vacunas hasta que no se haya revisado el contrato (...). Que en enero y febrero se nos sigan entregando vacunas es inaceptable”, declaró el titular checo, Vlastimil Válek, cuyo país ostenta este semestre la presidencia del Consejo.

Los Veintisiete reconocen el éxito del sistema de compras conjuntas pilotado por el Ejecutivo comunitario, que negoció en nombre de la UE la adquisición de vacunas al inicio de la pandemia y creó un portafolio con distintos proveedores.

En mayo de 2021, cuando empezaba a disolverse la escasez inicial de vacunas, la Comisión Europea firmó un gran contrato con Pfizer-BionTech para recibir 900 millones de dosis adicionales hasta 2023, con una opción para otros 900 millones. Sin embargo, las capitales consideran esas cantidades resultan ahora excesivas. “Debemos guiarnos con la misma predisposición negociadora (...), defendiendo los intereses de nuestros ciudadanos en una realidad que ha cambiado” para conseguir un “reajuste de los tiempos y de las cantidades de entrega”, dijo la ministra, Carolina Darias. – NTM