El Gobierno de Navarra, a través del departamento de Salud, ha activado el plan de prevención de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud para 2023, que se mantendrá activo hasta el 30 de septiembre.

La activación se realizó en una reunión celebrada el pasado lunes, presidida por la directora gerente del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), María Ángeles Nuin.

En la reunión participaron las gerencias de Área del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, la dirección de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas, la dirección de Servicio de Protección Civil y Emergencias, la dirección general de Cultura, la dirección del Servicio de Trabajo, la dirección de Servicio de Planificación e Innovación Turística, la dirección general de Educación, el Instituto Navarro del Deporte, el Instituto Navarro de la Juventud, la Federación Navarra de Municipios y Concejos y Cruz Roja y también el delegado en Navarra de AEMET.

El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra ha destacado la importancia de tomar medidas de prevención frente a las altas temperaturas que pueden registrarse en esta época del año, incidiendo en los colectivos más vulnerables: personas mayores de 65 años, aquellas que tienen una enfermedad crónica, lactantes y menores de 4 años, embarazadas, y personas con trabajos expuestos al calor.

En general, cuando el calor es excesivo, se recomienda protegerse del sol y evitar salir a la calle y hacer esfuerzos físicos en las horas de más calor; beber más agua y líquidos frescos sin esperar a tener sed; evitar las bebidas alcohólicas, con cafeína y azucaradas, y llevar ropa holgada con tejidos ligeros. También se aconseja contactar con las personas mayores al menos dos veces al día para garantizar que están siguiendo estas medidas.

Salud señala que un calor excesivo puede provocar una respuesta fisiológica insuficiente, alterando las funciones vitales y provocando, entre otras alteraciones, calambres, agotamiento, deshidratación, piel caliente y enrojecida, etc. Si, pese a haber cesado la exposición los síntomas persisten o aparecen alteraciones de la conciencia, pulso rápido y débil, respiración rápida y superficial, hay que avisar al teléfono de emergencias, 112, para evitar un posible golpe de calor.

Para dar a conocer estas medidas entre la población, el ISPLN ha actualizado el material con las recomendaciones generales para población general y población trabajadora. Además, las personas interesadas pueden darse de alta en el sistema de alertas por altas temperaturas, que forma parte del Plan Nacional de Salud y Medio Ambiente, encabezado por el Ministerio de Sanidad.   

Recomendaciones frente al calor

NIVELES DE RIESGO

La alerta sanitaria por altas temperaturas, verde, amarilla, naranja o roja, se determina teniendo en cuenta el nivel de riesgo que tiene la temperatura prevista para la salud. Siguiendo los criterios del Ministerio de Sanidad, para la asignación del nivel se calcula la diferencia entre la temperatura máxima prevista y la temperatura de referencia, que para Navarra es de 34ºC. Así se recoge en el plan de prevención de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud para 2023 de Navarra.

Este plan se impulsa cada año, desde 2004, a raíz de la ola de calor registrada en Europa en 2003. Su contenido se desarrolla en colaboración con el Ministerio de Sanidad, la red sanitaria, los servicios sociales, ayuntamientos y entidades. Además, se trabaja conjuntamente con el proyecto europeo Life-IP NAdapta-CC (2017-2025), que se centra en la prevención de los efectos del cambio climático en diferentes ámbitos, como la salud y, en este caso, la exposición a las altas temperaturas.   ENTORNO LABORAL.

MEDIDAS EN EL TRABAJO

En el ámbito laboral las recomendaciones son, entre otras, planificar los trabajos teniendo en cuenta las previsiones para programar las tareas más pesadas en los momentos de menos calor; asegurar en interiores el correcto funcionamiento de la climatización y ventilación; y, en exteriores, habilitar zonas de sombra.

Trabajadores y trabajadoras deben poder adaptar el ritmo de trabajo a su tolerancia al calor, descansar en lugares frescos varias veces a lo largo de la jornada, cesar la actividad si notan los síntomas previos a un golpe de calor (calambres, mareos, piel fría y mojada de sudor, fatiga excesiva, náuseas), hidratarse y proteger la cabeza del sol, entre otras acciones.

Estas y otras medidas se recogerán en la evaluación de riesgos de la empresa que, tal y como se recoge en la última modificación del Real Decreto 486/1997 de Lugares de Trabajo, tendrá que tener en cuenta las temperaturas extremas, las características de la tarea y factores individuales de las personas trabajadoras expuestas al calor. Si, mediante la aplicación de estas medidas, no se puede garantizar la protección de las personas trabajadoras al aire libre, se evitarán determinadas tareas durante las horas del día en las que sucedan fenómenos meteorológicos adversos, pudiendo llegar, incluso, a una reducción o modificación de las horas de la jornada, durante las alertas de nivel naranja o rojo emitidas por AEMET.

Por último, el ISPLN ha señalado que resulta muy importante que las empresas garanticen una vigilancia específica de la salud, en relación a la exposición a temperaturas extremas, con especial atención a la población trabajadora vulnerable.

El 18,4% de las patologías asociadas al calor registradas en 2022 fueron de origen laboral, frente al 31% en 2020 y el 24% en 2021.

El verano de 2022 estuvo marcado por altas temperaturas a lo largo de todo el periodo de vigilancia, con temperaturas más elevadas que años previos. Debido a la intensidad y una mejora en el registro y notificación, se detectó un aumento del número de alertas sanitarias, así como de urgencias atendidas y casos declarados por patología asociada al calor. Entre junio, julio y agosto de 2022 hubo 11 días con alertas sanitarias, de las cuales cuatro fueron de alto riesgo (alerta roja), por lo que se requirió la actuación del gabinete de crisis.

El año pasado, el 58,8% de los casos atendidos por patologías asociadas al calor fueron por realizar actividades lúdicas como tomar el sol, salir a pasear, ir a la huerta o a la piscina. Además, otro 11,4% de los casos se registraron en personas que hacían ejercicio físico intenso y en tres casos en personas que realizaban el Camino de Santiago.