Casi la mitad del alumnado navarro ha sufrido una o más conductas de acoso escolar presencial en el último año. En la mayoría de los casos se traducen en agresiones verbales si bien también hay casos de acoso psicológico, de exclusión social y, en menor medida, físico. Así lo constata el “mayor estudio realizado hasta el momento en Navarra” sobre bullying y ciberbullying y que, en palabras del consejero de Educación en funciones, Carlos Gimeno, pone de manifiesto la necesidad de seguir trabajando en medidas de prevención e intervención en los centros educativos. Asimismo considera necesario plantear una nueva norma que avance con respecto a la ley vigente.

El estudio epidemiológico de la prevalencia de estudiantes víctimas, agresores y observadores ha sido realizado por la catedrática de Evaluación y Diagnóstico Psicológico de la UPV-EHU Maite Garaigordobil con una muestra representativa de la población estudiantil navarra. Un total de 15.544 alumnos y alumnas de entre 5º de Primaria (10-11 años) y Bachillerato y FP (grado medio y básica) participaron de manera voluntaria y anónima. Los resultados son potentes si bien, tal y como ha remarcado la jefa de la sección de Igualdad y Convivencia, Itziar Irazabal, “están en la media de estudios internacionales y de otras CCAA”. El estudio recoge que, en el último años, un 48,4% del alumnado ha sufrido una o más conductas de acoso escolar presencial mientras que un 31,6% reconoce haber acosado a algún compañero. Las agresiones más frecuentes son verbales (42%) seguido de exclusión social (17,8%), psicológicas (17,5%) y físicas (14,6%). 

En lo que respecta al cyberbullying, “más difícil de detectar”, en palabras de la directora del servicio de Inclusión, Igualdad y Convivencia, Mª José Cortés, el 35,2% del alumnado refiere haber sufrido acoso y un 12% afirma haber acometido estas conductas. Las más habituales son mensajes ofensivos, llamadas anónimas para asustar, difamación o rumores para desprestigiar, llamadas ofensivas, ser chantajeado, acoso sexual...

Un tercer grupo es el de observadores, que en el caso del acoso presencial alcanza el 63,7%. Ahora bien sólo el 30% declara haber ayudado a la víctima. En el ciberbullying, como es lógico, hay menos observadores (32,2%).

Más acoso entre 10 y 14 años

En el conjunto de la muestra se observa que hay mayor porcentaje de chicas víctimas (49,1%) que de chicos (47,3%) salvo en 5º-6º de Primaria , 1º de ESO y en FP donde ellos sufren más acoso. 

En el caso del ciberbullying las diferencias son mayores (53,4% de chicas frente al 43,6% de chicos). “Se observa una mayor vulnerabilidad en las mujeres y nos preocupa que ven normal que su pareja les controle”, remarcó Irazabal, que añadió que el acoso es más elevado entre los más pequeños. Los porcentajes son más elevados en 5º-6º de Primaria (10-12 años) y 1º-2º de ESO (12-14 años).

En lo que respecta a los agresores, la mayoría es varón y no se observan diferencias por redes educativas.

Ante este panorama, el consejero ha apostado por la prevención e intervención, es decir, por poner en marcha en los centros “medidas para identificar, evaluar estas conductas y seguir implantando competencias socioemocionales y actividades anti-bullying de forma sistemática y planificada”. Además ha abogado por plantear “una nueva normativa que avance sobre la ley actual”, ya que a pesar de ser una norma “garantista”, es necesario generar “herramientas nuevas, más ajustadas a las exigencias actuales”.