Todavía queda camino por recorrer hasta alcanzar la igualdad real efectiva y muchas brechas de género que superar, también entre las nuevas generaciones. Y es que también entre los jóvenes las tareas domésticas recaen mayormente sobre las mujeres, lo que repercute en su tiempo libre y descanso. Según el Informe sobre las principales brechas de género en la juventud navarra, elaborado por el Instituto Navarro de la Juventud (INJ), las jóvenes se implican más en las tareas del hogar y tienen 6 horas menos de ocio a la semana que los varones.
En concreto, la juventud navarra –de 14 a 30 años– dice tener 4,2 horas de tiempo libre al día entre semana y 8,4 los fines de semana. Pero la diferencia es notable atendiendo al sexo: ellas tienen 3,9 horas de ocio al día entre semana y ellos 4,6. El fin de semana ellas tienen 7,8 horas al día y ellos, 9. En total, los jóvenes aseguran tener 41 horas libres al cabo de la semana, mientras que ellas, 35, seis horas menos.
Este menor disfrute se debe entre otras cosas a la mayor implicación de las jóvenes en tareas domésticas y reproductivas. En los primeros tramos de edad –de 14 a 17 años y de 18 a 24– las diferencias no son muy grandes: ellas dedican 1,5 horas diarias a labores del hogar y ellos 1,3. pero en los jóvenes de mayor edad –de 25 a 30 años– la diferencia es de más de una hora diaria: las jóvenes dedican 2,7 horas y los varones 1,6. Lo mismo ocurre con el trabajo reproductivo: los hombres jóvenes tan solo destinan 1,4 horas al día a estas labores, mientras que ellas dedican 2.
En lo relativo a la emancipación, la tasa masculina es significativamente inferior a la de las mujeres de su misma edad. De hecho, en el año 2021 –último con datos–, solo el 13% de los chicos estaba independizado frente al 19% de las chicas, “hecho que puede demostrar una mayor autonomía e independencia por parte de las mujeres”, recoge el informe.
La brecha en las universidades
Pero este rol de las mujeres, vinculado a los cuidados, es un patrón que se sigue reproduciendo a nivel académico. El estudio recoge que en el curso 21-22 –último con datos– las carreras orientadas hacia el cuidado de las personas están claramente feminizadas: Medicina (66% de chicas), Enfermería (88%), Magisterio (66%), Psicología (83%) o Trabajo Social (80%). Mientras que otras como Ingeniería (74% de varones) o Informática (83%) se muestran como sectores muy masculinizados. Los grados más equilibrados fueron Economía, Periodismo, Matemáticas y Estadística. Sin embargo, las jóvenes navarras se han afianzado como mayoría en las universidades, ya que el porcentaje de jóvenes que cursan estudios universitarios presenciales resulta ser más elevado en mujeres que en hombres, siendo la diferencia de en torno al 2%.
Asimismo, la tasa de abandono escolar es mucho mayor entre los chicos que entre las chicas: en 2020 la tasa era del 13,9 entre los varones y del 7,8 entre las mujeres. Cabe destacar que en los últimos años se aprecia un claro descenso del abandono escolar en el conjunto de la juventud.